Un niño que duerme bien, es un niño feliz

“Si un niño pequeño duerme mal, al día siguiente, notaremos las consecuencias. Estará de mal humor, y notaremos que es más desobediente, más inestable y no estará feliz porque no estará descansado. Además, a última hora de la noche, estará aún más irritable”. Estas eran las palabras del Dr. Eduard Estivil, director de la Clinica del Sueño Estivill y de la Unidad del Sueño del Hospital de Catalunya en una entrevista realizada por Top Doctors.

“Depende de la edad, los niños duermen un determinado número horas. Un recién nacido puede dormir muchas horas pero duerme a trocitos” –explica el Dr. Estivil. Y matiza: “A partir de los 7 u 8 meses, un niño ya puede dormir entre 11 y 12 horas durante la noche, además las siestas que hace después de cada comida”.

Patologías del sueño del niño
Según el experto, el 70% de los niños aprenden a dormir sin ninguna dificultad, “aunque también existen niños con malos hábitos, que debemos enseñarles buenas pautas”. Por otro lado, los niños al igual que los adultos, pueden tener varias patologías del sueño. En este caso, el pediatra tiene un papel fundamental al descartar posibles causas que provoquen este mal dormir: alergias, intolerancias a algún alimento, reflujos… En estos casos, el pediatra deberá orientar a los padres y hacerles una serie de recomendaciones de cómo mejorar el sueño.

El Dr. Eduard Estivil explico que, en niños de 2,3 y 4 años pueden producirse los ronquidos y las apneas. “Se produce porque hay una hipertrofia, es decir, unas amígdalas grandes, que hacen que no pueda respirar correctamente. Este niño dormirá mal, con la cabeza extendida y moverá el tórax cuando respira”. Y añade que los niños que sufren esta patología tienen un sueño fraccionado: “Se despiertan muchas veces durante la noche y, a lo largo del día, están cansados y agotados. Una vez más, el experto recomienda acudir al pediatra, e incluso al otorrino ya que es importante un buen diagnóstico para que el tratamiento sea eficaz.