La desecación ocular se agrava en los entornos urbanos durante el invierno

La desecación ocular se agrava en el invierno y en los entornos urbanos debido a la bajada de las temperaturas, la baja humedad ambiental y la exposición a los agentes contaminantes.

Para evitarlo, se deben usar gafas con protección solar, así afirma el director médico de Vissum Corporación Oftalmológica, Jorge Alió.

"En general, los entornos fríos son entornos de muy baja humedad relativa en los que aumenta la evaporación del ojo.

En este contexto, el ojo se hace muy frágil a los agentes contaminantes y, esas nubes tóxicas que se forman en las grandes ciudades en invierno, debido a la contaminación que generan la calefacciones, son muy lesivas".

"Todo esto provoca una incidencia mayor de irritación, de problemas inflamatorios y de problemas alérgicos relacionados con las alergias a los agentes contaminantes que están flotando".

La forma de prevenirlo es usar gafas de sol. En el invierno, la protección de estas gafas no se centra en el efecto de la luz, "sino que lo que hace es que genera una cámara estanca donde la lágrima se evapora menos.

El ojo está menos expuesto al viento y, menos expuesto a la evaporación que causa el viento".

"Las gafas que deben usarse son gafas de protección no solamente frontal, sino gafas laterales con las que se previene la acción del viento.

Es mejor que la gafa sea curvada, que proteja un poco por los lados y que tenga una tonalidad suave, pero suficiente para que resulte grata a la visión.

En el invierno no hay tanto sol, por lo que no debe ser oscura, sino más bien de tonalidades entre amarillentas y ambarinas".

Misma importancia en el invierno

"Los cuidados de los ojos en el invierno tienen la misma importancia que en el verano, aunque en verano su cuidado nos resulte más escandoloso.

En época estival, la exposición al sol y a agentes ambientales irritantes directos, como es del agua mar, es más intensa y eso hace que la gente se proteja más porque le llama más la atención el daño inmediato".

Las gafas de protección solar deben usarse "tanto para el paciente con ojo seco como para las personas que se exponen súbitamente a situaciones de temperaturas muy bajas".

"En estas condiciones climatológicas a las personas de edad media y sobre todo mujeres, que ya de por si tienen una menor producción de lágrima, se les agravan mucho los síntomas de desecación y ojo seco, con toda la cohorte sintomática que esto conlleva.

La desecación provoca sensación de cuerpo extraño e irritación ocular crónica. Son personas que normalmente se frotan con frecuencia el ojo, con lo cual se lo irritan más y entran en una dinámica donde al final necesitarán un tratamiento tópico intenso".

"Los ojos secos son una de las causas de consulta más frecuentes". El oftalmólogo cree que es necesario "concienciar a la población" sobre la necesidad de prevenir este tipo de patologías.

Especialmente en "los sectores, que por razones laborales, pasan el día en la calle. Simplemente usar una gafa les va a evitar todo este tipo de problemas".