Utilización de la acupuntura en el tratamiento de procesos víricos como el resfriado común y la gripe

La Organización Mundial de la Salud publicó en 1979 una lista de enfermedades que constituyen una indicación de la acupuntura entre las que se incluyen enfermedades propias del otoño e invierno como la conjuntivitis, la sinusitis, la rinitis, la amigdalitis y la bronquitis aguda, el catarro común, la faringitis aguda o crónica y el asma bronquial, entre otras.


La acupuntura, ya sea en su forma tradicional, mediante la utilización de agujas estériles, o mediante la utilización de rayo láser de baja potencia o de corriente eléctrica aplicada mediante electrodos, actúa sobre determinados puntos situados en meridianos localizados sobre la superficie corporal y en otras zonas del organismo.


La medicina tradicional china considera que las alteraciones y modificaciones del entorno en el que vivimos suponen un esfuerzo de adaptación por parte de nuestro organismo y cuando éste presenta una disminución de las defensas o aparecen otros factores patógenos adicionales pueden aparecer cuadros de enfermedad.


Dos ejemplos sencillos de estas alteraciones del entorno son los cambios de estación climática, como el paso del verano al otoño, en que cambia la temperatura, la humedad, el número de horas de iluminación, etc., o los viajes a lugares alejados, en que también cambian las condiciones climáticas y el entorno.


¿Quién no ha sufrido un resfriado común al llegar el otoño o un proceso diarreico o febril al trasladarse a pasar unos días a otro país o a otro continente?


La medicina tradicional china denomina Suifu Bufu a los trastornos homeostáticos por adaptación a un nuevo entorno. Cuando estos trastornos ocurren en una persona en la que la energía antipatógena (denominada por los chinos Zheng Qi) está reducida, pueden aparecer los síntomas de una enfermedad.


En los cambios de estación del verano al otoño aparecen cuadros víricos por predominio del frío (catarro o resfriado común y gripe, fundamentalmente).


Cuando el factor antipatógeno del individuo es normal (en la medicina occidental el factor antipatógeno corresponde a la respuesta inmunitaria), la recuperación de un catarro o resfriado común o de una gripe normalmente será completa y no tendrá complicaciones.


Sin embargo, si el cuadro vírico es muy intenso o bien el factor antipatógeno del individuo está muy reducido, la enfermedad puede durar más tiempo o provocar complicaciones.


La medicina tradicional china considera a los seres vivos como el resultado de un equilibrio entre dos polos energéticos, el “Yin” y el “Yang”.


El “Yin” se corresponde con lo femenino, lo interior, la luna, la noche, las emociones, el frío, el reposo, los procesos crónicos, degenerativos o por hipofunción.


El “Yang” se relaciona con lo masculino, lo exterior, el sol, el día, la racionalidad, el calor, el movimiento, los procesos agudos, inflamatorios o por hiperfunción.


Si un sujeto padece un desequilibrio en su estado general de salud (factor latente denominado “Fuqi” en la medicina tradicional china) y además se expone al frío, aumentará el riesgo de padecer una enfermedad vírica por el frío, como puede ser un resfriado común o la gripe.


El diagnóstico en la medicina tradicional china considera, entre otros, el pulso y el color de la lengua. En los procesos víricos como el catarro o la gripe el pulso suele ser superficial, tenso y rápido y la lengua se recubre de una capa blanca, algo que se interpreta como el resultado de una afección pulmonar, pudiendo modificarse este color por la energía procedente de otros órganos del cuerpo.


Los procesos víricos de los que estamos hablando corresponden, según la medicina tradicional china, a síndromes por ataque del viento frío (Fheng Han Shu Fei).


Éstos se producen normalmente en los cambios bruscos de estación, cuando la respuesta inmunitaria es insuficiente (Xu Zheng), apareciendo tos, ronquera, cefalea, congestión y secreción nasal, puede aparecer febrícula, y, como se ha dicho anteriormente, el pulso es tenso y superficial y aparece saburra en la lengua (lengua manchada).


En los síndromes de viento frío aparecen los síntomas citados anteriormente, se trata de síntomas predominantemente “Yin”.


El tratamiento con acupuntura tratará de expulsar el viento, dispersar el frío, fortalecer el “Yang”, regular la tos y facilitar la eliminación de las mucosidades.


Para ello se trabaja en distintos puntos de acupuntura de diferentes meridianos, como el punto 5 TR (Waiguan) del meridiano triple calentador, 7 P (Lieque) del meridiano del pulmón, 4 IG (Hegu) del meridiano del intestino grueso o 12 V (Fengmen) del meridiano de la vejiga, por citar sólo algunos de ellos.  


La acupuntura es, por tanto, una herramienta útil en el tratamiento de los procesos víricos propios de esta época del año, causantes del resfriado común o de la gripe.


La información proporcionada en este documento tiene un carácter puramente informativo, el tratamiento específico de cada paciente deberá realizarse de forma individual y personalizada por su médico. Se desaconseja la automedicación.