La rehabilitación es muy útil después de un reemplazo de rodilla

El entrenamiento progresivo de la fuerza orientado a los cuádriceps, que son los músculos grandes de la parte delantera del muslo, mejora significativamente la fuerza y la funcionalidad tras un reemplazo total de rodilla debido a osteoartritis.

La osteoartritis es la forma más común de artritis; causa dolor, inflamación y reducción de la movilidad articular. Su aparición está asociada frecuentemente con la edad y a menudo afecta las manos, las rodillas, la cadera o la columna.

El equipo dirigido por la doctora Lynn Snyder-Mackler, de la University of Delaware, en Newark, le indicó a un grupo de pacientes con reemplazo de rodilla realizar seis semanas de entrenamiento progresivo de fuerza entre dos y tres veces por semana, con o sin estimulación neuromuscular eléctrica.

Los pacientes que cumplían con los requisitos para participar en el estudio, pero optaron por no hacerlo, formaron el grupo control, de "atención estandarizada".

Ambos grupos que hicieron rehabilitación mejoraron significativamente entre el inicio del estudio y los tres meses, y entre los tres y los 12 meses, en todas las pruebas, como el alcance de movilidad de la rodilla, la fuerza de los cuádriceps y los test de carrera, uso de escaleras y de caminata de seis minutos.

Los resultados no variaron entre el grupo que solo hizo ejercicio y el que además usó estimulación eléctrica. Los pacientes de ambos grupos de rehabilitación demostraron también una fuerza de cuádriceps y una funcionalidad significativamente mayor a los 12 meses de la cirugía que los pacientes en el grupo de control.

Según los autores, los resultados al año "superaban a los publicados previamente y casi se acercaban a los de los adultos mayores saludables de la misma edad".