Se define como la interrupción del embarazo antes de que el feto sea viable. Embrión o feto con menos de 500 g de peso o menos de 22 semanas de gestación. Existen dos tipos de aborto; aborto espontáneo y aborto provocado o inducido.

Los factores etiológicos pueden ser; factores ovulares (embrionarios y fetales), debidos a anomalías cromosómicas, factores locales, que incluyen las enfermedades del cuerpo y cuello del útero; factores endocrinos, que pueden ser de origen ovárico o extraovárico; y las enfermedades médicas, adquiridas durante la gestación o previas a ella.
 
El comienzo del embarazo suele ser normal. La hemorragia genital, con dolor en hipogastrio, es el primer síntoma de amenaza de aborto. La expulsión del contenido uterino puede ser completa o incompleta. La retención de estos restos ovulares se acompaña de persistencia de la hemorragia genital.
 
El aborto diferido se caracteriza por la retención del embrión muerto durante 6 semanas o más. En el aborto incompleto y en el diferido, si no se consigue la expulsión de los restos abortivos con tratamiento médico, es necesaria la realización de un legrado uterino.