La ingesta elevada de suplementos de antioxidantes puede llegar a ser perjudicial para la salud

Aunque el consumo de alimentos ricos en antioxidantes como frutas, verduras, cereales y aceites vegetales es fundamental en la dieta, el consumo indiscriminado de suplementos de antioxidantes puede llegar a ser perjudicial para la salud.

Se ha observado que una ingesta elevada de estos suplementos produce efectos adversos como una mayor incidencia de cáncer de pulmón en fumadoras que toman suplementos de β- carotenos y mayor riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) en individuos que consumen altas dosis de vitamina E, al ocasionar efectos prooxidantes.

Tampoco existen evidencias científicas que demuestren que la sustitución de las proteínas de los productos lácteos por soja o por suplementos de isoflavonas sea beneficiosa para la enfermedad cardiovascular. Los estudios realizados ofrecieron resultados prometedores a corto plazo si bien a partir de los cinco años de la ingesta de suplementos de isoflavona de soja, no se observa ningún beneficio.

El onubense Francisco Sánchez-Muniz, catedrático de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid, revelará la importancia de la dieta en la prevención y tratamiento de la enfermedad cardiovascular y la hipertensión.

Sánchez- Muniz sostiene que no hay alimentos malos o buenos sino dietas correctas o incorrectas y defiende la Dieta Mediterránea como ejemplo de dieta cardiosaludable, “no sólo por sus beneficios nutricionales sino por ser una dieta que se consume en familia disfrutando de ella”.

Una dieta adecuada es esencial para prevenir, y en su caso tratar, enfermedades cardiovasculares y la hipertensión. Seguir una dieta saludable junto con un estilo de vida adecuado reduce el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.

Para ello, el doctor Sánchez-Muniz recomienda unos hábitos apropiados para prevenir el desarrollo de patologías como la obesidad o la hipertensión, que pueden anticipar o incrementar el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular.

Estos hábitos los resume en dos aspectos fundamentales: un estilo de vida saludable y la selección y preparación de las comidas.

Sánchez-Muniz afirma que para conseguir una alimentación adecuada y prevenir o retrasar el desarrollo de enfermedad cardiovascular, accidente cerebral, hipertensión y obesidad, “debe asegurarse no sólo la ingesta de cantidades adecuadas de nutrientes esenciales, sino el balance entre ingreso y gasto energético”.