Ictericia Diagnóstico
– Examen físico
En muchos casos, el diagnóstico de ictericia lo sugiera la apariencia de los ojos y la cara del paciente. El médico le pide al paciente que se acueste en la camilla con el fin de palpar el hígado y el bazo para evaluar cualquier agrandamiento o dolor abdominal. La ubicación y gravedad del dolor abdominal y la presencia o ausencia de fiebre ayudan al médico a distinguir entre la ictericia obstructiva y la hepática.
– Análisis de laboratorio
Trastornos de la formación de la sangre se pueden diagnosticar mediante un examen más exhaustivo de sangre o de médula ósea, donde se forma la sangre. A veces es necesaria una biopsia de médula ósea, pero por lo general la propia sangre revelará el diagnóstico. El bazo puede ser evaluado por ultrasonido o un escáner nuclear si el examen físico no ha dado suficiente información.
– Estudios médicos de imagen
Las enfermedades en el sistema biliar pueden ser identificadas por técnicas de imagen:
- Radiografías: Se realizan un día después de la ingestión de una sustancia de contraste que se excreta en la bilis. Este estudio proporciona información funcional y anatómica. Hay varias maneras de inyectar un contraste de rayos X directamente en los conductos biliares: a través de una aguja fina directamente en el hígado o por medio de un aparato especial de observación que pasa a través del estómago que puede inyectar un contraste en la ampolla de Vater (parte del duodeno donde desemboca el conducto biliar común)
- Tomografía computarizada y resonancia magnética: Son muy útiles para determinadas afecciones como el cáncer de y alrededor del hígado o los cálculos biliares en el conducto biliar común.
La enfermedad hepática suele ser evaluada con análisis de sangre, pero puede ser necesearia una biopsia para clarificar afecciones menos obvias. La biopsia hepática se realiza junto a la cama. El médico utiliza una aguja delgada para tomar un pequeño trozo de tejido del hígado. La muestra de tejido se envía al laboratorio para examinarla bajo microscopio.