Cardo mariano (silybum marianum)
Partes usadas
Frutos libres del vilano.
Descripción
Es una especie herbácea anual o bisanual, de gran porte, llegando a alcanzar por lo general de 70 a 150 cm de altura. Tiene un tallo erecto del que salen las hojas en diferentes niveles. Las inferiores son pinnatífidas, mientras que las superiores presentan unos lóbulos sinuosos. Estas hojas son glabras y brillantes, con unos márgenes espinosos y de color verde oscuro. En su superficie aparecen unas venas blancas, que le dan a la hoja un aspecto manchado. Tiene unos grandes capítulos florales solitarios y terminales, protegidos por unos tépalos de ápices agudos y espinosos. Las flores son de tipo tubular, con un color púrpura intenso y un ligero aroma.
Los frutos son aquenios pequeños (6-7 mm), arrugados transversalmente y provistos de un vilano largo y blanquecino. Su superficie es muy oscura y presenta unas motas grisáceas. Cerca del vértice del aquenio, donde se inserta el vilano, se observa un anillo de color amarillento.
Composición
– Flavanolignanos (0.7-3.0%). Se consideró en el pasado que el principio activo era una sustancia denominada silimarina. Posteriormente, se ha comprobado que la silimarina es una mezcla de compuestos, fundamentalmente silibina, silicristina y silidianina, y en menor medida isosilibinas A y B, 3-desoxi-silicristina, silandrina, silimonina.
La silibinina, que es el compuesto más activo, se forma por una cicloadición entre la flavanona taxifolina y el alcohol coniferílico.
– Flavonoides. En los frutos aparecen flavonoides del grupo de las flavonas como la apigenina o el crisoeriol (flavona metoxilada), flavonoles como el quercetol, flavanonas como el eriodictiol, el naringetol o la taxifolina
– Esteroides (0.63%). Entre otros, aparecen colesterol, campesterol, estigmasterol y sitosterol.
– Lípidos (20-30%). Al ser la droga un fruto, presenta gran cantidad de sustancias de reserva energética en forma de aceite, con triglicéridos de ácidos grasos linoleico (60%), oleico (30%) y palmítico (9%).
– Proteínas (25-30%).
– Polisacáridos heterogéneos. Presenta una pequeña cantidad de mucílago.
Acción y mecanismo
– [PROTECTOR HEPATICO]. En ensayos in vitro sobre hepatocitos, se ha comprobado que la silimarina presenta un efecto protector frente a sustancias hepatotóxicas como el tetracloruro de carbono, los lantánidos, la galactosamina o la tioacetamida, y frente a toxinas como la faloidina de Amanita phalloides.
Este efecto parece ser debido a una alteración de la permeabilidad de membrana, impidiendo el acceso de las toxinas al interior de las células. Por otra parte la silibinina disminuye la actividad de las células de Kupffer. La silibinina disminuye la producción de radicales superóxido y de óxido nítrico con una concentración inhibitoria 50 (CI50) de 80 µM. También disminuye la síntesis de leucotrienos, al inhibir a la 5-lipooxigenasa con una CI50 de 15 µM. Finalmente, la silibinina presenta unos efectos antioxidantes, disminuyendo el consumo de glutation y su oxidación.
Además, la silimarina actúa en ensayos in vitro como regenerador hepático. Incrementa la síntesis proteica en el hepatocito al estimular la actividad de la RNA polimerasa I, lo que se traduce en un aumento de la regeneración del parénquima hepático. Parece ser que la silibinina podría actuar como un esteroide, interaccionando directamente con la RNA polimerasa e induciendo la transcripción.
En un ensayo doble ciego, prospectivo y aleatorizado, con una duración de 4 años, se evaluó la eficacia de la silimarina en el tratamiento de la cirrosis hepática. Se seleccionaron 170 pacientes con cirrosis (91 con cirrosis alcohólica y 79 con cirrosis no alcohólica). Se asignaron aleatoriamente a los pacientes a un grupo tratamiento (87 pacientes) o a un grupo placebo (83 pacientes). Se administraron 140 mg de silimarina o de placebo 3 veces al día. Tras 4 años de empezar el tratamiento, se observó que en el grupo de la silimarina se produjeron 24 muertes (18 de las cuales relacionadas con la hepatopatía), mientras que en el grupo placebo hubo 37 muertes (con 31 de las mismas asociadas a la cirrosis). La tasa de mortalidad a los 4 años fue del 39±9% en el grupo del tratamiento y del 58.9±9% en el grupo placebo. Por lo tanto, quedó demostrado que este flavanolignano disminuía significativamente la mortalidad de los pacientes aquejados de cirrosis hepática.
Farmacocinética
– Absorción: La silimarina presenta una pobre biodisponibilidad por vía oral, y sólo accede a sangre el 20-50% de la dosis administrada, sufriendo una importante degradación a nivel gastrointestinal.
Indicaciones
Usos aprobados por la Comisión E del Ministerio de Sanidad alemán:
– Afecciones biliares como [DISPEPSIA BILIAR], [DISCINESIA BILIAR], [LITIASIS BILIAR], [COLELITIASIS].
– Trastornos hepáticos graves como [HEPATITIS CRONICA], [CIRROSIS HEPATICA] o [INSUFICIENCIA HEPATICA]: como preventivo y paliativo.
Otros usos:
– Se ha utilizado tradicionalmente para el tratamiento de intoxicaciones por Amanita phalloides, aunque debido a la gravedad de esta intoxicación, se recomienda la administración de silimarina por vía intravenosa.
Posología
DOSIFICACIÓN:
– Adultos, oral: 1 taza/8 horas.
– Niños: No se ha evaluado la seguridad y eficacia de este medicamento.
MODO DE ADMINISTRACIÓN:
Las infusiones se preparan con una cucharada de postre en una taza a la que se le añade agua en ebullición. Se deja reposar 10 minutos y se cuela. Se puede endulzar con azúcar, miel o un edulcorante artificial.
Contraindicaciones
– Hipersensibilidad a cualquier componente de este producto.
Precauciones
No se han descrito.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– Advierta a su médico si está embarazada.
– Tómese media hora antes de las comidas.
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– El facultativo deberá controlar durante el tratamiento de la litiasis biliar o de la colelitiasis los valores de las transaminasas hepáticas (GOT, GPT y GGT) debido a que por su efecto colagogo/colerético puede producir cólicos biliares.
Interacciones
– Yohimbina, fentolamina. La silimarina disminuye los efectos de fármacos como la yohimbina o la fentolamina. En caso de administración conjunta, se deben reajustar las dosis de estos medicamentos.
– Dextrometorfano, nifedipino, anticoagulantes orales. La silibinina es un inhibidor del citocromo P450 por lo que puede aumentar los niveles plasmáticos de fármacos como el dextrometorfano, el nifedipino o los anticoagulantes orales y aumentar por tanto su actividad terapéutica y sus efectos secundarios.
En ensayos in vitro sobre hepatocitos humanos, se evaluaron los efectos de la silibinina sobre la actividad de los citocromos hepáticos. Los hepatocitos se incubaron con distintos medicamentos en un medio con un 3% de dimetilsulfóxido y un tampón fosfato 0.1 M, y a 37 ºC. A los medios de cultivo se les añadió silibinina o placebo a concentraciones de 3.7-300 µM.
Se comprobó que la silibinina apenas presentaba efecto sobre el metabolismo de eritromicina (CYP3A4), clorzoxazona (CYP2E1), fenitoína (CYP2C1), cafeína (CYP1A2) o cumarinas (CYP2A6), con una concentración inhibitoria 50 (CI50) superior a 200 µM. Por otra parte, esta sustancia tenía una gran afinidad por el CYP2D6 (dextrometorfano), pero sus efectos eran moderados (CI50=173 µM). Sí se comprobó sin embargo, que la silibinina era capaz de inhibir claramente el metabolismo de nifedipino (CYP3A4) y warfarina (CYP2C9), a CI50 que rondaban 30-50 µM.
Embarazo
No se han realizado ensayos clínicos en seres humanos, por lo que el uso de este medicamento sólo se acepta en caso de ausencia de alternativas terapéuticas más seguras.
Lactancia
Se ignora si los componentes de este medicamento son excretados en cantidades significativas con la leche materna, y si ello pudiese afectar al niño. Se recomienda suspender la lactancia materna o evitar la administración de este medicamento.
Niños
No se ha evaluado la seguridad y eficacia del cardo mariano en niños, por lo que no se recomienda su uso.
Efectos sobre la conducción
No se han descrito.
Reacciones adversas
Las reacciones adversas del cardo mariano son raras:
– Digestivas: Sólo en algunas ocasiones puede dar lugar a [DIARREA].
Sobredosis
No hay datos disponibles en la bibliografía que recojan casos de sobredosificación con este medicamento.
Referencias bibliográficas
– Beckmann-Knopp S, Rietbrock S, Weyhenmeyer R et al. Inhibitory effects of silibinin on cytochrome P-450 enzymes in human liver microsomes. Pharmacol Toxicol 2000; 86(6): 250-6.
– Blumenthal M, Goldberg A, Brinckmann J. Herbal Medicine, Expanded Commission E Monographs. Integrative Medicine Communications, Newton. First Edition, 2000; pp 257-63.
– Bruneton J. Eléments de Phytochimie et de Pharmacognosie. Technique et Documentation – Lavoisier, Paris. 1987; pp 167-8.
– Carretero E. Compuestos fenólicos: Sikimatos (II). Panorama Actual Med 2000; 24(233): 432-5.
– Dehmlow C, Erhard J, de Groot H. Inhibition of Kupffer cell functions as an explanation for the hepatoprotective properties of silibinin. Hepatology 1996; 23(4): 749-54.
– Ferenci P, Dragosics B, Dittrich H et al. Randomized controlled trial of silymarin treatment in patients with cirrhosis of the liver. J Hepatol 1989; 9(1): 105-13.
– Miller LG, Murray WJ. Herbal Medicinals, A Clinician’s Guide. Pharmaceutical Products Press, Binghamton. First Edition. 1998; pp 38-41, 48, 52, 56.
– Paris R, Moyse H. Précis de Matière Médicale. Masson & Cie, Paris. Deuxième Edition. 1971; Tome III, pp 456-7.
– PDR for Herbal Medicines. Medical Economics Company, Montvale. Second Edition, 2000; pp 516-20.
– Trease and Evans. Pharmacognosy. W.B. Saunders, Edinburgh. Fifteenth Edition. 2002; pp 45, 63, 250-1, 415-6, 455.
Fecha de aprobación/revisión de la ficha
2ª Revisión. 2003.
Partes usadas
Frutos libres del vilano, y en ocasiones la planta entera.
Descripción
Es una especie herbácea anual o bisanual, de gran porte, llegando a alcanzar por lo general de 70 a 150 cm de altura. Tiene un tallo erecto del que salen las hojas en diferentes niveles. Las inferiores son pinnatífidas, mientras que las superiores presentan unos lóbulos sinuosos. Estas hojas son glabras y brillantes, con unos márgenes espinosos y de color verde oscuro. En su superficie aparecen unas venas blancas, que le dan a la hoja un aspecto manchado. Tiene unos grandes capítulos florales solitarios y terminales, protegidos por unos tépalos de ápices agudos y espinosos. Las flores son de tipo tubular, con un color púrpura intenso y un ligero aroma.
Los frutos son aquenios pequeños (6-7 mm), arrugados transversalmente y provistos de un vilano largo y blanquecino. Su superficie es muy oscura y presenta unas motas grisáceas. Cerca del vértice del aquenio, donde se inserta el vilano, se observa un anillo de color amarillento.
Composición
– Flavanolignanos (0,7-3,0%). Se consideró en el pasado que el principio activo era una sustancia denominada silimarina. Posteriormente, se ha comprobado que la silimarina es una mezcla de compuestos, fundamentalmente silibinina, silicristina y silidianina, y en menor medida isosilibinas A y B, 3-desoxi-silicristina, silandrina, silimonina.
La silibinina, que es el compuesto más activo, se forma por una cicloadición entre la flavanona taxifolina y el alcohol coniferílico.
– Flavonoides. En los frutos aparecen flavonoides del grupo de las flavonas como la apigenina o el crisoeriol (flavona metoxilada), flavonoles como el quercetol, flavanonas como el eriodictiol, el naringetol o la taxifolina
– Esteroides (0,63%). Entre otros, aparecen colesterol, campesterol, estigmasterol y sitosterol.
– Lípidos (20-30%). Al ser la droga un fruto, presenta gran cantidad de sustancias de reserva energética en forma de aceite, con triglicéridos de ácidos grasos linoleico (60%), oleico (30%) y palmítico (9%).
– Proteínas (25-30%). En su composición destaca la amina tiramina.
– Polisacáridos heterogéneos. Presenta una pequeña cantidad de mucílago.
Acción y mecanismo
– Protector hepático. El cardo mariano se ha utilizado comúnmente como una planta protectora y correctora de la funcionalidad del hígado. Se desconoce si es capaz de estimular la producción y/o liberación de la bilis, aunque es estudios con animales se ha observado cierta actividad colagoga.
Tradicionalmente se ha utilizado como hepatoprotector, aunque no hay datos que lo demuestren. Sí se han realizado diversos estudios con la silimarina. En ensayos in vitro sobre hepatocitos ha demostrado presentar un efecto protector frente a sustancias hepatotóxicas como el tetracloruro de carbono, los lantánidos, la galactosamina o la tioacetamida, y frente a toxinas como la faloidina de Amanita phalloides.
Este efecto parece ser debido a una alteración de la permeabilidad de membrana, impidiendo el acceso de las toxinas al interior de las células. Por otra parte la silibinina disminuye la actividad de las células de Kupffer. La silibinina disminuye la producción de radicales superóxido y de óxido nítrico con una concentración inhibitoria 50 (CI50) de 80 micromoles/litro. También disminuye la síntesis de leucotrienos, al inhibir a la 5-lipooxigenasa con una CI50 de 15 micromoles/litro. Finalmente, la silibinina presenta unos efectos antioxidantes, disminuyendo el consumo de glutation y su oxidación.
Además, la silimarina actúa en ensayos in vitro como regenerador hepático. Incrementa la síntesis proteica en el hepatocito al estimular la actividad de la RNA polimerasa I, lo que se traduce en un aumento de la regeneración del parénquima hepático. Parece ser que la silibinina podría actuar como un esteroide, interaccionando directamente con la RNA polimerasa e induciendo la transcripción.
En un ensayo doble ciego, prospectivo y aleatorizado, con una duración de 4 años, se evaluó la eficacia de la silimarina en el tratamiento de la cirrosis hepática. Se seleccionaron 170 pacientes con cirrosis (91 con cirrosis alcohólica y 79 con cirrosis no alcohólica). Se asignaron aleatoriamente a los pacientes a un grupo tratamiento (87 pacientes) o a un grupo placebo (83 pacientes). Se administraron 140 mg de silimarina o de placebo 3 veces al día. Tras 4 años de empezar el tratamiento, se observó que en el grupo de la silimarina se produjeron 24 muertes (18 de las cuales relacionadas con la hepatopatía), mientras que en el grupo placebo hubo 37 muertes (con 31 de las mismas asociadas a la cirrosis). La tasa de mortalidad a los 4 años fue del 30-48% en el grupo del tratamiento y del 50-68% en el grupo placebo. Por lo tanto, quedó demostrado que este flavanolignano disminuía significativamente la mortalidad de los pacientes aquejados de cirrosis hepática.
Farmacocinética
– Absorción: La silimarina presenta una pobre biodisponibilidad por vía oral, y sólo accede a sangre el 20-50% de la dosis administrada, sufriendo una importante degradación a nivel gastrointestinal.
Indicaciones
– Indicaciones aprobadas por la Comisión E:
* Discinesia biliar. Estimulación de la secreción biliar en pacientes con mal funcionamiento hepático o biliar.
* Dispepsia. Tratamiento sintomático de digestiones difíciles.
– Indicaciones tradicionales:
* Hepatopatías. El cardo mariano ha sido empleado tradicionalmente como coadyuvante para mejorar el funcionamiento hepático y para proteger el hepatocito en caso de enfermedades como ictericia, hepatitis o cirrosis hepática. Sin embargo, no hay datos científicos que demuestren que esta planta sea eficaz para dichos procesos.
* Litiasis biliar.
Posología
DOSIFICACIÓN:
– Adultos, oral:
* Droga: 3 g/150 ml, 2-3 veces al día.
* Extracto fluido (1:1): 1,25-2,5 ml, 1-3 veces al día.
* Extracto seco (5:1): 0,5-1 g diario.
* Tintura (1:10): 2,5-5 ml, 1-3 veces al día.
Si los síntomas continúan o empeoran durante la utilización del cardo mariano, se aconseja consultar al médico o farmacéutico.
– Niños, oral: No se ha evaluado la seguridad y eficacia del cardo mariano en niños.
NORMAS PARA LA CORRECTA ADMINISTRACIÓN:
Se recomienda administrar el cardo mariano media hora antes de las comidas para incrementar la secreción de bilis inducida por los alimentos.
Contraindicaciones
– Hipersensibilidad al cardo mariano. Se han descrito casos de hipersensibilidad cruzada entre distintas especies de la familia de las compuestas, por lo que personas alérgicas a otras plantas de esta familia (alcachofa, caléndula, manzanillas) deberán evitar utilizar el cardo mariano.
– Obstrucción de los conductos biliares. El aumento de la producción y/o la secreción de bilis podría desencadenar un cólico biliar en pacientes con obstrucción de los conductos biliares, así como en colangitis, por lo que se recomienda evitar la utilización de especies colagogas o coleréticas en este caso.
Precauciones
– Hipertensión arterial. El cardo mariano podría aumentar la presión arterial debido a la amina vasoconstrictora tiramina. Se aconseja que los pacientes hipertensos usen con precaución esta droga, y si se apreciase un descontrol de la presión arterial, acudan a su médico o farmacéutico.
– Litiasis biliar. Aunque el cardo mariano se ha utilizado comúnmente para favorecer la eliminación de cálculos biliares, no se ha podido demostrar una actividad colagoga o colerética. Esta eficacia se basa en la tradición, por lo que se recomienda evaluar periódicamente la eficacia del tratamiento, suspendiéndolo si no se apreciase una mejora significativa.
Por otra parte, debe tenerse en cuenta que el posible aumento del drenaje de la vesícula biliar podría traer aparejada una obstrucción de los conductos biliares si el tamaño del cálculo fuera excesivamente grande. Se aconseja utilizar el cardo mariano con mucha precaución en estos pacientes, controlando periódicamente los niveles de transaminasas hepáticas, sobre todo de la GGT. En caso de aparecer dolor abdominal de origen desconocido, o un incremento significativo de las transaminasas, se recomienda suspender el tratamiento y reevaluar al paciente.
– Hepatopatías graves como cirrosis o hepatitis. Se debe tener en cuenta que el uso del cardo mariano como tal en caso de enfermedad hepática se basa en la tradición y no existe indicios científicos que avalen dicha utilización. Por lo tanto, y a pesar de la eficacia contrastada de la silimarina, se recomienda evitar la utilización del cardo mariano por estos pacientes sin antes ponerlo en conocimiento de su médico. La eficacia del tratamiento se debe evaluar periódicamente, y si no se apreciase una mejoría significativa, se recomienda suspender el tratamiento. De igual manera, el cardo mariano nunca deberá sustituir a otros tratamientos prescritos por el facultativo para el tratamiento de estos procesos.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– Se aconseja administrar el cardo mariano media hora antes de las comidas.
– Si los síntomas continúan o empeoran durante la utilización de cardo mariano, consultar al médico o farmacéutico.
– La utilización de plantas estimulantes de la producción y/o secreción de bilis debe realizarse bajo estricto control médico en caso de litiasis biliar.
– Se recomienda vigilar la presión arterial en pacientes hipertensos.
– Se aconseja avisar al médico si aparece dolor abdominal de origen desconocido.
– La utilización del cardo mariano en cálculos biliares y enfermedades hepáticas graves se basa en la tradición, por lo que se aconseja emplearlo en este caso con extrema precaución, y sólo con conocimiento del médico. El cardo mariano nunca debe sustituir a otros fármacos prescritos por el médico para el tratamiento de dichas enfermedades.
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– Se recomienda controlar los niveles de transaminasas, especialmente los de GGT, durante el tratamiento de la litiasis biliar.
– En caso de posible obstrucción de los conductos biliares (aumento de transaminasas, dolor abdominal), se suspenderá el tratamiento y evaluará al paciente.
– La utilización del cardo mariano en cálculos biliares y enfermedades hepáticas graves se basa en la tradición. Se recomienda evaluar periódicamente la eficacia del tratamiento, y suspenderlo en el caso de que no se apreciase una mejora significativa.
Interacciones
No se han registrado casos de interacciones medicamentosas clínicamente significativas entre el cardo mariano y otros principios activos. No obstante, se conocen varias posibles interacciones para los principios activos del cardo mariano, aunque no se puede establecer un paralelismo con la propia droga. No obstante, se recomienda tener precaución al combinar el cardo mariano con los siguientes fármacos:
– Fármacos metabolizados por el citocromo P450. Existen algunos datos que parecen indicar que la silibinina se comporta como un potente inhibidor de ciertas isoformas del citocromo P450, por lo que podría incrementar los niveles plasmáticos de los fármacos que se metabolizan por este sistema enzimático, con el consiguiente riesgo de toxicidad.
En ensayos in vitro realizados sobre hepatocitos humanos, se evaluaron los efectos de la silibinina sobre la actividad de los citocromos hepáticos. Los hepatocitos se incubaron con distintos medicamentos en un medio con un 3% de dimetilsulfóxido y un tampón fosfato 0,1 M, y a 37 ºC. A los medios de cultivo se les añadió silibinina o placebo a concentraciones de 3,7-300 micromoles/litro.
Se comprobó que la silibinina era capaz de inhibir de forma moderada el metabolismo del dextrometorfano (CYP2D6), mientras que reducía de forma intensa el de nifedipino (CYP3A4) y warfarina (CYP2C9). Por su parte, apenas presentaba efectos sobre el metabolismo de eritromicina (CYP3A4), fenitoína (CYP2C1), cafeína (CYP1A2) u otras cumarinas (CYP2A6).
– IMAO. El cardo mariano presenta un importante contenido en tiramina, por lo que podría dar lugar a crisis hipertensivas importantes en pacientes tratados con un IMAO. Se recomienda evitar la asociación.
Embarazo
No se dispone de estudios adecuados y bien controlados en mujeres embarazadas, por lo que la utilización del cardo mariano durante el embarazo sólo se acepta en el caso de que no existiendo alternativas terapéuticas más seguras, los beneficios superen a los posibles riesgos.
Lactancia
Se desconoce si los componentes del cardo mariano se excretan con la leche materna, y las posibles consecuencias que esto pudiera tener para el lactante. Se aconseja suspender la lactancia materna o evitar la utilización de cardo mariano durante la lactancia.
Niños
No se ha evaluado la seguridad y eficacia del cardo mariano en niños por lo que no se recomienda su uso.
Ancianos
No se han descrito problemas específicos en ancianos.
Reacciones adversas
Las reacciones adversas del cardo mariano son raras:
– Digestivas. En algunas ocasiones puede producirse diarrea.
Sobredosis
Síntomas: No se dispone de experiencia clínica en sobredosis con cardo mariano.
Tratamiento: Se instaurará un tratamiento sintomático.
En caso de sobredosis o ingestión accidental, acudir a un centro médico o consultar al Servicio de Información Toxicológica, indicando el producto y la cantidad ingerida.
Fecha de aprobación/revisión de la ficha
Septiembre, 2008.