Tosidrin 10 mg/ml gotas 15 ml
Acción y mecanismo
– [ANTITUSIVO]. La dihidrocodeína actúa a nivel central, produciendo la depresión del centro medular de la tos al disminuir la producción de taquicininas, los principales neurotransmisores de las fibras C, que constituyen dicho centro de control. Se desconoce cómo ejerce dicho efecto.
– [ANALGESICO OPIOIDE]. La dihidrocodeína es un agonista de los receptores opiáceos µ del SNC, cuya estimulación parece interrumpir las vías de dolor. Los efectos analgésicos de la dihidrocodeína son mucho menores que los de la morfina, y aparecen a dosis mucho mayores de las empleadas como antitusivo, aunque son más potentes que los de la codeína.
– [ANTIDIARREICO]. La dihidrocodeína actúa como agonista de receptores µ, impidiendo la liberación de acetilcolina y prostaglandinas en el plexo mientérico de Auerbach, lo que da lugar a la inhibición del tránsito intestinal. Al aumentar el tiempo de contacto con la mucosa intestinal, favorece la absorción de agua y aumenta la consistencia de las heces.
Farmacocinética
Vía oral:
– Absorción: Tras su administración oral, se absorbe bien y rápidamente en el intestino. Aunque la cantidad absorbida en el intestino es de cerca del 90%, la biodisponibilidad es de sólo el 21% debido a un intenso efecto de primer paso hepático.
– Distribución: La dihidrocodeína se excreta en leche y es capaz de atravesar la placenta.
– Metabolismo: La dihidrocodeína se metaboliza en el hígado intensamente, fundamentalmente por reacciones de conjugación. Los principales metabolitos que aparecen en plasma son las formas conjugadas de la 6-dihidrocodeína (28-31%), junto con la norhidrocodeína (16-20%), conjugado de 6-norhidrocodeína (5-6%), conjugado de 3 ó 6-dihidromorfina (1-8%) y dihidromorfina (0,1-0,5%).
– Eliminación: La dihidrocodeína se elimina mediante metabolismo y posterior excreción en orina. En la orina aparece hasta un 30% de la dosis inalterada. Su semivida es de 3,3-5,8 horas.
Indicaciones
– [TOS SECA]. Tratamiento sintomático de la tos improductiva de cualquier índole, sobre todo en las afecciones de las vías respiratorias, como faringitis, laringitis, traqueitis, bronquitis y tosferina, así como en la tos del enfisema y de la tuberculosis pulmonar.
Posología
DOSIFICACIÓN:
– Gotas:
La presentación en gotas tiene una concentración de 10 mg/ml.
*Adultos: 20 a 30 gotas/4-5 veces al día.
*Niños: 2 a 3 gotas por año de edad/4-5 veces al día.
Se puede administrar este medicamento directamente o disuelto en otro líquido. Administrar preferentemente después de las comidas.
-Jarabe:
La presentación en jarabe tiene una concentración de 12 mg/5ml
La dosis a administrar y la duración del tratamiento será decidida por el médico, en función de la severidad de los síntomas.
*Lactantes (4-12 meses): 1/4 cucharadita hasta 3 veces al día.
*Niños de 2-5 años: 1/4-1/2 cucharadita hasta 3 veces al día.
*Niños de 6-12 años: 1/2-1 cucharadita hasta 3 veces al día.
*Adultos: 1-2 cucharaditas hasta 3 veces al día.
* Niños menores de 4 meses: No se ha evaluado la seguridad y eficacia, por lo que no se recomienda su utilización.
La suspensión del tratamiento se realizará de forma paulatina, para evitar la aparición de un síndrome de abstinencia.
Contraindicaciones
– Hipersensibilidad a cualquier componente del medicamento o [ALERGIA A OPIOIDES].
– [DEPRESION RESPIRATORIA]. La dihidrocodeína podría agravar el proceso, por lo que se recomienda evitar su utilización en pacientes con depresión respiratoria o estados comatosos
– Diarreas sanguinolentas causadas por microorganismos invasivos como cepas enteroinvasivas de Escherichia coli, Salmonella o Shigella, o en el caso de [COLITIS PSEUDOMEMBRANOSA], causada por antibióticos de amplio espectro. En estas situaciones no se aconseja la utilización de dihidrocodeína, ya que al inhibir el peristaltismo podría aumentar el tiempo de contacto entre la mucosa intestinal y las toxinas microbianas, aumentando el daño. En caso de diarreas bacterianas podría ser necesario en ocasiones administrar antibióticos.
– Situaciones en las que se quiera evitar la inhibición del peristaltismo, como [ESTREÑIMIENTO], [ILEO PARALITICO] o [DISTENSION ABDOMINAL], ya que la dihidrocodeína podría agravar el proceso. En caso de que aparezca cualquiera de estos síntomas, se aconseja suspender el tratamiento.
Precauciones
– [INSUFICIENCIA RENAL]. En estos pacientes podría aumentarse la semivida de la dihidrocodeína, por lo que podría ser preciso un reajuste posológico.
– [INSUFICIENCIA HEPATICA]. Debido al intenso metabolismo hepático de la dihidrocodeína, podría producirse un aumento de la semivida en situaciones de insuficiencia hepática. Se recomienda extremar las precauciones y si fuera necesario, reajustar la posología.
– [INSUFICIENCIA RESPIRATORIA]. La dihidrocodeína podría dar lugar en ocasiones a depresión respiratoria, por lo que puede empeorar el estado de pacientes con [ASMA], [ENFERMEDAD PULMONAR OBSTRUCTIVA CRONICA], [ENFISEMA PULMONAR] u otros procesos respiratorios. Se recomienda vigilar cuidadosamente a estos pacientes y suspender el tratamiento en caso de empeoramiento de la funcionalidad respiratoria.
– Tos persistente. Se recomienda extremar las precauciones en pacientes con tos crónica, como la que acompaña a tabaquismo, enfisema, asma, o en caso de [TOS PRODUCTIVA], debido a que al inhibir el reflejo de la tos, podría alterar la expectoración y aumentar la resistencia de las vías respiratorias. Se debe acudir al médico si la tos persiste por un período superior a una semana, o si va acompañada por fiebre alta, erupciones cutáneas o cefalea persistente.
– [COLICO BILIAR]. La morfina se ha asociado con la aparición de espasmos del esfínter de Oddi, por lo que podría empeorar el dolor en caso de cólico biliar. Se desconoce si la dihidrocodeína podría presentar el mismo efecto, pero se recomienda extremar las precauciones.
– [COLITIS ULCEROSA] o [SIDA]. En pacientes con colitis ulcerosa o SIDA, la administración de fármacos inhibidores de la motilidad intestinal se ha asociado con un aumento de la incidencia de megacolon tóxico, por lo que se aconseja extremar las precauciones y suspender el tratamiento en el caso de que aparezca distensión abdominal u otro síntoma como dolor abdominal intenso, náuseas, vómitos o pérdida de apetito.
– Dependencia. La dihidrocodeína podría dar lugar a fenómenos de dependencia, aunque en mucha menor medida que otros opioides como la morfina. No obstante, se recomienda extremar las precauciones y vigilar al paciente, sobre todo a los niños, por si apareciesen síntomas de abuso, tales como cambios de humor, modificación de los hábitos o de la apariencia de la persona, fracaso escolar, abuso de grandes cantidades de productos para la tos, desaparición de medicamentos del botiquín de casa o aparición de los mismos en la habitación del niño.
ADVERTENCIAS SOBRE EXCIPIENTES:
– Este medicamento contiene etanol. Se recomienda revisar la composición para conocer la cantidad exacta de etanol por dosis.
* Cantidades inferiores a 100 mg/dosis se consideran pequeñas y no suelen ser perjudiciales, especialmente en niños.
* Cantidades superiores a 100 mg/dosis pueden resultar perjudiciales para personas con [ALCOHOLISMO CRONICO], y deberá ser tenido en cuenta igualmente en mujeres embarazadas y lactantes, niños, y en grupos de alto riesgo, como pacientes con [HEPATOPATIA] o [EPILEPSIA].
* Cantidades superiores a 3 g/dosis podrían disminuir la capacidad para conducir o manejar maquinaria, y podría interferir con los efectos de otros medicamentos.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– No es aconsejable sobrepasar las dosis recomendadas, ya que no se esperan mayores beneficios y existe mayor riesgo de reacciones adversas.
– Puede provocar somnolencia, por lo que se recomienda tener precaución a la hora de conducir, y no combinarlo con fármacos u otras sustancias sedantes como el alcohol.
– Se debe notificar al médico cualquier cambio del comportamiento o del humor del paciente. De igual manera, se debe acudir al médico si el paciente describe dolor abdominal intenso, náuseas, vómitos o pérdida de apetito.
– En caso de tratamientos prolongados, se debe suspender la administración de la dihidrocodeína paulatinamente.
– Se debe avisar al médico si el paciente está en tratamiento con antidepresivos.
– Si tras un período de tratamiento de una semana la tos continúa o se acompaña de cefalea intensa, fiebre o erupción cutánea, se aconseja acudir al médico.
– Se aconseja beber abundante cantidad de agua durante el tratamiento.
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– Se recomienda vigilar al paciente por si apareciesen signos de abuso.
– En caso de dolor abdominal intenso, náuseas, vómitos o pérdida de apetito se aconseja suspender el tratamiento, ante el riesgo de un megacolon tóxico.
– Se debe evitar la asociación de dihidrocodeína con antidepresivos, dejando transcurrir al menos 14 días de descanso entre la administración de ambos fármacos.
Interacciones
– Anticolinérgicos. Podría producirse un aumento del riesgo de estreñimiento intenso, incluso íleo, y/o retención urinaria.
– Expectorantes y mucolíticos. La inhibición del reflejo de la tos podría dar lugar a una obstrucción pulmonar en caso de aumento del volumen o de la fluidez de las secreciones bronquiales.
– IMAO. Se han descrito algunos casos en pacientes predispuestos de reacciones adversas graves y potencialmente fatales al combinar IMAO con analgésicos opioides. Estos efectos podrían deberse a la potenciación de los efectos narcóticos por inhibición del metabolismo hepático del opiáceo por parte del IMAO. Aunque estos efectos no se han observado con la dihidrocodeína, no se pueden descartar, por lo que se recomienda evitar la asociación y no administrar dihidrocodeína hasta pasados al menos 14 días del tratamiento con el antidepresivo.
– Sedantes (alcohol, analgésicos opioides, anestésicos generales, antihistamínicos H1, antipsicóticos, barbitúricos, benzodiazepinas). Podrían potenciarse los efectos depresores centrales.
Embarazo
Categoría C de la FDA. No hay estudios adecuados y bien controlados en humanos. Sin embargo, la dihidrocodeína es capaz de atravesar la placenta, aunque su utilización como antitusivo en mujeres embarazadas no ha dado lugar a reacciones adversas.
Por otra parte, la utilización de dihidrocodeína a dosis altas cerca del parto se ha asociado con intensa depresión respiratoria neonatal y síndrome de abstinencia neonatal, caracterizado por irritabilidad, llanto excesivo, temblores, hiperreflexia, fiebre, vómitos y diarrea.
Por lo tanto, el uso de este medicamento sólo se acepta en el caso de alternativas terapéuticas más seguras, y siempre que los beneficios superen los posibles riesgos. No se aconseja emplearla antes del parto si se espera que el niño sea prematuro. En caso de utilización, se recomienda vigilar estrechamente al recién nacido, y si se observase la aparición de depresión respiratoria grave, se procederá a administrar naloxona.
Lactancia
La dihidrocodeína y sus metabolitos se excretan con la leche materna, aunque se desconoce si las cantidades alcanzadas podrían afectar negativamente al lactante. Se recomienda suspender la lactancia materna o evitar la administración de este medicamento. Algunos expertos recomiendan interrumpir la lactancia hasta pasadas 4-6 horas de la administración del fármaco.
Niños
No se ha evaluado la seguridad y eficacia de la dihidrocodeína en niños menores de cuatro meses, por lo que no se recomienda su utilización. Los opiáceos antitusivos han sido utilizados tradicionalmente en niños, en los que se ha observado una mayor sensibilidad a los efectos depresores respiratorios, y también a la excitación paradójica. Se recomienda por lo tanto emplear la dihidrocodeína con cuidado en niños y no sobrepasar las dosis diarias recomendadas.
Ancianos
En pacientes ancianos suele existir una disminución fisiológica de la funcionalidad hepática y renal, por lo que puede producirse una acumulación de la dihidrocodeína. Los pacientes ancianos son por lo tanto más propensos a los efectos adversos de la dihidrocodeína y a la depresión respiratoria, por lo que podría ser necesario un reajuste posológico.
Efectos sobre la conducción
La dihidrocodeína puede dar lugar a una sedación ligera en determinados pacientes, afectando sustancialmente a la capacidad para conducir y/o manejar maquinaria. Los pacientes deberán evitar manejar maquinaria peligrosa, incluyendo automóviles, hasta que tengan la certeza razonable de que el tratamiento farmacológico no les afecta de forma adversa.
Reacciones adversas
La dihidrocodeína no suele dar lugar a reacciones adversas importantes cuando se emplea a las dosis normales como antitusivo. Sin embargo, pueden producirse reacciones adversas más serias a altas dosis. Se han descrito las siguientes reacciones adversas con dihidrocodeína:
– Digestivas. Ocasionalmente pueden aparecer [NAUSEAS], [VOMITOS] y [ESTREÑIMIENTO].
– Cardiovasculares. Se han descrito casos muy raros de presencia de [INSUFICIENCIA CIRCULATORIA] aguda o [ANGINA DE PECHO].
– Neurológicas/psicológicas. Puede aparecer [SOMNOLENCIA] o [MAREO]. Mucho más rara es la presencia de [CEFALEA] y [EUFORIA].
– Respiratorias. A dosis elevadas podría aparecer [DEPRESION RESPIRATORIA] con [DISNEA].
– Genitourinarias. [RETENCION URINARIA].
– Alérgicas/dermatológicas. Es raro que aparezca [PRURITO] y [URTICARIA].
– Oftalmológicas. Muy rara la aparición de [MIOSIS] y [ESCOTOMA].
– Generales. [ASTENIA].
Sobredosis
Síntomas: En caso de ingestión de dosis elevadas, podría aparecer un cuadro similar a la sobredosis morfínica, con distintos grados de depresión nerviosa, desde somnolencia hasta estupor y coma. Puede ir acompañado de vómitos, cefalea, retención de orina y estreñimiento. En casos más graves puede aparecer cianosis, hipoxia, piel fría, pérdida del tono del músculo esquelético, arreflexia, depresión respiratoria, bradicardia, hipotensión y espasmos.
Tratamiento: El antídoto contra la intoxicación por dihidrocodeína es la naloxona intravenosa, que evitará la depresión respiratoria. Debido a que los efectos de la dihidrocodeína son más prolongados que los de la naloxona, puede ser precisa la administración de una segunda dosis del antagonista opiáceo.
En caso de sobredosis se procederá a favorecer la eliminación del fármaco con las medidas habituales, tales como lavado gástrico con aspiración, seguido de la administración de carbón activo. Si el fármaco ya se ha absorbido, se instaurará un tratamiento sintomático. Se procederá a mantener abiertas las vías respiratorias, instaurando la respiración asistida si fuera necesario.
Dopajes
Está prohibido durante la competición en ciertos deportes. La detección se realizará por análisis de aliento y/o de la sangre. El umbral de violación de norma antidopaje de cada Federación se indica entre paréntesis (valores hematológicos): automovilismo: 0,10 g/l, bolos: 0,10 g/l, deportes aéreos: 0,20 g/l, kárate: 0,10 g/l, motociclismo: 0,10 g/l, motonaútica: 0,30 g/l, pentatlón moderno en disciplinas con tiro: 0,10 g/l, tiro con arco: 0,10 g/l.
El alcohol se considera sustancia específica y, por tanto, una violación de la norma en la que esté involucrada esta sustancia puede ocasionar una reducción de sanción siempre y cuando el deportista pueda demostrar que el uso de la sustancia específica en cuestión no fue con intención de aumentar su rendimiento deportivo.
Referencias bibliográficas
– AHFS Drug Information. American Society of Health-system Pharmacists, Bethesda. 44th Edition, 2002.
– British National Formulary. British Medical Association, London. 44th Edition, 2002.
– Drug Facts and Comparisons. Facts and Comparison, Saint Louis. 57th Edition, 2003.
– Ficha técnica, dihidrocodeína (Paracodina, Abbott, 2004).
– Martindale. The Complete Drug Reference. Pharmaceutical Press, London. 33th Edition, 2002.
– Micromedex.
– PDR. Thomson, Montvale. 57th Edition, 2003.
– United States Pharmacopoeia, Dispensation Information. 14th Edition, 1994.
Fecha de aprobación/revisión de la ficha
Junio, 2005.