Triglicéridos
Los triglicéridos son grasas neutras constituidas por un alcohol, el glicerol, combinado con tres moléculas de ácidos grasos, sintetizadas a partir de productos resultantes de la digestión de la grasa aportada por la dieta.
La hipertrigliceridemia se define como el aumento del nivel de concentración de los triglicéridos en la sangre.
La hipertrigliceridemia es una forma frecuente de dislipidemia, que a su vez se entiende como un trastorno de la concentración de los lípidos en la sangre. Los lípidos son compuestos químicos insolubles en agua, pero solubles en cloroformo y alcohol, importantes componentes de la dieta alimenticia por su elevado valor energético y porque se asocian con vitaminas y ácidos grasos esenciales. Entre los lípidos se incluyen las grasas, los esteroides, los fosfolípidos y los glucolípidos.
La hipertrigliceridemia se asocia con frecuencia con una enfermedad coronaria prematura, definida como la ocurrencia de un infarto de miocardio antes de los 55 años de edad en los hombres y de los 65 años en las mujeres.
La hipertrigliceridemia se correlaciona fuertemente con la presencia en la sangre de partículas densas de colesterol LDL ("colesterol malo") y reducción del colesterol HDL ("colesterol bueno"), circunstancias que se asocian también con la enfermedad coronaria prematura.
Efectos de la hipertrigliceridemia
Son varios los trastornos genéticos que condicionan hipertrigliceridemia:
- La hiperlipidemia familiar combinada (afecta al 1% de la población).
- La dislipidemia residual en pacientes con diabetes tipo 2 bien controlada (afecta a más del 5% de la población).
- La hipoalfalipoproteinemia familiar (afecta al 1% de la población).
Cada uno de estos tres trastornos comparten hechos del llamado síndrome metabólico. Conjuntamente, estos tres trastornos se consideran responsables de más del 50% de los casos de enfermedad coronaria prematura.
La obesidad (sobre todo la obesidad central) se asocia con niveles elevados de triglicéridos y descenso del colesterol HDL ("colesterol bueno").
Otras anormalidades que pueden condicionar el desarrollo de una hipertrigliceridemia secundaria son la diabetes incontrolada y el consumo de alcohol.
Los pacientes con niveles de trigliceridemia por encima de los 2000 mg por decilitro (22,6 milimoles por litro) casi siempre tienen ambas formas de hipertrigliceridemia, la genética y la secundaria.
La combinación de una hipertrigliceridemia con un aumento llamativo de la circunferencia de la cintura puede ser el mejor marcador de resistencia a la insulina (diabetes) y de riesgo de enfermedad coronaria que la hipertrigliceridemia sola.
Un análisis en ayunas del perfil lipídico es la prueba de laboratorio necesaria para el diagnóstico de la hipertrigliceridemia.
Tratamiento
Para el tratamiento de la hipertrigliceridemia con riesgo de enfermedad coronaria prematura, la modificación del estilo de vida (reducción del peso corporal) y la medicación son las medidas básicas. Dejar de fumar se asocia con una mejoría en los niveles de lípidos en sangre.
Cuando los niveles de triglicéridos en sangre sobrepasan los 1.000 a 1.500 mg por decilitro (11,3 a 16,9 milimoles por litro) el paciente suele ser tratado con fibratos (Gemfibrozil 600 mg dos veces al día, o Fenofibrato , 145 mg una vez al día) para reducir el riesgo de pancreatitis. Los beneficios de este tratamiento para las elevaciones leves y moderadas de los triglicéridos son menos claros.
Los pacientes con hipertrigliceridemia muy elevada (por encima de 2000 mg por decilitro) no deben beber alcohol.
El ácido nicotínico (1.500 – 2000 mg una vez al día) en combinación con otros fármacos como las estatinas se ha mostrado eficaz en reducir la progresión de la ateroesclerosis en pacientes con hipertrigliceridemia y riesgo de enfermedad coronaria prematura.
Bajar los triglicéridos por plantas medicinales
La alcachofera (hojas): ayuda a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos. Favorece la producción de bilis. Se puede tomar en forma de infusión aunque debido a que es muy amarga la mayoría de las personas la combinan con otras plantas como la Menta Piperita (de las pocas plantas hepáticas que tiene buen sabor). Otra opción sería tomarla en forma de gotas o cápsulas (de venta en farmacias y herbolarios).
La cúrcuma: es una especia ideal en estos casos ya que además de ser ideal para combatir el colesterol también favorece el control del nivel de azúcar o glucosa en sangre (importantísimo para no metabolizar su exceso en forma de triglicéridos). Se puede añadir a los alimentos o tomar en forma de tableta.
Las semillas de lino (linaza): ayuda de varias maneras, es rica en ácidos grasos Omega 3, favorece el aumento del colesterol bueno, rico en fibra (dificulta absorción de grasas y azúcares) y tiene un efecto saciante que ayuda a comer un poco menos a las personas que necesitan perder peso.
La lecitina de soja (soya): emulsiona (infla) las grasas del torrente sanguíneo y favorece su posterior eliminación del cuerpo. Puede ayudar, en cambio, a aumentar el colesterol (HDL). Se consigue en diferentes formatos (granulado, perlas y cápsulas).
Recomendaciones generales para bajar los triglicéridos
- Aumenta el consumo de fibra: toma pan integral, una cucharada de avena integral en medio vaso de agua en ayudas. Toma fruta (manzana, naranjas, peras, piña, etc. Toma también muchas verduras.
- Reduce el consumo de cereales, arroz, pasta, panes, etc:
- Limita el consumo de azúcares: nada de bebidas con gas, nada de dulces (gominolas, bizcochos, galletas, etc.), toma cosas naturales, no envasadas.
- Cuida el tipo de grasas que consumas.
- Haz ejercicio. Eso te ayudará a mantenerte en forma y hacer que el organismo se deshaga de aquello que no necesita o que había estado acumulando y, por ende, también se deshará de los triglicéridos de más que tenemos.