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Quinidina

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Acción y mecanismo

Antiarrítmico de tipo Ia. Reduce la velocidad
de transmisión del impulso nervioso por bloqueo de los canales
de sodio. Tambien posee actividad anticolinérgica intrínseca y
propiedades antimaláricas.

Farmacocinética

Vía (Oral): Los parámetros farmacocinéticos varían considerablemente dependiendo de la sal y de la formulación utilizadas. Su biodisponibilidad es del 75%. Es absorbido rápidamente (Tmáx: 1.5 h). Los alimentos pueden retrasar la absorción oral. El grado de unión a proteínas plasmáticas es del 80-90%. Es metabolizado en el hígado (algunos de sus metabolitos con actividad farmacológica), siendo eliminado mayoritariamente con la orina, 10-40 % en forma inalterada dependiendo del pH de la orina: aumenta la excreción a pH < 6.
Su semivida de eliminación es de 4-10 h, (hasta 16 en insuficiencia renal). La fracción de la dosis eliminable mediante hemodiálisis es muy pequeña.

Indicaciones

[FIBRILACION AURICULAR] – Fibrilación auricular.
– Flutter auricular: permanente o paroxístico.
[TAQUICARDIA PAROXISTICA]: taquicardia paroxística supraventricular y ventricular no asociada a bloqueo AV completo.
-[EXTRASISTOLE] Extrasístoles: de tipo auricular o ventricular.
– Restauración del ritmo sinusal por choque eléctrico: tratamiento de mantenimiento.

Posología

Vía oral, sulfato:
– Adultos: Dosis de prueba de 200 mg varias horas antes de comenzar el tratamiento. Dosis usual: 10-20 mg/kg/día en 4-6 tomas. Conversión de la fibrilación auricular: 200 mg/2-3 h, incrementando diariamente hasta restablecimiento del ritmo sinusal o toxicidad. Taquicardias paroxísticas supraventriculares: 400-600 mg/2-3 h hasta remisión de los síntomas. Extrasístoles auriculares y ventriculares: 200-300 mg/6-8 h. Arritmias cardíacas: no exceder los 3-4 g diarios.
– Niños: la seguridad no ha sido totalmente establecida, por lo tanto se reservará a casos imprescindibles según criterio médico. Dosis usual en arritmias cardíacas: 30 mg/kg (900 mg/m2) divididas en 5 tomas.
Vía oral, poligalacturonato:
– Adultos: dosis usual entre 275 mg y 825 mg, administrando una segunda dosis a las 3 ó 4 horas si es necesario. Dosis de mantenimiento: 275 mg 2 ó 3 veces al día.

Contraindicaciones

– Alergia al medicamento.
– [BLOQUEO CARDIACO DE SEGUNDO GRADO] y [BLOQUEO CARDIACO DE TERCER GRADO].
– [ARRITMIA CARDIACA] inducidas por digitálicos.
– [ASMA].
– [INSUFICIENCIA CARDIACA].
– Cuadros que cursen con [RETENCION URINARIA], [MIASTENIA GRAVE], [GLAUCOMA EN ANGULO ESTRECHO], [LUPUS ERITEMATOSO SISTEMICO].

Precauciones

– [ALETEO AURICULAR] o [FIBRILACION AURICULAR]: precisan una digitalización previa.
– arritmias sinusales (síndrome de taquicardia-bradicardia),
– [SINDROME DE WOLFF-PARKINSON-WHITE].
– [DEFICIENCIA DE GLUCOSA -6- FOSFATO DESHIDROGENASA]: riesgo anemia hemolítica.
– [HIPOTENSION].
– [INSUFICIENCIA MEDULAR], [ANEMIA], [LEUCOPENIA], [NEUTROPENIA]: Deberán realizarse con frecuencia una monitorización hematológica en estos pacientes.
– [INSUFICIENCIA HEPATICA] y/o [INSUFICIENCIA RENAL]: Deberá modificarse la dosificación.
– [HIPOPOTASEMIA]: reduce la eficacia de los antiarrítmicos de la clase Ia.
– [REACCIONES DE FOTOSENSIBILIDAD]: No es recomendable una exposición prolongada al sol ante el riesgo de que puedan producirse manifestaciones de fotosensibilidad.

Interacciones

– Acido acetilsalicílico: hay algún estudio en el que se ha registrado posible potenciación de la toxicidad por adición de sus efectos antiagregantes plaquetarios.
– Alcalinizantes urinarios (magaldrato, sodio bicarbonato): hay estudios en los que se ha registrado disminución de la cantidad de quinidina eliminada, con posible potenciación de su acción y/o toxicidad.
– Amantadina: hay un estudio en el que se registrado potenciación de la toxicidad de amantadina, por posible disminución de su excreción renal.
– Amilorida: hay algún estudio en el que se ha registrado posible potenciación de la toxicidad de quinidina (taquicardia ventricular), por aumento del bloqueo de los canales de sodio, inducido por amilorida.
– Antiarrítmicos (ajmalina, disopiramida, flecainida, mexiletina, procainamida, propafenona): hay estudios en los que se ha registrado aumento de los niveles plasmáticos del antiarrítmico, con posible potenciación de su acción y/o toxicidad, por inhibición de su metabolismo hepático.
– Anticoagulantes orales (warfarina): hay estudios en los que se ha registrado posible potenciación de la acción anticoagulante, por inhibición de la síntesis de factores de coagulación vitamina K dependientes, a nivel hepático.
– Antidepresivos tricíclicos (imipramina, nortriptilina): hay estudios en los que se ha registrado aumento de los niveles plasmáticos del antidepresivo, con posible potenciación de su acción y/o toxicidad, por inhibición de su metabolismo hepático.
– Antifúngicos azólicos (itraconazol, ketoconazol): hay algún estudio en el que se ha registrado aumento de los niveles plasmáticos de quinidina, con posible potenciación de su acción y/o toxicidad, por inhibición de su metabolismo hepático.
– Betabloqueantes (atenolol, metoprolol, propranolol, timolol): hay estudios en los que se ha registrado aumento de los niveles plasmáticos de betabloqueante, con posible potenciación de su acción y/o toxicidad, por inhibición de su metabolismo hepático y por adición de sus efectos inotrópicos negativos.
– Bloqueantes neuromusculares (suxametonio, tubocurarina): hay estudios en los que se ha registrado potenciación de la acción y/o toxicidad del bloqueante neuromuscular.
– Caolín: hay algún estudio en el que se ha registrado reducción de los niveles plasmáticos de quinidina, con posible inhibición de su efecto, por reducción de su absorción oral.
– Codeína: hay algún estudio en el que se ha registrado posible inhibición del efecto analgésico de codeína al inhibirse su metabolismo hepático e impedirse así su transformación a morfina (metabolito activo).
– Dextrometorfano: hay estudios en los que se ha registrado aumento de los niveles plasmáticos del dextrometorfano, con posible potenciación de su acción y/o toxicidad, por inhibición de su metabolismo hepático.
– Digoxina: hay estudios en los que se ha registrado aumento de los niveles plasmáticos de digoxina, con posible potenciación de su acción y/o toxicidad, por disminución de su excreción renal y posible desplazamiento de su unión a tejidos.
– Haloperidol: hay algún estudio en el que se ha registrado aumento de los niveles plasmáticos de haloperidol, con posible potenciación de su acción y/o toxicidad. No se conoce el mecanismo.
– Ketoconazol: hay un estudio en el que se ha registrado aumento de los niveles séricos de quinidina, con posible potenciación de su acción y/o toxicidad. No se conoce el mecanismo.
– Inductores enzimáticos (fenitoína, fenobarbital, primidona, rifampicina): hay estudios en los que se ha registrado descenso de los niveles plasmáticos de quinidina, con posible inhibición de su efecto antiarrítmico, por inducción de su metabolismo hepático.
– Inhibidores enzimáticos (cimetidina, ciprofloxacina, diltiazem, eritromicina, ranitidina): hay algún estudio en el que se ha registrado aumento de los niveles plasmáticos de quinidina, con posible potenciación de su acción y/o toxicidad, por inhibición de su metabolismo hepático.
– Lidocaína: hay un estudio en el que se ha registrado potenciación de la toxicidad a nivel cardíaco. No se conoce el mecanismo.
– Metoclopramida: hay algún estudio en el que se ha registrado aumento de los niveles plasmáticos de quinidina por aumento de su absorción oral con posible potenciación de su acción y/o toxicidad, por la acción procinética de metoclopramida.
– Nifedipina: hay estudios en los que se ha registrado descenso de los niveles plasmáticos de quinidina, con posible inhibición de su efecto antiarrítmico. No se conoce el mecanismo.
– Ritonavir: riesgo de aumento de los niveles plasmáticos de quinidina con posible potenciación de su toxicidad, por inhibición de su metabolismo hepático.
– Sucralfato: hay algún estudio en el que se ha registrado disminución de la absorción oral de quinidina, con posible inhibición de su acción antiarrítmica, por posible formación de complejos inabsorbibles.
– Verapamilo: hay estudios en los que se ha registrado posible aumento de los niveles plasmáticos de quinidina con riesgo de potenciación de la acción y/o toxicidad de la quinidina, por inhibición de su metabolismo hepático.
– Ziprasidona: no se recomienda su administración conjunta ante el riesgo de que se produzca una adición de sus efectos sobre la prolongación del intervalo QT.
– Alimentos: los alimentos alcalinos pueden provocar un aumento en la absorción del fármaco, por aumento de la reabsorción renal. Se recomienda no variar los hábitos en la dieta durante el tratamiento, a fin de evitar variaciones en las concentraciones plasmáticas del fármaco.
Este medicamento puede alterar los valores de las siguientes determinaciones analíticas:
– Sangre aumento (biológico) de transaminasas, fosfatasa alcalina, bilirrubina, retención bromosulftaleína, creatina kinasa y lactato deshidrogenasa.
– Orina: aumento (interferencia analítica) de catecolaminas.

Embarazo

Categoría C de la FDA. No se han realizado estudios sobre animales de experimentación. La quinidina atraviesa la placenta alcanzando unos niveles séricos fetales similares a los maternos. Se desconoce si la quinidina puede causar daño fetal cuando se administra a mujeres embarazadas. Otro alcaloide de la cinchona, la quinina, ha causado ceguera fetal y ha estado implicada en sordera congénita. La seguridad de quinidina durante el parto no ha sido establecida, sin embargo el fármaco exhibe propiedades oxitócicas cuya importancia clínica no ha sido cuantificada. El uso de este medicamento sólo se acepta en caso de ausencia de alternativas terapéuticas más seguras, no obstante es de elección para el tratamiento durante el embarazo de extrasistoles prematuras, sindrome de Wolff-Parkinson-White y arritmias ventriculares y para el tratamiento de taquicardia supraventricular posterior a cardioversión.

Lactancia

Este medicamento se excreta con la leche materna (relación leche/plásma 0.71). La Academia Americana de Pediatría considera el uso de quinidina compatible con la lactancia materna.

Niños

La seguridad y eficacia del uso de quinidina como agente antiarrítmico en niños no ha sido establecida. Uso no recomendado en menores de 18 años.

Ancianos

Los ancianos son más susceptibles a padecer náuseas, diarrea, anomalías en la audición e hipotensión.

Reacciones adversas

Los efectos adversos de este medicamento son, en general, infrecuentes aunque moderadamente importantes. El perfil toxicológico de este fármaco es similar al del resto de los antiarrítmicos de tipo Ia, aunque de forma más acentuada, y los efectos aparecen con más frecuencia. Los efectos adversos más característicos son:.
Muy frecuentemente (33%): diarrea.
Frecuentemente (10-25%): náuseas, vómitos, esofagitis, anorexia, dolor y calambres abdominales.
Excepcionalmente: cinconismo (cefalea, náuseas, vértigo, tinnitus, fiebre, aturdimiento, temblor, visión borrosa) que puede aparecer después de una dosis; alteraciones cardiovasculares (cambios en el ECG, como prolongación en el intervalo QT y QRS, taquicardia ventricular, embolismo arterial e hipotensión); alteraciones
hematológicas (anemia hemolítica aguda, hipoprotrombinemia, púrpura hemorrágica, agranulocitosis); midriasis, fotofobia, diplopia, erupciones exantemáticas, angioedema, espasmo bronquial, lupus eritematoso y toxicidad hepática, incluyendo hepatitis granulomatosa.
El tratamiento debe ser suspendido inmediatamente en el caso de que el paciente experimente un incremento de la duración del complejo QRS mayor del 25%, desaparición de la onda P.

Sobredosis

– Síntomas: Náuseas, vómitos, diarrea, letargia, confusión mental, ataxia, bradicardia, hipotensión arterial y colapso cardiovascular. Agitación, disforia y convulsiones.
– Tratamiento: En caso de ingestión reciente, lavado gástrico y reducción de la absorción con carbón activo. La infusión iv de lactato sódico 1/6 molar reduce los efectos cardiotóxicos de la quinidina. La hipertensión se corregirá, si es necesario, con la administración de vasoconstrictores (metaraminol o norepinefrina), después de restablecer la volemia adecuada.

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23 Jun 2009
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