Ricino (ricinus communis)
Partes usadas
Las semillas y el aceite obtenido de las semillas.
Descripción
Es un subarbusto anual, bi o trienal, que puede llegar a tener porte arbóreo según las condiciones climáticas. Presenta una raíz principal y varias secundarias cerca de la superficie. El tallo es erecto, hueco y de un color verdoso o rojo pardusco. Las hojas presentan un largo pecíolo rojizo por los que se unen al tallo. Son palmatilobuladas, con 5-12 lóbulos profundos, lanceolados u oblongos, con margen serrado y de color verdoso o rojizo, sobre todo en el envés. Las hojas salen en espiral desde el tallo. Las inflorescencias son panículos terminales grandes, de unos 15-50 cm de longitud, con las flores femeninas en la parte superior y las masculinas en la parte inferior. Las flores masculinas tienen un cáliz con 3-5 sépalos y numerosos estambres. Las femeninas tienen un ovario tricarpelar con 2 óvulos por cada cámara y 3 estilos rojizos. Los frutos son cápsulas espinosas con dehiscencias longitudinales, que dan lugar a 3 cámaras. Estas cápsulas son gruesas y suelen presentar una gran cantidad de pelos erizados. Tienen un tamaño de 1-2.5 cm de diámetro.
La cápsula se abre cuando madura liberando las semillas. Cada cámara contiene una sola semilla ovoide. El tamaño y el color dependen de la variedad del ricino. Suelen tener unas dimensiones de 8-18 mm de longitud y de 4-12 mm de grosor. Presentan una prominencia carnosa amarillenta en el extremo superior, denominado carúncula. De la carúncula sale una línea, visible desde la cara ventral, que termina en la chalaza, al otro extremo de la semilla. Tienen un tegumento brillante, liso, de un color marrón con pintas rojas, negras o marrones.
La testa externa es fina, brillante y delgada. Es dura, aunque está agrietada. Presenta varias capas, entre las que destacan una de células pigmentadas y una de células esclerificadas alargadas. La capa interna de la testa es membranosa. La nuez está formada por un albumen blanco y voluminoso, con células ricas en aceite y aleurona. En el medio del albumen aparece el embrión, con 2 cotiledones elípticos y foliáceos.
Las semillas carecen de olor. Tienen un sabor amargo y oleaginoso.
Composición
– Lípidos (42-55%). Están constituidos por un aceite, formado por triglicéridos de ácido ricinoleico (85-90%). También aparecen pequeñas cantidades de ácido oleico, linoleico, esteárico, dihidroesteárico e isorricinoleico.
– Proteínas (20-25%). Lectinas (0.1-0.7%) como ricina D, que es la sustancia a la que se puede asociar la toxicidad del ricino. También es muy importante la presencia de enzimas, como la lipasa, que es muy activa.
– Alcaloides piridínicos. Destacan sustancias como la ricinina (0.3%), que es un alcaloide piridínico con un grupo ciano, y la ricina, una toxoalbúmina. Estas sustancias tienen una toxicidad pequeña.
– Vitaminas. Hay cantidades importantes de vitamina E.
– Sales minerales.
Acción y mecanismo
– [LAXANTE]. El aceite de ricino tiene unos efectos laxantes muy fuertes, incluso purgantes. El principio activo responsable es el ácido ricinoleico, y su isómero, el isorricinoleico. Son liberados de los triglicéridos a través de la lipasa pancreática. En la luz intestinal estimulan la liberación de agua e impiden la reabsorción en el intestino delgado, a la vez que estimulan la producción de prostaglandina E2. Parece que los efectos son debidos a una desestabilización de la bicapa lipídica de los enterocitos, que produce una lisis de los mismos y da lugar a un aumento del peristaltismo.
– [EMOLIENTE DERMATOLOGICO]. El aceite de ricino produce una capa impermeable sobre la piel al ser administrado tópicamente, evitando la evaporación del agua del estrato córneo y favoreciendo la hidratación de la piel.
Indicaciones
– [VACIADO GASTROINTESTINAL] prerradiografía o preoperatorio.
– [INTOXICACION POR ALIMENTOS].
Posología
DOSIFICACIÓN:
– Oral. Adultos: 15-30 ml/24 horas.
MODO DE ADMINISTRACIÓN:
Administrar en ayunas con leche, zumo o té. Se recomienda administrar en una sola toma.
Contraindicaciones
– Hipersensibilidad a cualquier componente del medicamento.
– Situaciones en las que el tránsito gastrointestinal se encuentre dificultado o impedido, como [OBSTRUCCION INTESTINAL], [OCLUSION INTESTINAL], [ESTENOSIS TRACTO DIGESTIVO], [ILEO PARALITICO], [ILEO ESPASTICO], [IMPACTACION FECAL]. El ricino podría producir o agravar una obstrucción intestinal debido a su efecto laxante.
– [COLITIS ULCEROSA], [ENFERMEDAD DE CROHN], [SINDROME DE INTESTINO IRRITABLE], [APENDICITIS]. El ricino podría producir un empeoramiento de estas patologías debido al efecto irritante de las antraquinonas sobre la mucosa intestinal.
– [DOLOR ABDOMINAL] de origen desconocido. El ricino podría enmascarar un cuadro más grave si se utiliza en caso de dolor abdominal de origen desconocido sin un diagnóstico preciso.
Precauciones
– Pacientes que puedan presentar un [DESEQUILIBRIO ELECTROLITICO], como pacientes con [VOMITOS] intensos o en caso de [DESHIDRATACION]. Antes de iniciar un tratamiento con un laxante estimulante como el ricino, el paciente debe estar correctamente hidratado y sus niveles de electrolitos deben ser los normales. Nunca se debe iniciar un tratamiento con ricino si el paciente presenta una disminución importante de los niveles de estos electrolitos, ya que se podría agravar la carencia.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– Advierta a su médico si está embarazada o dando el pecho.
– Su uso continuado puede provocar habituamiento.
– No se recomienda el uso del ricino durante un periodo de más de 1 a 2 semanas debido a que puede producir dependencia y habituamiento, y potenciar el estreñimiento ya que provoca pérdida de potasio y puede originar atonía intestinal.
– Si al cabo de este período de tiempo, el estreñimiento no mejora, persiste o empeora, se debe consultar al médico o farmacéutico.
– Advierta a su médico si presenta heces con sangre.
– Se recomienda tomar el ricino por la noche, y si fuese necesaria una segunda dosis, a primera hora de la mañana.
– Se recomienda que los pacientes ancianos comiencen con la mitad de la dosis de los adultos.
CONSIDERACIONES ESPECIALES
– Se debe diagnosticar antes del tratamiento la causa del estreñimiento, descartando la posibilidad de obstrucciones del tracto gastrointestinal, apendicitis o enfermedades inflamatorias intestinales.
– Antes de iniciar un tratamiento, el paciente debe estar correctamente hidratado y sus niveles de electrolitos ser normales. No se debe iniciar un tratamiento si dichos niveles están alterados.
– En pacientes de elevado riesgo (ancianos, diabéticos, personas aquejadas de intensos vómitos) se debe controlar en todo momento los niveles de electrolitos.
Interacciones
– Antiarrítmicos tipo quinidina. El ricino puede potenciar la aparición de arritmias al administrarse junto con quinidina debido a la hipopotasemia que puede llegar a producir. Se recomienda sustituir el ricino por otro laxante más ligero, como un laxante mecánico.
– Digitálicos. El ricino puede dar lugar a hipopotasemia, lo que puede potenciar los efectos y la toxicidad de los digitálicos. Se recomienda sustituir el ricino por otro laxante más ligero, como un laxante mecánico.
– Diuréticos tiazídicos, corticoides, rizoma de regaliz. Estos medicamentos pueden potenciar la pérdida de potasio cuando se administra junto con heterósidos antraquinónicos.
– Estrógenos. El ricino puede disminuir los niveles séricos de estrógenos debido a una disminución en la absorción intestinal, por lo que van a antagonizar sus efectos.
– Indometacina. La indometacina disminuye la eficacia del ricino debido a una inhibición de la síntesis de prostaglandina E2 (PG-E2).
Embarazo
Tradicionalmente se ha utilizado el aceite de ricino como abortivo. Sin embargo, no se han realizado ensayos clínicos en seres humanos, por lo que el uso del ricino sólo se acepta en caso de ausencia de alternativas terapéuticas más seguras.
Lactancia
Se ignora si los componentes del ricino son excretados en cantidades significativas con la leche materna, y si ello pudiese afectar al niño. Se recomienda suspender la lactancia materna o evitar la administración de este medicamento.
Niños
Este medicamento no debe usarse en niños menores de 2 años sin un diagnóstico preciso ya que podría enmascarar un cuadro más grave.
Por lo general, los laxantes también deben usarse con precaución en niños menores de 12 años. Debe realizarse un diagnóstico adecuado antes de usar este medicamento para evitar complicaciones de una enfermedad existente, como en caso de apendicitis, o la aparición de efectos secundarios más graves.
Ancianos
Por lo general, los laxantes deben usarse con precaución en ancianos debido a que pueden exacerbar estados de debilidad, hipotensión e incoordinación psicomotriz. Los ancianos deben comenzar el tratamiento con la mitad de la dosis normal.
Efectos sobre la conducción
No se han descrito.
Reacciones adversas
Las reacciones adversas del ricino son moderadamente frecuentes, aunque no muy graves. Predominan las reacciones adversas gastrointestinales:
– Digestivas. Comúnmente puede aparecer [DIARREA], [ESPASMO ABDOMINAL], [DOLOR ABDOMINAL]. Es más rara la presencia de [ATONIA INTESTINAL], [NAUSEAS], [VOMITOS], [COLICO FLATULENTO] o [MELENA].
– Cardiovasculares. Muy raramente puede producir [ARRITMIA CARDIACA] o [TAQUICARDIA].
– Neurológicas/psicológicas. Es común la aparición de [DEPENDENCIA FISICA] con el uso continuado.
– Genitourinarias. Muy raramente puede aparecer [ALBUMINURIA], [HEMATURIA] y otros síntomas de daño renal.
– Endocrinas. Muy raramente se produce [HIPERALDOSTERONISMO] por la hiponatremia.
– Osteomusculares. En ocasiones puntuales puede aparecer [OSTEOPOROSIS] por pérdida de calcio y disminución de la absorción del mismo.
– Hidroelectrolíticas. Es común, tras el uso continuado, la aparición de un [DESEQUILIBRIO ELECTROLITICO] con [HIPOPOTASEMIA], [HIPOCALCEMIA], [HIPOMAGNESEMIA] e [HIPONATREMIA].
– Generales. Debido al hiperaldosteronismo, puede generarse [EDEMA] en muy raras ocasiones.
Sobredosis
Síntomas: En caso de sobredosis se produce un cuadro caracterizado por desequilibrio hidroelectrolítico con hiponatremia, hipopotasemia, hipocalcemia e hipomagnesemia, espasmos abdominales, náuseas, vómitos, diarrea, melena. En los casos más graves puede generarse daño renal, colapso, e incluso, muerte por hipovolemia.
Tratamiento: Se debe suspender inmediatamente la administración del ricino. Se debe realizar un lavado gástrico con administración de charcoal activado y una solución de permanganato potásico y favorecer la eliminación intestinal con sulfato sódico. Además se forzará el vómito con eméticos.
Es muy importante rehidratar al paciente con soluciones de suero salino al 0.9% al que se le puede añadir inyectables de sodio, potasio, calcio o magnesio. En caso de acidosis metabólica se deberá administrar bicarbonato sódico.
El antídoto es papaína.
Se administrarán también diazepam para los espasmos.
En caso de shock se administrarán expansores de plasma.
Es muy importante monitorizar la funcionalidad renal y la hemostasis.
En caso necesario se recurrirá a la intubación y a la respiración asistida si ésta fuese necesaria.
En caso de sobredosis o ingestión accidental, acudir a un centro médico o consultar al Servicio de Información Toxicológica, indicando el producto y la cantidad ingerida.
Referencias bibliográficas
– Bruneton J. Éléments de Phytochimie et de Pharmacognosie. Technique et Documentation (Lavoisier), Paris.1987; pp 81-2.
– Paris RR, Moyse H. Matière Médicale. Masson & Cia., Paris; 1971. Tome II, pp 270-4.
– PDR for Herbal Medicines. Medical Economics Company, Montvale. Second Edition. 2000; pp 158-60.
– Trease and Evans. Pharmacognosy. W.B. Saunders, Edinburgh. Fifteenth Edition. 2002; pp 27, 185, 335, 474, 528.
Fecha de aprobación/revisión de la ficha
2ª Revisión; 2003.
Partes usadas
Las semillas y el aceite obtenido de las semillas.
Descripción
Es un subarbusto anual, bi o trienal, que puede llegar a tener porte arbóreo según las condiciones climáticas. Presenta una raíz principal y varias secundarias cerca de la superficie. El tallo es erecto, hueco y de un color verdoso o rojo parduzco. Las hojas presentan un largo pecíolo rojizo por los que se unen al tallo. Son palmatilobuladas, con 5-12 lóbulos profundos, lanceolados u oblongos, con margen serrado y de color verdoso o rojizo, sobre todo en el envés. Las hojas salen en espiral desde el tallo. Las inflorescencias son panículos terminales grandes, de unos 15-50 cm de longitud, con las flores femeninas en la parte superior y las masculinas en la parte inferior. Las flores masculinas tienen un cáliz con 3-5 sépalos y numerosos estambres. Las femeninas tienen un ovario tricarpelar con dos óvulos por cada cámara y tres estilos rojizos. Los frutos son cápsulas espinosas con dehiscencias longitudinales, que dan lugar a tres cámaras. Estas cápsulas son gruesas y suelen presentar una gran cantidad de pelos erizados. Tienen un tamaño de 1-2,5 cm de diámetro.
La cápsula se abre cuando madura liberando las semillas. Cada cámara contiene una sola semilla ovoide. El tamaño y el color dependen de la variedad del ricino. Suelen tener unas dimensiones de 8-18 mm de longitud y de 4-12 mm de grosor. Presentan una prominencia carnosa amarillenta en el extremo superior, denominado carúncula. De la carúncula sale una línea, visible desde la cara ventral, que termina en la chalaza, al otro extremo de la semilla. Tienen un tegumento brillante, liso, de un color marrón con pintas rojas, negras o marrones.
La testa externa es fina, brillante y delgada. Es dura, aunque está agrietada. Presenta varias capas, entre las que destacan una de células pigmentadas y una de células esclerificadas alargadas. La capa interna de la testa es membranosa. La nuez está formada por un albumen blanco y voluminoso, con células ricas en aceite y aleurona. En el medio del albumen aparece el embrión, con dos cotiledones elípticos y foliáceos.
Las semillas carecen de olor. Tienen un sabor amargo y oleaginoso.
Composición
– Lípidos (42-55%). Están constituidos por un aceite, formado por triglicéridos de ácido ricinoleico (85-90%). También aparecen pequeñas cantidades de ácido oleico, linoleico, esteárico, dihidroesteárico e isorricinoleico.
– Proteínas (20-25%). Lectinas (0,1-0,7%) como ricina D, que es la sustancia a la que se puede asociar la toxicidad del ricino. También es muy importante la presencia de enzimas, como la lipasa, que es muy activa.
– Alcaloides piridínicos. Destacan sustancias como la ricinina (0,3%), que es un alcaloide piridínico con un grupo ciano, y la ricina, una toxoalbúmina. Estas sustancias tienen una toxicidad pequeña.
– Vitaminas. Hay cantidades importantes de vitamina E.
– Sales minerales.
Acción y mecanismo
– [LAXANTE]. El aceite de ricino ejerce un efecto laxante estimulante muy fuerte, incluso purgante. El principio activo responsable es el ácido ricinoleico, y su isómero, el isorricinoleico. Son liberados de los triglicéridos a través de la lipasa pancreática. En la luz intestinal estimulan la liberación de agua e impiden la reabsorción en el intestino delgado, a la vez que estimulan la producción de prostaglandina E2. Parece que los efectos son debidos a una desestabilización de la bicapa lipídica de los enterocitos, que produce una lisis de los mismos y da lugar a un aumento del peristaltismo.
El ricino presenta un efecto mucho más intenso que el de otras especies laxantes estimulantes, como la frángula o la cáscara sagrada. Debido a la mayor incidencia de espasmos y hemorragia intestinal, está en desuso, prefiriéndose laxantes más suaves.
– [EMOLIENTE DERMATOLOGICO]. El aceite de ricino produce una capa impermeable sobre la piel al ser administrado tópicamente, evitando la evaporación del agua del estrato córneo y favoreciendo la hidratación de la piel.
Indicaciones
– Indicaciones bien establecidas: No se han descrito.
– Indicaciones tradicionales:
* Estreñimiento. Tratamiento sintomático y a corto plazo del estreñimiento ocasional.
* Infecciones parasitarias intestinales, destinado a la eliminación de los parásitos tras la administración de un antihelmíntico.
* Afecciones dérmicas como abscesos o forúnculos.
Posología
DOSIFICACIÓN:
– Adultos, oral:
* Aceite: 10 g.
– Niños, oral:
* Niños de 12 años o mayores: Se recomienda la misma dosis que en adultos.
* Niños menores de 12 años: No se ha evaluado la seguridad y eficacia del ricino en niños menores de 12 años.
– Ancianos, oral: Podría ser recomendable que los pacientes mayores de 65 años comenzasen el tratamiento con la mitad de la dosis del adulto, y fueran incrementando esta dosis en función de la respuesta clínica al tratamiento, así como de su tolerabilidad.
Se recomienda evitar tratamientos de más de 1-2 semanas de duración, salvo recomendación médica. En caso de que los síntomas continuasen o empeorasen durante el tratamiento con el ricino, se aconseja consultar al médico.
NORMAS PARA LA CORRECTA ADMINISTRACIÓN:
Los pacientes deberán ingerir una cantidad adecuada de agua (unos dos litros diarios) durante el tratamiento con ricino, para mejorar los efectos laxantes y para prevenir la aparición de una deshidratación.
Contraindicaciones
– Hipersensibilidad al ricino o a su aceite.
– Obstrucción intestinal. Se recomienda evitar la utilización de laxantes como el ricino en pacientes en los que el tránsito intestinal se encuentre dificultado o impedido, así como en aquellos con apendicitis, en los que una estimulación del tránsito intestinal podría ser peligrosa.
– Enfermedades intestinales inflamatorias crónicas, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn. El ricino tiene una actividad laxo-purgante, ejerciendo unos intensos efectos irritantes sobre la mucosa intestinal, incluso con lisis del enterocito, lo que podría precipitar una crisis de esta enfermedad.
– Deshidratación. Se recomienda evitar la utilización de laxantes estimulantes en pacientes con deshidratación o con desequilibrios electrolíticos como hiponatremia o hipopotasemia, ya que el ricino podría agravar el estado del paciente.
Lógicamente, el ricino no debe ser empleado en pacientes con diarrea.
– Síntomas gastrointestinales inespecíficos. Los efectos laxantes del ricino podrían enmascarar enfermedades graves, como obstrucciones intestinales, apendicitis o incluso cáncer de colon. Se recomienda que los pacientes en los que aparezca frecuentemente dolor abdominal de origen desconocido, así como náuseas o vómitos, eviten la utilización de cualquier especie laxante, y acudan a su médico para que se realice un diagnóstico preciso.
Precauciones
– Insuficiencia renal. Los pacientes con insuficiencia renal deberían extremar las precauciones, debido al mayor riesgo de desequilibrio hidroelectrolítico que podrían tener.
– Prevención de la deshidratación. Se recomienda que los pacientes ingieran una cantidad diaria adecuada de agua y electrolitos cuando empleen este medicamento, para evitar la posible deshidratación. En caso de que el paciente notase la presencia de mareo, sed intensa, cansancio o debilidad muscular, es aconsejable que suspenda el tratamiento y acuda al médico.
– Abuso. La utilización de laxantes se ha relacionado con la aparición de dependencia a sus efectos, agravamiento del estreñimiento como consecuencia de la pérdida de electrolitos y casos de abuso. Se recomienda evitar tratamientos prolongados de más de 1-2 semanas. Si el paciente necesitase un uso casi diario de los laxantes, se aconseja investigar la causa de su estreñimiento.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– La utilización de medicamentos laxantes no debe constituir una alternativa a otras medidas higiénico-dietéticas para prevenir el estreñimiento, tales como el consumo diario de una cantidad adecuada de fibra, junto con la ingestión de abundantes líquidos, así como la realización de ejercicio físico o el tener unos hábitos como procurar tener una hora fija para acudir al baño.
– El ricino no está indicado para el tratamiento del estreñimiento a largo plazo. No se aconseja seguir tratamientos continuados durante más de 1-2 semanas.
– En caso de persistir o empeorar los síntomas durante el tratamiento con el ricino, se aconseja consultar al médico o farmacéutico.
– El uso continuado puede dar lugar a dependencia y empeoramiento el estreñimiento.
– No se recomienda utilizar medicamentos laxantes en caso de dolor abdominal de origen desconocido, náuseas o vómitos.
– Las personas mayores de 65 años son más sensibles a las reacciones adversas del ricino, por lo que se recomienda iniciar el tratamiento con la mitad de la dosis de pacientes más jóvenes.
– Se recomienda ingerir una cantidad adecuada de agua (unos dos litros diarios) durante el tratamiento con ricino, para mejorar los efectos laxantes y prevenir la deshidratación.
– Se aconseja avisar al médico si aparecen heces con sangre, así como dolor abdominal de origen desconocido, mareo, sed intensa, cansancio o dolor muscular.
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– Antes de prescribir un laxante a un paciente con dolor abdominal de origen desconocido, se aconseja descartar otras patologías graves.
– Antes de iniciar un tratamiento, el paciente debe estar correctamente hidratado y sus niveles de electrolitos ser normales. No se debe iniciar un tratamiento si dichos niveles pudieran estar alterados.
– Los pacientes ancianos o debilitados son más propensos a las reacciones adversas de los laxantes.
– Se recomienda investigar la causa del estreñimiento en pacientes que necesiten un uso diario del laxante.
Interacciones
De forma general se debe tener en cuenta que la aceleración del tránsito intestinal podría traer aparejada una reducción de la absorción de cualquier medicamento que se administre por vía oral. Además, podrían aparecer las siguientes interacciones:
– Digoxina. En casos excepcionales, normalmente tras un uso prolongado a altas dosis, el paciente podría desarrollar diarrea intensa, con el consiguiente riesgo de deshidratación e hipopotasemia. La hipopotasemia podría aumentar la toxicidad por digoxina. Se recomienda por lo tanto que los pacientes tratados con digoxina ingieran una adecuada cantidad de agua y electrolitos al utilizar el ricino, y que acudan al médico si observasen síntomas de posible deshidratación (mareo, sed intensa, cansancio o dolor muscular).
– Fármacos hipokalemiantes (ACTH, agonistas beta-adrenérgicos, amfotericina B, corticoides, diuréticos tiazídicos o del asa, regaliz). Existe un mayor riesgo de que aparezca hipopotasemia. Se recomienda una ingesta diaria adecuada de agua y electrolitos y evitar tratamientos prolongados con ricino de más de una semana.
– Prolongadores del intervalo QT (antagonistas 5-HT3, antiarrítmicos de clase Ia y III, antidepresivos a altas dosis, ciertos antihistamínicos H1, antipalúdicos, trióxido de arsénico, formoterol, contrastes de gadolinio, ivabradina, levacetilmetadol, levosimendan, macrólidos, neurolépticos, pentamidina, algunas fluoroquinolonas, dasatinib, sunitinib, suxametonio, tacrolimús, vardenafilo). La hipopotasemia podría incrementar el riesgo de prolongación del intervalo QT y la aparición de arritmias cardiacas ventriculares graves como la torsade de pointes. Se aconseja extremar las precauciones en estos pacientes, controlando la kalemia y corrigiéndola en caso de hipopotasemia.
Embarazo
No se dispone de estudios adecuados y bien controlados en mujeres embarazadas. Tradicionalmente se ha utilizado el aceite de ricino como abortivo, si bien su actividad no se ha evaluado. Se recomienda por lo tanto evitar la utilización del ricino, salvo que no existiendo alternativas terapéuticas más seguras, los beneficios superen los posibles riesgos.
Lactancia
Se desconoce si los componentes del ricino pueden excretarse con la leche materna, y sus posibles consecuencias para el lactante. Ante el riesgo de que aparezcan efectos laxantes en el niño, se recomienda evitar la utilización del ricino o suspender la lactancia materna.
Niños
No se ha evaluado la seguridad y eficacia en niños menores de 12 años, por lo que se recomienda evitar su utilización. En general, la utilización de laxantes en estos niños debería llevarse a cabo con extrema precaución, ya que en muchas ocasiones los niños no son capaces de describir sus síntomas con claridad. Se recomienda por lo tanto utilizar el ricino sólo si fuera estrictamente necesario y bajo prescripción médica, y tras haber descartado la presencia de enfermedades más graves.
Ancianos
Por lo general, los laxantes deben usarse con precaución en ancianos debido a que podrían producir una pérdida excesiva de líquidos y electrolitos, y exacerbar estados de debilidad, hipotensión e incoordinación psicomotriz, con el consiguiente riesgo de caídas y fracturas. Se recomienda que los ancianos comiencen el tratamiento con la mitad de la dosis recomendada en adultos. Esta dosis podría ser posteriormente incrementada en función de la respuesta clínica y de la tolerabilidad del tratamiento.
Reacciones adversas
Las reacciones adversas del ricino son moderadamente frecuentes, aunque no muy graves. Predominan las reacciones adversas gastrointestinales:
– Digestivas. Es normal la aparición de diarrea profusa, acompañada de dolor abdominal. En ocasiones pueden presentarse heces con sangre. Tras la utilización continuada del ricino, se podría producir atonía intestinal como consecuencia de la hipopotasemia, y agravamiento del estreñimiento.
– Neurológicas/psicológicas. Es muy común que tras utilizar un tiempo el ricino se produzca dependencia psicológica, que es agravada a la larga por la dependencia física como consecuencia de la atonía intestinal.
– Alérgicas/dermatológicas. El aceite de ricino ha dado lugar en ocasiones a reacciones alérgicas que podrían ser graves.
– Hidroelectrolíticas. En raras ocasiones, normalmente tras la utilización inadecuada a altas dosis o en pacientes predispuestos, podría aparecer deshidratación y disminución de los niveles de electrolitos, con casos puntuales de hipopotasemia e hiponatremia sintomática.
Sobredosis
Especie vegetal incluida en la Orden SCO/190/2004, de 28 de Enero, del Ministerio de Sanidad y Consumo (BOE 27/01/2004) por la que se establece la lista de plantas cuya venta al público queda prohibida o restringida por razón de su toxicidad.
Síntomas: La sobredosis con el aceite de ricino podría ocasionar una exacerbación del efecto purgante, con diarrea sanguinolenta y calambres abdominales. La diarrea podría acompañarse de deshidratación.
Por otra parte, las semillas de ricino son muy tóxicas, y de hecho, se estima que la ingestión de doce semillas podría resultar fatal para un adulto. La intoxicación por semillas de ricino podría producir gastroenteritis aguda y grave, con vómitos y diarrea sanguinolentos, deshidratación grave e inflamación renal. En los casos más graves podría aparecer un colapso circulatorio, e incluso muerte por shock hipovolémico.
Tratamiento: Se debe suspender inmediatamente la administración del ricino. A continuación se instaurarán las medidas habituales para favorecer la eliminación de aquellas sustancias tóxicas no absorbidas, como lavado gástrico con una solución de sulfato sódico y permanganato potásico, administración de carbón activo y eméticos. No es aconsejable usar laxantes, pues podrían agravar la deshidratación.
A continuación se instaurará un tratamiento sintomático. Es muy importante rehidratar al paciente con soluciones de suero salino al 0,9% al que se le puede añadir suplementos de sodio, potasio, calcio o magnesio, en función de las pérdidas electrolíticas. Si apareciese acidosis metabólica se corregirá con la administración de bicarbonato sódico.
Si el paciente presenta shock hipovolémico se utilizarán expansores de plasma.
Los espasmos intestinales pueden tratarse con diazepam.
Si fuera necesario se intubará al paciente y se iniciará respiración asistida.
Es muy importante monitorizar la funcionalidad renal y la hemostasis.
En caso de sobredosis o ingestión accidental, acudir a un centro médico o consultar al Servicio de Información Toxicológica, indicando el producto y la cantidad ingerida.
Fecha de aprobación/revisión de la ficha
Junio, 2008.