Enfermedad tromboembólica venosa
Hoy en día se utiliza el término "Enfermedad tromboembólica venosa" (ETV) a una enfermedad que incluye a otras denominaciones parciales: Tromboflebitis, trombosis venosa, embolia pulmonar, …es decir, esta enfermedad incluye tanto a la trombosis venosa profunda como a sus principales repercusiones: la embolia pulmonar y el síndrome postrombótico.
Se puede definir la trombosis venosa profunda como la ocupación de la luz ó el interior de una vena por un trombo constituido por glóbulos rojos y fibrina, pudiendo estar acompañada de una reacción inflamatoria local.
Prevalencia
La enfermedad tromboembólica venosa es una enfermedad frecuente, debido a que la edad se considera cada vez menos como un factor restrictivo para las operaciones quirúrgicas, y por otro lado la edad de la población va aumentando.
Un consenso de especialistas europeo fijó la incidencia de esta enfermedad en 160 casos de trombosis venosas profundas por cada 100.000 habitantes de los cuales 60 por cada 100.000 podrían ser embolias pulmonares mortales.
Estos datos extrapolados a la población española resultaría que en nuestro país se producirían anualmente unos 62.400 casos de TVP y 23.400 casos de embolias pulmonares.
Causas
Ya en 1858 Virchow describió la triada (o tres factores) que hoy en día lleva su nombre para explicar los factores predisponentes de la trombosis y que hoy en día siguen siendo vigentes:
Un ejemplo claro de una situación donde se dan los tres factores son las operaciones quirúrgicas, sobre todo las de cirugía Ortopédica, donde se da la éstasis venosa por la inmovilización, se producen así mismo lesiones vasculares y la intervención supone en sí misma un estado de hipercoagulabilidad.
Localización y evolución
La mayoría de las TVP se localizan en las venas de las pantorrillas, a éstas se las suele denominar como distales. Seguidas en frecuencia por las situadas por encima de las pantorrillas a las que se denominan proximales.
La repercusión más grave de esta enfermedad sería la embolia pulmonar, que se produce cuando un trombo o una parte de él se desprende y a través de la vena cava inferior llega al corazón derecho, pasando por las arterias pulmonares hacia el pulmón.
Como hemos dicho, una parte de las embolias pulmonares pueden ser mortales, y la mayoría lo son dentro de los primeros 30 minutos de producirse, por este motivo la mejor actuación contra esta enfermedad es una correcta prevención o profilaxis.
Diagnóstico
Se estima que entre un 50% y un 60% de los casos de las trombosis venosas cursan de forma asintomática, es decir sin sintomatología clínica.
Hoy en día se han desarrollado métodos diagnósticos no invasivos para diagnosticar la trombosis venosa, llamados así porque no es necesario inyectar sustancias y están basados en técnicas que carecen de riesgo. Entre los más utilizados hoy en día estarían el ecodoppler y la pletismografía.
Factores de riesgo
– Tipo de cirugía
Desde hace años es conocida la relación existente entre determinadas intervenciones quirúrgicas y la trombosis venosa profunda. Un ejemplo sería la Cirugía Ortopédica considerada como una las de más riesgo tromboembólico.
– Edad
Constituye un factor de riesgo tromboembólico muy importante. Con la edad se incrementan los problemas en la coagulación y se aumentan las lesiones en las paredes vasculares, así como la aparición de un cierto grado de insuficiencia venosa, cardíaca…En general se puede decir que el riesgo de Enfermedad tromboembólica crece exponencialmente con la edad.
Ante una intervención quirúrgica se considera que el riesgo se inicia a partir de los 40 años mientras que en situaciones no quirúrgicas, la edad de riesgo se considera a partir de los 60 años.
– Permanencia en cama e inmovilización
Varios autores han mostrado la relación entre la inmovilización y la aparición de una trombosis venosa profunda o de una embolia pulmonar.
Por ejemplo la permanencia en cama más allá de tres días debe valorarse como un factor de riesgo de la Enfermedad tromboembólica.
Un caso reciente aparecido en la prensa general denominado “ Síndrome de la clase turista “ ha popularizado el riesgo de trombosis de los pasajeros provocado por la obligada inmovilidad de los vuelos transoceánicos.
– Cáncer
Existe una estrecha relación entre los procesos cancerosos y el riesgo tromboembólico. Por otro lado el riesgo de desarrollar una trombosis se incrementa especialmente si los pacientes están sometidos a quimioterapia ó radioterapia.
– Antecedentes de ETV
El haber sufrido un episodio de trombosis venosa profunda o de embolia pulmonar en un pasado es un factor muy a tener en cuenta. Una trombosis venosa previa deja como secuela habitualmente un cierto grado de insuficiencia venosa originada por una alteración de las venas, favoreciendo el estasis venoso que predispone a una nueva trombosis.
– Otros factores
Otros factores de riesgo a tener en cuenta serían el infarto de miocardio, la insuficiencia cardíaca, el accidente vascular cerebral…
Valoración del riesgo
A la hora de valorar el riesgo de un paciente hay que valorar como un conjunto, tres factores:
- Las características del propio paciente (su edad, sí es o no obeso…)
- Las situaciones que en ese momento le están afectando: si ha tenido antecedentes, el tipo de cirugía al que se le va a someter, otras enfermedades que padezca.
El grado de movilidad que tiene: ¿Va a permanecer en cama? ¿ Por cuanto tiempo?
Niveles de riesgo
Normalmente se habla de tres niveles de riesgo: Bajo riesgo, moderado riesgo y alto riesgo.
La prevención farmacológica estaría indicada en las situaciones de moderado y alto riesgo trombo embolico.
En la situación de bajo riesgo tromboembólico normalmente se recomienda métodos físicos como la movilización precoz, las medias elásticas…
Tratamiento
La profilaxis (llamada también primaria) es aquella prevención que se realiza para prevenir la aparición del primer episodio de Enfermedad Tromboembólica.
Ante una trombosis venosa profunda o una embolia pulmonar ya diagnosticada, se suele poner un tratamiento con heparina y al cabo de unos días se pasa a los anticoagulantes orales para prevenir nuevos episodios de trombosis.
Heparinas
La heparina es una sustancia fisiológica presente en nuestro organismo que se emplea desde hace muchos años en la prevención y el tratamiento de la Enfermedad tromboembólica venosa.
Químicamente está constituida por mezcla de cadenas de sacáridos o azúcares de diferente longitud.
En los últimos años, se han introducido en nuestro país las Heparinas de Bajo Peso Molecular (HBPM), que son productos que se obtienen a partir de la heparina clásica o no fraccionada. En realidad se trata de un proceso en el que se seleccionan las cadenas más cortas y por métodos químicos o enzimáticos se fragmentan en cadenas más cortas.
Presentan grandes ventajas entre la que se encuentra que se pueden utilizar en una sola dosis diaria (en inyección subcutánea) en la profilaxis de la ETEV.
Así mismo no precisan de realización de controles de laboratorio como sucede en el caso de los anticoagulantes orales.
Fuente: Leo-Pharma