El ‘mago’ de las rodillas
La terapia rica en plaquetas constituye una de las tecnologías emergentes más innovadoras en el campo de la medicina regenerativa.
Los estudios realizados por expertos en la materia aseguran que el uso del plasma sanguíneo en la curación de dolencias y rigidez de artrosis, alivia hasta en un 40% el dolor de este mal en las personas que lo padecen.
Mikel Sánchez, director del Servicio de Traumatología en al clínica USP La Esperanza de Vitoria es un auténtico pionero en esta técnica.
Ha logrado innovar para aplicarla con éxito en graves lesiones deportivas de figuras internacionales de la talla del tenista Rafael Nadal, el futbolista del Sevilla Jesús Navas o el ciclista Joseba Beloki.
Este revolucionario método que fue descubierto por primera vez por el prestigioso estomatólogo vitoriano Eduardo Anitua, quien lo patentó, ha sido desarrollado por este gurú en la curación de las dolencias crónicas deportivas.
Consiste en un pionero tratamiento que acelera la regeneración del tejido a través de un tratamiento basado en la aplicación del plasma enriquecido con factores de crecimiento.
El novedoso sistema curativo se basa en poder estimular la recuperación de las células muertas en la zona dolorida para lograr un equilibrio que regenere el desgaste del tejido deteriorado.
Considerado uno de los gurús de la medicina deportiva ha logrado revolucionar el tratamiento de lesiones musculares con un pionero tratamiento que acelera la regeneración del tejido a través de un tratamiento basado en plasma enriquecido con factores de crecimiento.
La novedosa técnica ha sido testada con éxito por Mikel Sánchez, jefe del departamento de Traumatología de la Clínica USP de Vitoria, en varios deportistas de renombre internacional que han podido recuperarse de sus lesiones con extrema rapidez.
Es el caso del tenista Rafael Nadal, número uno del mundo, que ha recibido varias infiltraciones de plasma en sus rodillas a causa de una tendinitis crónica que arrastra por su hiperactividad deportiva que había cargado sus tendones rotulianos.
Tras la infiltración logró "revertir la dolencia y dar un paso adelante en su plena recuperación".
El origen de este tratamiento pionero se remonta al año 1997 cuando Eduardo Anitua, fundador y director científico de Biotechnology Institute (BTI), compañía referente mundial en terapia regenerativa.
Aprendió el tratamiento de los factores plaquetarios desarrollados por prestigiosos investigadores norteamericanos.
"Logró un pequeño volumen de plasma que aplicó a intervenciones de cirugía maxilofacial, en el que era especialista y fue entonces cuando entendió que podía tener otras utilidades".
La versatilidad del tratamiento ayudó a Sánchez, compañero de estudios de Anitua a poder aplicarlo eficazmente a una paciente que sufría una fuerte dolencia de úlcera.
"En 2001 fue el momento en el que vi que los factores de crecimiento curaban rápido y con él el paciente no sufría recaídas por lo que decidí incorporarlo para tratar lesiones deportivas".
El innovador tratamiento desarrollado por este ‘mago’ de la traumatología en el tratamiento de lesiones de deportistas de elite.
Consiste en aplicar plasma enriquecido con factores de crecimiento para "estimular la recuperación de las células muertas y lograr un equilibrio que regenere el desgaste del tejido".
"La filosofía del tratamiento es poder dotar de proteínas al tendón que manejen las células para que consigan reponer las que se estropean por lesiones en tendones u otro tipo de músculos".
Uno de los últimos deportistas que ha podido probar las bondades curativas que aporta este revolucionario método es el lateral del Sevilla, Jesús Navas.
El futbolista hispalense se produjo una dolorosa lesión en el maleolo externo situado en uno de sus tobillos, tras recibir el tratamiento con factores de crecimiento pudo acelerar su recuperación para reaparecer recientemente en los terrenos de juego.
"El tratamiento contribuyó a su pronta recuperación".
Para poder obtener estos resultados el equipo que dirige este pionero en técnicas innovadoras aplicación para traumatología deportiva ha ideado una aplicación que consiste en varias fases diferenciadas.
La primera comienza con una extracción de sangre que se realiza en la unidad de terapia biológica.
Una vez procesada la sangre, esta debe pasar por un proceso de centrifugación para después conservarse en una máquina denominada campana de flujo laminar.
Transcurrido un periodo máximo de 60 minutos, el doctor infiltra la sangre tratada en la zona dolorida del paciente.
"El aspecto más novedoso que hemos introducido ha sido poder hacer repeticiones de infiltraciones de plasma sanguíneo en función de la gravedad de la lesión o el tipo de tejido".
Diversas aplicaciones
Entre las aplicaciones más eficientes que logra esta técnica quirúrgica existen varias alternativas.
En primer lugar el plasma puede servir para tratar lesiones musculares. Contribuye, a promover y acelerar la cicatrización de las lesiones para facilitar una recuperación más funcional de la zona dañada.
A esta solución se le añade la posibilidad de recuperar lesiones crónicas tendinosas y ligamentos.
"El plasma rico ayuda a acelerar la reparación, reduciendo los tiempos de recuperación de los pacientes y en caso de tendinopatías degenerativas evita tener que acudir al quirófano".
"Antes para las lesiones de este tipo solo se aplicaba fisioterapia con antiinflamatorios pero al añadirle corticoides podía provocar la rotura de un tendón.
Con este tratamiento se repara esta parte del músculo y se cura antes, reduciendo el número de este tipo de lesiones graves para deportistas".
Un éxito que depende de la respuesta biológica de cada deportistas, Sánchez cifra en un 70% el grado de eficacia del tratamiento de plasma enriquecido aplicado en las lesiones.
Precisamente otro de los aspectos más innovadores que ofrece este método es la capacidad de variar los tipos de infiltración de plasma sanguíneo posibles.
Así la sangre aplicada en los tejidos puede ser tanto de forma líquida, en coágulo o formato de membranas, mezclado con biomateriales, así como con pequeñas fracciones de huesos para acometer delicados injertos.
"Se trata de un producto que se extrae del propio cuerpo humano y no produce rechazo alguno".
Uno de los casos de recuperación más sorprendente que recuerda este veterano profesional es el del ciclista vasco Joseba Beloki.
El deportista tuvo que abandonar el Tour con múltiples facturas tras una aparatosa caída en La Grande Boucle.
El equipo que dirige Sánchez le aplicó plasma en forma líquida que acompañada por una osteosíntesis completa -tratamiento quirúrgico que repara fracturas- logró que en pocos meses pudiera volver a competir al asfalto.
"Fue increíble ver como después de caerse logro reincorporarse sin problemas".
La ingente actividad innovadora de este laboratorio de ideas no se detiene en la aplicación de plasma sanguíneo enriquecido.
Sánchez y su equipo de la clínica de USP en Vitoria son pioneros en tratamientos de cirugía artroscópica a nivel internacional.
Ellos fueron los primeros en el mundo de la medicina deportiva en desarrollar una tecnología orientada a lesiones de ligamentos cruzados.
"Empleamos instrumentos específicos diseñados por la prestigiosa Universidad de Leeds del Reino Unido y desde entonces es una técnica que se ha abierto en investigaciones de centros de referencia".
Uno de las técnicas más novedosas aportadas por el traumatológico ha sido una estabilización del hombro para casos de luxaciones.
Han creado un novedoso ligamento artificial que se implanta en la zona dolorida del paciente.
"Hemos copiado lo que hace la Naturaleza para regenerar los tejidos y esto nos permite recuperar antes las lesiones más graves".