Implanta ‘Pulmotest’ (CGC Genetics), para el riesgo de padecer cáncer de pulmón
El Hospital Moncloa ha implantado, junto con el laboratorio CGC Genetics, ‘Pulmotest’, un test genético que determina el riesgo de padecer cáncer de pulmón asociado al tabaco, que pretende que las personas fumadoras conozcan su factor de riesgo y puedan tomar la decisión de dejar de fumar.
El test se realiza a partir de unas gotas de sangre obtenidas mediante una pequeña punción en la yema del dedo y se puede tomar la muestra de sangre sin que el paciente esté en ayunas.
El precio de ‘Pulmotest’ es de 120 euros, "el gasto medio de un fumador en un mes", y los resultados se obtienen en dos semanas y el informe determina el tipo de riesgo.
El riesgo moderado indica que el fumador presenta un riesgo similar al del resto de población fumadora de padecer cáncer de pulmón que se sitúa en 15 veces por encima de la población no fumadora.
El riesgo alto indica que el fumador presenta un riesgo 25 veces más alto que los no fumadores y el riesgo muy alto estima un riesgo para el fumador 40 veces más alto que los no fumadores.
Las personas que estén interesadas en realizarse el test podrán citarse a través del Servicio de Atención al Paciente del Hospital Moncloa o podrán realizarse la prueba en los 52 laboratorios concertados que tiene CGC Genetics (CircaGen) distribuidos en toda España.
Este cáncer, depende de factores genéticos
En España el 42% de la población fuma y, según estimaciones médicas, alrededor de 1.000 personas mueren cada semana por complicaciones relacionadas con el hábito de fumar, nueve veces más que los fallecidos en accidentes de tráfico.
Los expertos recuerdan que la probabilidad de desarrollar cáncer de pulmón depende fundamentalmente de factores genéticos y ambientales, aunque está demostrado que uno de cada 10 fumadores crónicos desarrollará a lo largo de su vida un cáncer de pulmón.
En cuanto a los beneficios de dejar de fumar, a los 20 minutos se normaliza la presión sanguínea; a las 8 horas se normalizan los niveles de oxígeno y monóxido de carbono en sangre.
A las 24 horas disminuye el riesgo de ataque cardíaco; a las 48 horas se recupera el sentido del olfato y sabor; y a las 72 horas mejora la capacidad respiratoria (se produce una broncodilatación).
A largo plazo, sobre las 2-3 semanas mejora la capacidad de hacer ejercicio; desde el primer mes hasta los 9 meses disminuye la tos, la fatiga y la disnea; durante el primer año disminuye el riesgo de ataque cardíaco a la mitad; a los 5 años se normaliza el riesgo de accidente cerebrovascular; y a los 10 años disminuye el riesgo de cáncer de pulmón aproximándose a niveles poblacionales.