Cáncer de vulva
Los tumores malignos de la vulva ocupan el quinto lugar en orden de frecuencia del aparato genital femenino, después de mama, endometrio, ovario y cuello.
Supone aproximadamente un 4% de toda la incidencia de tumores ginecológicos. La mayoría son carcinomas espinocelulares. Desde el punto de vista macroscópico se distinguen fundamentalmente dos variedades: ulcerosa o endofítica y exofítica vegetante o papilomatosa.
De etiología poco conocida, se postula como factor etiológico la acción de HPV, si bien con menor nitidez que en el carcinoma cervical uterino.
La clínica se caracteriza por la aparición de prurito, escozor, dolor y posteriormente sudoración y hemorragia, secundaria a la formación de masas excretantes que se ulceran. El diagnóstico suele ser evidente y confirmado mediante biopsia. El tratamiento primario es quirúrgico.