Algunos abortos pueden prevenirse si antes de que la mujer quede embarazada la pareja se somete a una revisión médica. Una vez iniciada la gestación es preciso realizar un control médico precoz y regular y protegerse del riesgo de ciertos ambientes de trabajo y de otras posibles fuentes de riesgo, como agentes traumáticos, químicos, psicológicos, etc.

También es conveniente que la mujer que desea quedarse embarazada comience a tomar los suplementos de vitaminas y minerales que le recomiende su médico, incluido el ácido fólico.

Muchos de los abortos se producen por enfermedades del organismo de la madre y se pueden prevenir detectando y tratando la enfermedad antes de quedar embarazada.

Las probabilidades de que se produzcan abortos espontáneos si se realiza un proceso de seguimiento médico amplio y oportuno son muy reducidas. Cuando el organismo de la madre tiene problemas para gestar el embrión pueden aparecer hemorragias. Aunque aparezcan indicios de un posible aborto espontáneo, éste no siempre se produce.