Aparte del aborto espontáneo ya descrito encontramos los siguientes tipos de aborto:

-Aborto inducido

El aborto inducido, según la definición de la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), es el resultado de maniobras practicadas deliberadamente con intención de interrumpir el embarazo. Las maniobras pueden ser realizadas por la propia embarazada o por otra persona.

Desde principios del siglo pasado el aborto provocado ha ido siendo despenalizado en muchos países, tanto en el mundo desarrollado como en los países en vías de desarrollo, y su despenalización ha supuesto en estos países una disminución drástica de la morbilidad y mortalidad materna vinculada con anterioridad al aborto clandestino.

-Aborto legal

Se considera aborto inducido legal el aborto realizado al amparo de las leyes despenalizadoras del país donde se practica. En España se considera aborto legal el realizado con consentimiento de la mujer en un Centro Acreditado para ello y bajo los supuestos despenalizadores de la ley.

En muchos países existen leyes que permiten la realización del aborto de forma libre y respetando la decisión de la mujer antes de transcurrido un plazo determinado desde el momento de la gestación.

– Aborto ilegal

Se considera aborto ilegal o clandestino el aborto realizado transgrediendo alguna de las leyes del país donde se practica.

Cuando el aborto está prohibido por la ley, las circunstancias hacen que muchas mujeres busquen personas (profesionales o no) que se presten a colaborar en la realización del aborto. El aborto practicado en estas circunstancias puede ser peligroso y ofrece unos datos de mortalidad y morbilidad materna muy superiores a los del aborto legal.

El aborto ilegal se practica generalmente en malas condiciones higiénicas, existiendo pocas posibilidades de recurrir a un servicio de urgencias de un hospital en caso de que aparezcan complicaciones.