Cirrosis hepática alcohólica Definición
En la cirrosis, las células sanas del hígado son reemplazadas gradualmente por tejido cicatrizal (este proceso se llama fibrosis). El tejido hepático, que debe ser suave, se vuelve protuberante (nodular) y duro. La cirrosis hepática alcohólica se refiere específicamente a la cirrosis causada por el consumo de alcohol.
Si bebe grandes cantidades de alcohol, le puede producir una variedad de enfermedades hepáticas alcohólicas incluyendo hígado graso y hepatitis. El daño al hígado se acumula gradualmente a lo largo de muchos años hasta que el hígado deje de funcionar correctamente. La cirrosis es el tipo más grave de la enfermedad hepática alcohólica.
El hígado se describe a veces como una “fábrica” del organismo, ya que lleva a cabo muchas funciones diferentes, entre ellas:
- Ayuda a procesar y eliminar los productos químicos y las drogas (como el alcohol)
- Produce la bilis, que ayuda a descomponer las grasas de los alimentos digeridos
- Filtra y limpia la sangre
- Produce las proteínas
- Descompone los alimentos y los convierte en energía y almacena glucógeno, listo para volver como glucosa para que el organismo la utilice cuando sea necesario
A medida que se acumula más tejido cicatrizal, el hígado no puede funcionar de manera eficiente y estos procesos pueden ser interrumpidos. Por ejemplo, el hígado puede llegar a ser menos capaz de procesar los productos químicos y las drogas, que pueden causar que se acumulen sustancias nocivas (toxinas) en la sangre.
La cirrosis se clasifica como compensada o descompensada. Si tiene cirrosis compensada, el hígado suele ser capaz de hacer frente a los daños y seguir llevando a cabo la mayor parte de sus importantes funciones. La mayoría de las personas con cirrosis compensada tienen pocos o ningún síntoma. Sin embargo, sin tratamiento es muy probable que desarrollen cirrosis descompensada (aunque esto puede tardar muchos años). Si tiene cirrosis descompensada, por lo general tienen síntomas y complicaciones graves.