La mayoría de las alergias se pueden tratar fácilmente con medicamentos.

Algunos niños pueden superar una alergia. Esto es particularmente cierto respecto a las alergias alimentarias. Sin embargo, como regla general, una vez que una sustancia ha provocado una reacción alérgica, seguirá afectando a la persona.

Las vacunas antialérgicas son más efectivas cuando se usan para tratar personas con síntomas de rinitis alérgica y alergias severas a picaduras de insectos. No se usan para tratar alergias a los alimentos debido al peligro de una reacción grave. Estas vacunas pueden requerir años de tratamiento, pero funcionan en la mayoría de los casos. Pueden causar efectos secundarios molestos (como urticaria y erupciones cutáneas) y resultados peligrosos (por ejemplo, anafilaxis).