Cefalea Tratamiento
– Migraña:
En general las crisis de jaqueca se alivian con el sueño y disminuyen su intensidad y frecuencia durante el embarazo.
Se distinguen tres tipos de tratamientos:
- Abortivo: Se trata de evitar que se desencadene la crisis completa en un determinado momento: Sólo resulta útil si se toma la medicación cuando comienza el aura; los fármacos empleados son ergotamínicos, sumatriptan y derivados
- De la propia migraña: Lo más conveniente es que el enfermo permanezca en una habitación oscura, sin ruidos, se pueden aplicar compresas frías en la zona dolorida y como fármacos utilizaremos los analgésicos típicos, paracetamol ó aspirina. Si el enfermo vomita se dará medicación para impedirlos
- Profiláctico: Es el tratamiento que se usa para prevenir o disminuir la frecuencia o intensidad de las crisis; habitualmente sólo se emplea si se presentan más de tres episodios al mes o si la intensidad de las mismas es tal que interfiere con la vida laboral y social de las personas. Los fármacos más utilizados son: beta-bloqueantes, antagonistas del calcio y antidepresivos
Es fundamental que los enfermos con migrañas, aprendan a identificar los factores desencadenantes de las crisis e intenten evitarlos.
– Cefalea tensional
El tratamiento consiste sobre todo en evitar las causas desencadenantes:
- Minimizar el estrés
- Realizar técnicas de relajación
- Adoptar posturas correctas cuando estamos sentados, en el trabajo, al conducir…
- Practicar ejercicio físico, sobre todo de tipo aeróbico
- Analgésicos habituales: paracetamol, aspirina
Se trata con analgésicos simples como ácido acetilsalicílico, paracetamol u otros analgésicos. Cada persona responde mejor a uno u a otro analgésico. Es importante que sólo se consuman estos calmantes cuando sean realmente necesarios, pues su abuso crónico puede producir, paradójicamente, una cefalea crónica medicamentosa de muy difícil tratamiento.
En pacientes muy ansiosos, el uso de sedantes a dosis bajas y durante un periodo de tiempo limitado suele resultar beneficioso. El problema de esta última recomendación es la relativa facilidad con la que ciertas personas se habitúan al consumo de estos fármacos, haciéndose “dependientes” de los mismos. La automedicación con estos tranquilizantes (diazepam y derivados) es peligrosa.
– Cefalea de Horton
El tratamiento consiste en administrar analgésicos potentes, siendo muchas veces necesaria atención hospitalaria, dada la intensidad del dolor. Parece que mejoran proporcionándoles oxígeno en mascarilla.