El tratamiento depende de la causa y la disponibilidad de equipos. El tratamiento es urgente e incluye medidas de soporte vital básico y avanzado. Es importante mantener la respiración, suministrar líquidos y medicamentos intravenosos y mantener la estabilidad con productos y medicamentos que controlan la presión sanguínea y las convulsiones.

–        Elevación de la cabeza

Es una práctica común elevar la cabeza del paciente con edema cerebral para mejorar el drenaje cerebrovenoso y reducir la presión intracraneal. Sin embargo, hay evidencias de que la presión de perfusión cerebral es máxima en posición horizontal y que la elevación de la cabeza sobre el nivel del corazón reduce la fuerza hidrostática de la circulación arterial sistémica.

–        Hiperventilación

La hiperventilación es una manera efectiva de reducir la presión intracraneal. Las consecuencias de la hiperventilación son globales en naturaleza y no afectan el sitio local de la lesión, excepto en donde una reducción en la perfusión cerebral, potencialmente disminuye la formación de edema, reduciendo las fuerzas de filtración.

–        Esteroides

La administración de esteroides no es efectiva con alteraciones en la autorregulación cerebral, por lo que es poco beneficioso en pacientes con hemorragia intracraneal.

–        Barbitúricos

La administración de grandes dosis de barbitúricos produce un aumento importante en las resistencias vasculares cerebrales, con disminución de las demandas metabólicas. Esto a su vez reduce la formación de edema y reduce significativamente las fuerzas hidrostáticas que lo controlan. Son particularmente efectivos, en casos de edema cerebral.

–        Descompresión quirúrgica

Es una forma de combatir el edema cerebral masivo. Si el cerebro está desvitalizado, el tejido necrótico debe ser extirpado y la extracción de la punta del lóbulo temporal puede aliviar la compresión del tallo cerebral.