El tratamiento requiere tanto de enfoques médicos como sociales. Los adictos a sustancias pueden necesitar tratamiento en el hospital para controlar los síntomas de abstinencia. La terapia Individual o de grupo suele ser útil, pero sólo después de dejar de consumir las sustancias. Los medicamentos anti-adicción, como la metadona y la naltrexona, también son de uso común.

La forma social más frecuentemente recomendada social de tratamiento ambulatorio es el programa de 12 pasos. Estos programas suelen combinarse frecuentemente con la psicoterapia. Según estudios recientes, cualquier persona, independientemente de sus creencias religiosas o falta de ellas, pueden beneficiarse de la participación en programas de 12 pasos, como Alcohólicos Anónimos (AA) o Narcóticos Anónimos (NA). El número de visitas a los grupos de autoayuda de 12 pasos es superior al número de visitas a todos los profesionales de la salud mental combinados. Hay grupos de doce pasos para todas las adicciones a sustancias y procesos.