Idealmente, el tratamiento del ojo vago comienza en la infancia – cuando se están formando las conexiones complejas entre el ojo y el cerebro. Dependiendo de la causa y el grado en que la visión de su hijo se ve afectada, las opciones de tratamiento pueden incluir:

• Medidas correctoras: Si una condición como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo contribuyen a la ambliopía, se prescriben gafas o lentes de contacto correctoras. A veces las gafas correctoras es todo lo que sea necesario
• Parches: Para estimular el ojo más débil, el niño puede usar un parche ocular sobre el ojo más fuerte, unas dos horas al día, dependiendo de la gravedad del ojo vago. Esto ayuda a que la parte del cerebro que maneja la visión se desarrolle de manera más completa
• Gotas para los ojos: Una gota diaria o dos veces por semana de un medicamento llamad atropina puede nublar temporalmente  la visión del ojo más fuerte. Esto fomentará el uso del ojo más débil y ofrecerá una alternativa a usar un parche
• Cirugía: Si el niño cruza o desvía los ojos hacia el exterior, los músculos del ojo se pueden beneficiar con una reparación quirúrgica. Los párpados caídos o las cataratas también pueden necesitar una intervención quirúrgica

Para la mayoría de los niños con ambliopía, el tratamiento adecuado mejora la visión en cuestión de semanas o meses y si el tratamiento se inicia antes, mejor. Aunque la investigación sugiere que tratamiento se extienda hasta los 17 años, los resultados son mejores cuando el tratamiento comienza en la infancia.