Con el fin de detectar una úlcera, puede que tenga que someterse a pruebas de diagnóstico como:

• Pruebas de H. pylori: El médico puede recomendar pruebas para determinar si la bacteria H. pylori está presente en el organismo. El tipo de prueba depende de la situación particular. La bacteria puede ser detectada en un análisis de sangre, un examen de heces o una prueba de aliento. Para la prueba de aliento se bebe un vaso de líquido transparente, sin sabor, que contiene carbono radiactivo. La bacteria descompone la sustancia en el estómago. Más tarde, se sopla dentro de una bolsa, que luego se sella. Si hay infección por H. pylori, la muestra de aliento contiene el carbono radiactivo en forma de dióxido de carbono
• Con una endoscopia: El médico pasa un tubo hueco equipado con un objetivo (endoscopio) por la garganta hasta el esófago, el estómago o el intestino delgado. Por medio del endoscopio, el médico busca las úlceras. Si el médico detecta una úlcera, puede realizar una biopsia (extraer pequeñas muestras de tejido) para su examen en un laboratorio. Una biopsia puede también identificar la presencia de H. pylori en el recubrimiento del estómago. Es probable que el médico recomiende una endoscopia si el paciente es mayor, tiene signos de sangrado o ha experimentado recientemente pérdida de peso o dificultad para comer y tragar
• Radiografía del tracto gastrointestinal: A veces llamado enema de bario, esta serie de rayos X crea imágenes del esófago, estómago y el intestino delgado. Durante los rayos-X se ingiere un líquido blanco (que contiene bario) que recubre su tracto digestivo y hace la úlcera más visible