El tratamiento de primera línea para la acalasia es la dilatación con balón. En este procedimiento, se pasa una membrana o un globo inflable por el esófago hasta el esfínter y se infla para forzar el esfínter a que se abra. La dilatación es eficaz en alrededor del 70% de los pacientes.

Cuando la dilatación con balón es inadecuada o inaceptable, se pueden utilizar otros tres tratamientos para la acalasia:

• Inyección de toxina botulínica: Inyectada en el esfínter, la toxina botulínica paraliza los músculos y permite que el esfínter se relaje. Los síntomas generalmente regresan en uno o dos años
• Esofagomiotomía: Este procedimiento quirúrgico corta el músculo del esfínter para permitir que el esófago se abra. La esofagomiotomía es cada vez más popular con el desarrollo de técnicas que permiten incisiones muy pequeñas
• Tratamiento farmacológico: La nifedipina, un bloqueante de los canales de calcio, reduce la contracción muscular. Si se toma diariamente, este medicamento proporciona alivio en aproximadamente dos tercios de los pacientes durante unos dos años