Cáncer de próstata Factores de riesgo
– Dieta
También es conocida su relación con el estilo de vida y la dieta. La dieta del mundo occidental está íntimamente vinculada al cáncer de próstata. Así el alto consumo de grasas, bajo consumo de fibras, la falta de antioxidantes (vitamina E y C), bajo consumo de carotenos (tomate) y el poco o nulo consumo de proteína de soja, son los factores más relacionados con el desarrollo de esta enfermedad. La obesidad no solamente contribuye a la diabetes y al colesterol alto, sino que también se ha asociado con algunos cánceres comunes, principalmente a los hormono-dependientes, como el cáncer de próstata, de mama y ovario.
– Genética
Otro factor que ha cobrado importancia en los últimos años es el factor genético. Entre el 5 y el 10% de los casos de cáncer de próstata se consideran hereditarios. Sin embargo, la mayoría de los casos son esporádicos (ocurren por casualidad). Si el padre o hermano de un hombre presentaron cáncer de próstata, esto duplica e incluso puede llegar a cuadruplicar la probabilidad de desarrollar un tumor. Si son varios los familiares afectados, aumenta aún más el riesgo de padecer la enfermedad.
Aproximadamente el 9% de todos los cánceres de próstata y el 45% de los casos en hombres menores de 55 años de edad pueden atribuirse a un gen susceptible que se hereda como característica dominante (de padres a hijos).
– Otras causas
Diferentes estudios han observado una incidencia 1,7 veces mayor de CP en varones a los que se les ha practicado una vasectomía. Aunque algunos autores atribuyen este aumento de incidencia a un probable aumento de testosterona tras la vasectomía, otros lo imputan a un sesgo de vigilancia en estos pacientes.
Diferentes estudios han descrito que la frecuencia del CP diagnosticado histológicamente es similar en países con sistemas sanitarios desarrollados; sin embargo, su incidencia clínica varía. En el periodo de tiempo de 1988 a 1991 Suiza y Noruega describieron tasas de incidencia superiores al 20 por 100.000 hombres.
Por el contrario, otros países como Hong-Kong o Japón describieron tasas de incidencia muy inferiores. Estas diferencias tan acusadas no se sabe si son debidas a factores genéticos inherentes o bien a factores ambientales no bien conocidos.