La varicela es generalmente una enfermedad leve. Pero pueden aparecer complicaciones, algo que es más frecuente en los pacientes que pertenecen a grupos de riesgo. Se estima que entre el 15-16% de los sujetos con varicela pueden sufrir algún tipo de complicaciones.

La varicela se puede complicar produciendo alteraciones importantes. A nivel pulmonar puede producir neumonías necrotizantes. Complicaciones secundarias a la varicela pueden ser meningo-encefalitis, ataxias cerebelosas, etc.

Pueden aparecer complicaciones cutáneas por sobreinfección bacteriana, por ejemplo por Streptococcus pyogenes, que pueden causar lesiones necrotizantes a nivel de la piel, con una extensión de la lesión que puede ser importante, produciendo necrosis en la piel y lesiones cicatriciales; pueden aparecer también uveítis con afectaciones oculares importantes o alteraciones de la vista.

Una de las complicaciones de la varicela es el riesgo de aparición de un herpes zóster. Después de una infección por varicela, algunos de los virus de la varicela-zóster pueden permanecer latentes en el sistema nervioso. Muchos años después, el virus puede reactivarse y reaparecer como un herpes zóster (véase el apartado correspondiente en esta misma página web).

La varicela puede producir complicaciones graves en las mujeres embarazadas o en el feto. La varicela en las primeras semanas del embarazo y en otras fases del mismo puede provocar lesiones o trastornos en el recién nacido, como bajo peso al nacer o defectos congénitos como anomalías en las extremidades.