Cirrosis Diagnóstico de cirrosis
La mayoría de las veces las causas de la cirrosis se pueden identificar:
En caso de cirrosis alcohólica: Antecedentes de consumir alcohol regularmente o en exceso, cambios físicos o de conducta y una biopsia del tejido hepático.
En caso de hepatitis: Exámenes de sangre para detectar el virus, biopsia hepática, etc. La biopsia hepática es una muestra del tejido del hígado que se obtiene bajo anestesia local.
Muchas personas que ingieren alcohol en cantidades excesivas desarrollan cierto grado de daño al hígado, pero no necesariamente lleva a la cirrosis hepática. Entre aquellos individuos que consumen entre 200 y 400 mL de alcohol diariamente por un período de 15 años o más, aproximadamente una tercera parte desarrollará cirrosis hepática, otra tercera parte desarrollará hígado graso y el resto tendrá problemas hepáticos leves.
En general, mientras más beba y mientras más frecuente y regularmente lo haga, mayor será la probabilidad de que termine desarrollando cirrosis del hígado.
El alcohol por sí sólo en cantidades excesivas es un tóxico que puede causar cirrosis.