Para muchas mujeres, el vaginismo es una sorpresa, una opresión inexplicable, malestar, dolor y los problemas de forma inesperados que se inician cuando se  experimentan durante los intentos de coito. 

El dolor se produce por el endurecimiento de los músculos alrededor de la vagina. Dado que esto ocurre sin la intención consciente o control de la mujer, puede ser muy desconcertante.

El vaginismo se considera un trastorno de disfunción sexual que tiene varias causas posibles, como un trauma o abuso sexual pasado, otros factores psicológicos o antecedentes de incomodidad con las relaciones sexuales. En algunas ocasiones, no se puede encontrar ninguna causa.

Es una afección poco común y se desconoce el número exacto de mujeres que tienen este problema.

Las mujeres con grados variables de vaginismo a menudo desarrollan ansiedad con respecto a la relación sexual. Esta afección hace que la penetración sea difícil y dolorosa, o incluso imposible; sin embargo, esto no quiere decir que la mujer no pueda lograr estimulación sexual. Muchas mujeres pueden tener orgasmos con la estimulación del clítoris.

La anticipación del dolor, la ansiedad emocional, o mensajes sexuales poco saludables pueden contribuir a reforzar los síntomas de vaginismo. Con frecuencia, pero no siempre, hay profundos sentimientos negativos subyacentes de la ansiedad asociada a la penetración vaginal. 

Disparadores emocionales que dan lugar a síntomas del vaginismo no siempre son evidentes y requieren un poco de exploración. Es importante que a partir del tratamiento se inhiban algunos disparadores emocionales.