El paciente o el especialista médico pueden confirmar una infestación de los piojos del pubis a través de un examen visual de la zona púbica. La infestación de las ladillas se diagnostica mediante la búsqueda de un piojo o huevos (liendres) en el pelo de la región del pubis o, menos frecuentemente, en otras partes del cuerpo (cejas, pestañas, barba, bigote, axila, zona perianal, la ingle, el tronco, el cuero cabelludo). La presencia de piojos que se mueven confirma la infestación.

En el caso de los huevos de piojos (liendres) también puede indicar una infección. Sin embargo, las liendres se adhieren a los pelos y pueden estar presentes sin manifestarse, aunque no hay un tratamiento de larga vida, incluso después de un éxito.

Las ladillas pueden ser difíciles de encontrar porque no puede ser sólo unos pocos.  A menudo se unen a más de un pelo y, en general no se arrastran tan pronto como la cabeza y los piojos del cuerpo. Si el rastreo piojos no se ven, la búsqueda de liendres en el área púbica sugiere fuertemente que una persona está infestada y debe ser tratada.

Si no está seguro de la infestación o si el tratamiento no tiene éxito, vea a un médico para el diagnóstico. Las personas infestadas con piojos púbicos se deben investigar la presencia de otras enfermedades de transmisión sexual.

Aunque los piojos del pubis y las liendres pueden ser lo suficientemente grande para ser visto a simple vista, una lente de aumento puede ser necesaria para encontrar piojos o huevos.