Uno de los mayores problemas que presenta la enfermedad es su diagnóstico, debido a que las personas con anorexia nerviosa empiezan a presentar el trastorno desde muy jóvenes y tratan de ocultarlo. La negación de la enfermedad puede ser inconsciente. Es muy poco usual que una persona que padezca anorexia nerviosa busque ayuda debido a la negación antes mencionada.

En muchos casos el diagnóstico real no se hace hasta que las complicaciones médicas se han desarrollado, estructurando el tratamiento en torno a los problemas médicos y no a los problemas alimentarios, para facilitar la aceptación por parte del paciente de la enfermedad.

Existen cuatro criterios básicos para el diagnóstico de la anorexia nerviosa. No mantener un peso corporal constante que sea igual o superior a un peso normal para la edad, la altura y complexión física del paciente. Un miedo patológico a la ganancia de peso, aún estando muy por debajo del peso normal. Una auto-percepción distorsionada en el peso corporal. Y en el caso de las mujeres la pérdida del ciclo menstrual de una manera reiterada.