Anorexia Consecuencias y riesgos
La anorexia supone un problema muy complejo, viéndose el organismo privado de nutrientes que le son imprescindibles para un correcto funcionamiento. Debido a las carencias nutricionales se inician una serie de alteraciones de carácter leve, pero que pueden aumentar en gravedad al evolucionar la enfermedad, alterándose progresivamente la salud del paciente.
Las primeras consecuencias pueden ser positivas. En ausencia de alimentos, el cuerpo se va a nutrir de las reservas y se inicia el adelgazamiento. Si se continua restringiendo el alimento, el cuerpo empieza a suprimir la funciones más costosas, en referencia a la energía. Se inician sistemas de aprovechamiento de los nutrientes que son muy perjudiciales para órganos como el hígado o el riñón.
En las mujeres se elimina la menstruación. Las personas afectadas empiezan a tener la piel reseca y el pelo comienza a perder calidad, es posible que el cuerpo se cubra de una pelusa.
Si continua empeorando, el organismo minimiza la circulación a los órganos principales con lo que se siente una sensación de frío constante, se reduce la actividad del sistema inmunitario, con lo que la salud del enfermo se resiente.
En situaciones extremas, se reduce el número de pulsaciones (bradicardia) para consumir menos energía y en situaciones muy avanzadas baja la presión arterial, con riesgo importante para la salud.
Unos órganos sufren más que otros, el riñón por su parte es uno de los más afectados y puede verse altamente dañado por las deficiencias de nutrientes. La anemia es frecuente en los pacientes anoréxicos, debido a la disminución de glóbulos rojos y a la alteración del sistema inmunitario.