Colesterol Prevención
La prevención de un exceso de lípidos en la sangre y en especial de un exceso de colesterol sanguíneo se consigue fundamentalmente controlando adecuadamente la nutrición.
Debemos vigilar de modo razonable nuestra dieta, no sólo los alimentos que contienen colesterol, sino también, los alimentos cuyos integrantes son precursores del colesterol, en especial aquellos alimentos que poseen grasas saturadas.
En la dieta se deben respetar determinadas pautas generales para conseguir un equilibrio sobre los factores nutritivos que influyen sobre el metabolismo de los lípidos y el colesterol. La ingestión de alimentos de origen animal no debería superar el 10% del total de los alimentos ingeridos en el día. El consumo de huevos y de mantequilla, dos de los alimentos con una mayor proporción de colesterol, debe ajustarse a las necesidades metabólicas de cada individuo, debiéndose ingerir, como principio general, en cantidades reducidas, salvo excepciones indicadas por el médico.
Los productos vegetales deben componer la mayor parte de la dieta. Los aceites vegetales son saludables porque su aporte de colesterol al organismo es reducido.
Parte indispensable en la prevención de la hiperlipidemia e hipercolesterolemia es el reordenamiento de la dieta, para lo cual se debe reducir el consumo de carnes grasas y embutido a favor de pescado, carnes no grasas y alimentos de origen vegetal. Dentro de las carnes, las que poseen una menor proporción de colesterol son las carnes de ave, destacando en este grupo el pollo y el pavo.
Debemos evitar también los mariscos y las vísceras (riñones, hígado, callos) pues su contenido en colesterol es elevado, algo que también sucede con su proporción de grasas saturadas. Reducir el consumo de yemas de huevo es una medida también recomendable, si bien se están realizando nuevos estudios al respecto.