Es normal que el sexo pase a ser un poco aburrido para uno o ambos cónyuges cuando la pareja se va consolidando. Hay numerosos factores que pueden enfriar la relación sexual: el tiempo, nuestro estado de ánimo, tensiones de la vida diaria, lo que sea. En lugar de aplazarlo hasta que los planetas se alineen, es recomendable aprovechar la ocasión cuando se presenta.

A su vez no hay que interpretar mala noche como un signo de una relación que se degrada. Si el hombre parece estar desactivado, ella haría bien de ser cariñosa y esperar a la próxima vez. Por parte de él mejor no presionar cuando ella no está de humor, sino encontrar espacios íntimos fuera de la pasión,  que van a generar sin duda para la próxima vez una nueva posibilidad de relacionarse en el plano más ardiente. Para mantener la emoción, no es mala idea aventurarse fuera de la zona de confort de vez en cuando con nuevas posiciones, lugares y ropa sexy.