Son más conocidas por las siglas VLCD (very low calorie diets) dietas un aporte energético inferior a las 800 Kcal/día, aunque en la práctica las más utilizadas no suelen superar las 500Kcal/día.
Su uso se popularizó a partir de los años setenta, las primeras descripciones de la utilización de estas dietas se remontan a 1924 y 1929, pero, como ocurre muy a menudo estas observaciones quedaron en el olvido hasta que en la década de los cincuenta renació el interés por las VLCD como método para perder peso. La finalidad es aportar un mínimo de energía, conservando un aporte vitamínico y mineral correcto; así como una cantidad de proteínas adecuada para evitar pérdidas de masa magra potencialmente peligrosas. A la vez, la restricción de grasas es casi total y el aporte de hidratos de carbono mínimo. En general, la indicación más frecuente es en los casos de obesidad mórbida, para inducir una pérdida de peso importante como fase inicial de un programa más amplio de reducción ponderal.