Parto y lactancia
El parto en su evolución consta de tres periodos: primero (dilatación), segundo (expulsivo) y tercero (alumbramiento), resultando el más prolongado de todos, el de la dilatación cervical.
El segundo periodo se distingue entre periodo de latencia o preparto, en el que se producen los cambios en el cuello del útero que finalizan con su borramiento, e inicio de la dilatación cervical, y el periodo activo del parto, que es aquel que se prolonga desde los 3 cm de dilatación hasta la dilatación completa (10 cm).
El crecimiento y desarrollo de los ductos mamarios se produce por la acción de los estrógenos, la progesterona y la prolactina. Esta última controla la lactogénesis. La hormona del crecimiento, la insulina los glucocorticoides, la TRH, están implicadas en el desarrollo funcional de la mama.
Es el periodo y proceso del nacimiento, el parto abdominal es el nacimiento de un niño a través de una incisión quirúrgica practicada en el abdomen. El método utilizado puede ser cualquiera de los diversos tipos de cesárea. El parto activo es el desarrollo normal del proceso del parto, con contracciones uterinas, dilatación del cuello y descenso del feto al canal del parto.
Preparación al parto
El hecho de conseguir un parto con menos dolor es sólo una de las ventajas de la preparación al parto, es más, para muchas mujeres no es ni tan siquiera la más importante. De hecho, los cursos de preparación al parto han dejado de llamarse así para llamarse cursos de preparación a la maternidad, aludiendo al carácter global de lo que allí podemos aprender.
Es decir, incluso, aquellas de vosotras a quienes os vayan a practicar una cesárea, os apliquen anestesia epidural, o aquellas que ya habéis disfrutado de la inmensa felicidad que supone dar a luz a un hijo, también encontraréis suma utilidad en estos cursos.
En la actualidad se tiende a no hablar de parto sin dolor (te recuerdo que en muchas ocasiones no se consigue del todo esta finalidad), para hablar de parto con menos dolor, objetivo que se consigue casi todas las veces si seguís las recomendaciones de vuestros profesores y monitores.
Métodos paritorios
El método psicoprofiláctico, como también se llama al parto sin dolor, tiene orígenes muy remotos. En este sentido, se observó en ciertas civilizaciones antiguas, como los nativos de la isla de Pascua, que los bebés nacían sin llorar y las nativas daban a luz sin importantes sufrimientos.
Se investigó y se legó a la conclusión de que la razón estaba en lo protegida que se sentía la parturienta al estar rodeada de amigos y personas relevantes de la tribu que ostentaban un poder mágico y que le daban seguridad y tranquilidad.
Por otra parte, los partos tenían lugar en cuevas en penumbra y en un ambiente bastante silencioso, es decir, el ambiente que disfruta el bebé en el seno materno; además, la madre recogía en su pecho al bebé nada más nacer, lo cual le ofrece a éste una sensación de seguridad fundamental en este momento, el primero y más importante de su vida.
¿Te extraña que los bebés lloren al nacer? ¿Qué harías tú si, tras estar nueve meses en un cuarto oscuro, silencioso y calentito, se abriera la puerta y los rayos de un sol estival cegaran tus ojos, a la vez que la temperatura bajara 13 ó 14 grados, y encima un gigante te cogiera una pierna y te colgara boca abajo? Yo, al menos, también lloraría.
En base a esto, hace algunos años estuvo de moda entre algunos tocólogos el parto "psicoprofiláctico": en penumbra, sin ruidos, y estimulando al máximo el primer contacto madre-hijo. Las circunstancias de la medicina moderna, como podéis imaginar, hacen difícil la consecución de las dos primeras condiciones.
Por otra parte, Read, un médico inglés del siglo XIX se dio cuenta de la importancia del temor y la angustia en la génesis del dolor y los problemas durante el parto al observar cómo daba a luz sin ninguna molestia una mujer cuya característica más relevante era el no tener ni idea de lo que era un parto.
También descubrió que la relajación muscular es uno de los mejores métodos para controlar ese temor y esa angustia. Así creó la "técnica del parto sin temor", con notable difusión en su tiempo, basada en la relajación de la parturienta durante el trabajo del parto.
El futuro se encuentra en una técnica relativamente nueva, llamada haptonomía, que se desarrollará conjuntamente con las técnicas actualmente utilizadas y que seguirán siendo perfectamente válidas en la mayoría de sus planteamientos.
La base de la haptonomía consiste en darle al tacto la importancia que se merece, y que, en una sociedad tan materialista como en la que vivimos, nos pasa desapercibido.
El método haptonómico o psicotáctil se fundamenta en la sensación de tranquilidad y bienestar que tiene una persona cuando sobre ella se realiza un tacto en el que se intenta transmitir afecto, cariño y amor.
Se puede aplicar a cualquier tipo de relación afectiva, pero en el embarazo es particularmente útil ya que el sentido más desarrollado en los bebés, dentro y fuera del útero, es precisamente el del tacto, como tú misma podrás comprobar cuando tu bebé esté llorando desconsoladamente y sólo consigas calmarlo al cogerlo en brazos.
La experiencia con miles de mujeres nos hace ver que los niños cuyas madres han seguido este método, por lo general lloran menos, y son más seguros, más tranquilos y más abiertos.
Los tactos se practican sobre el abdomen de la futura madre y son realizados tanto por ella como por el padre. Pronto notaréis cómo, nada más colocar vuestras manos sobre el abdomen, vuestro bebé percibe vuestra presencia y se agita contento o se calma si estaba inquieto.
Durante la dilatación, los tactos haptonómicos que tu pareja realice sobre tu cuerpo te ayudarán a conseguir un estado de relajación tal que te permitirá tener un parto con mucho menos dolor.
Con la haptonomía aprenderemos no sólo a darle al tacto la importancia que se merece, sino a darnos cuenta de lo mucho que tu bebé siente ahí dentro y de lo mucho que tú y tu pareja podéis hacer por él durante el embarazo y el parto.
Postparto
En el posparto inmediato se produce una disminución de los niveles de estrógenos y progesterona, y esto lleva consigo la iniciación de la lactancia desencadenada por los altos niveles de prolactina que hay en ese momento. La succión del pezón estimula la secreción de prolactina y sus niveles aumentan cuando el recién nacido se pone al pecho, al igual que la secreción de oxitocina, favorecedora de la lactopoyesis.
Lactancia: todo beneficios
Con la lactancia materna se crea un vínculo afectivo muy especial entre madre e hijo. La Asociación Española de Pediatría, aconseja dar el pecho a demanda, cuando el bebe lo pida, y hasta que se canse de mamar.
Los beneficios que tiene la lactancia materna, son entre otros, que reduce el riesgo de cáncer de mama, ovario y osteoporosis, con la lactancia el pecho va recuperando su forma fisiológica, y también la mujer va recuperando mejor su figura.
En el niño los beneficios son más numerosos, reduce el riesgo de mortalidad y de infecciones ya que potencia el sistema inmunológico, reduce el riesgo de enfermedades alérgicas y de desarrollar patologías autoinmunes.
La leche materna es el mejor alimento que una madre puede ofrecer a su hijo recién nacido. No solo considerando su composición sino también en el aspecto emocional ya que el vínculo afectivo que se establece entre una madre y su bebé amamantado constituye una experiencia especial, singular e intensa.
Existen sólidas bases científicas que demuestran que la lactancia materna es beneficiosa para el niño, para la madre y para la sociedad, en todos los países del mundo.
La leche materna contiene todo lo que el niño necesita durante los primeros meses de la vida. Protege al niño frente a muchas enfermedades tales como catarros, bronquiolitis, neumonía, diarreas, otitis, meningitis, infecciones de orina, enterocolitis necrotizante o síndrome de muerte súbita del lactante, mientras el bebé está siendo amamantado.
Asimismo también le protege de enfermedades futuras como asma, alergia, obesidad, enfermedades inmunitarias como la diabetes, la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa y arterioesclerosis o infarto de miocardio en la edad adulta y favorece el desarrollo intelectual.
Los beneficios de la lactancia materna también se extienden a la madre. Las mujeres que amamantan pierden el peso ganado durante el embarazo más rápidamente y es más difícil que padezcan anemia tras el parto, también tienen menos riesgo de hipertensión y depresión postparto. La osteoporosis y los cánceres de mama y de ovario son menos frecuentes en aquellas mujeres que amamantaron a sus hijos.
Desde otro punto de vista, la leche materna es un alimento ecológico puesto que no necesita fabricarse, envasarse ni transportarse con lo que se ahorra energía y se evita contaminación del medio ambiente.
Y también es económica para la familia. Además, debido a la menor incidencia de enfermedades, los niños amamantados ocasionan menos gasto a sus familias y a la sociedad en medicamentos y utilización de Servicios Sanitarios y originan menos pérdidas por absentismo laboral de sus padres.
Por todas estas razones y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Americana de Pediatría (AAP), el Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría recomienda la alimentación exclusiva al pecho durante los primeros 6 meses de la vida del niño y continuar el amamantamiento junto con las comidas complementarias adecuadas hasta los 2 años de edad o más."
Es importante que al niño se le ofrezca el pecho precozmente, a ser posible en la primera media hora tras el parto. Después de la primera hora, el recién nacido suele quedar adormecido unas horas.
Durante este tiempo, es recomendable que el bebé permanezca junto a su madre aunque no muestre interés por mamar y que se estimule el contacto piel con piel entre ambos. Así, puede ofrecerse el pecho tan pronto como se observe que el niño está dispuesto a mamar (movimientos de la boca buscando el pezón, hociqueo…) y no solamente cuando llore. El llanto es un signo tardío de hambre.