Nutrición infantil
Dra. Susana MONEREO, Jefe de la Sección de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Getafe.
“Los hábitos de comida familiares son los que perduran durante el resto de la vida”
Desde hace tiempo los especialistas en nutrición vienen advirtiendo sobre el aumento de los niveles de colesterol en los más pequeños. Estudios recientes elevan hasta el 25% el porcentaje de niños españoles que sobrepasan estos límites.
A la doctora Susana Monereo, desde su experiencia como Jefe de la Sección de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Getafe, le preocupa el cambio de hábitos está llevando a que haya niños que nunca en su vida coman un plato de lentejas o cualquier otro guiso tradicional y lo cambien por comida precocinada o comida rápida, así como las prisas y la falta de tradición a la hora de sentarse a comer.
¿Ha cambiado mucho la alimentación de los niños españoles?
Sí, la alimentación ha cambiado, sobre todo en los niños mayores y en los adolescentes, desapareciendo cosas de la dieta tradicional y apareciendo lo derivado de la comida rápida, lo que nosotros llamamos la “coca-cola-nización”.
¿Son conscientes las madres de la importancia de la lactancia materna?
Sí,… las madres son conscientes de la importancia de la lactancia materna. Ha habido mucha presión desde los medios sanitarios para ello y parece que el mensaje ha calado. El problema es que ésta es muy corta y está claramente relacionada con la incorporación de la mujer al mundo laboral. Sería deseable prolongar la baja maternal a 6 meses para prolongar la lactancia durante este periodo que es el más beneficioso.
Donde curiosamente se rechaza más la lactancia materna es en las clases sociales altas, probablemente, por influencias estéticas y demandas sociales.
Una alimentación deficiente en los primeros años ¿en qué grado condiciona el desarrollo del niño?
La alimentación es muy importante en cualquier época de la vida, pero lo es más en épocas de crecimiento y desarrollo rápidos como son los primeros años de vida. Durante esta fase, no solo se construye la estructura y se desarrollan los órganos, sino que se llenan las reservas de nutrientes que deben durarnos toda la vida por lo que, si el niño come mal, repercutirá sobre su crecimiento y desarrollo, pero también tendrá secuelas de mayor.
Las enfermedades metabólicas que nos acaban matando en la edad adulta (obesidad, diabetes, hipertensión y cardiopatía isquémica) empiezan ya desde niños, por lo que los hábitos que se adquieran repercutirán sin duda a lo largo de toda la vida.
¿Cuáles son los errores más frecuentes en el primer año?
La alimentación durante el primer año de vida suele ser bastante correcta, ya que la madre y el pediatra están muy encima. Lo más frecuente es la sobrealimentación, pensando que el niño se queda con hambre. También se dan carencias, cuando los niños rechazan algún alimento y se les da sólo lo que les gusta…, pero no suele haber grandes problemas en la actualidad.
Cuando los niños empiezan a tener más autonomía, empieza también la etapa de los bollos, las chuches… ¿es el momento de empezar a educar?
Cuando el niño empieza a decidir lo que quiere o no quiere comer, probablemente ya tiene hábitos adquiridos que deberíamos haber controlado. Por supuesto, en esta etapa, las influencias de los medios de comunicación (anuncios, presentación de productos de forma muy atractiva para los niños…) hace que se decanten por alimentos que no deben.
Es un momento crucial para no ceder y conseguir que el niño sepa distinguir de lo que es un simple capricho de lo que es un alimento de verdad. Si cedemos, estaremos sentando las bases de una alimentación rica en azúcares y grasas, que son los alimentos que los niños prefieren en esta fase. Por supuesto, para educar a los niños, los padres debemos alimentarnos bien, ya que ellos son imitadores natos y seguidores nuestros.
¿Se aprende a comer en casa?
Los hábitos familiares son los que perduran durante el resto de la vida. La forma de comer y el tipo de alimentos que se comen en las casas son importantísimos en la alimentación siendo más importantes que los que adquiere en el colegio. La casa no sólo debe enseñar a comer todo tipo de alimentos sino que también debe enseñar costumbres y formas que luego repercutirán en la vida general.
Acostumbrarse a comer sentado, reunido con el resto de los familiares, transformando la comida en un acto social agradable, es fundamental en la alimentación. Por otro lado, los niños comen lo que comen sus padres. Prácticamente, todos los defectos los encontramos exactamente igual en los familares.
El desayuno, ¿es una asignatura pendiente en los niños?
El desayuno es una asignatura pendiente no sólo de niños, sino de muchos españoles. Un estudio reciente, el enKID, demuestra que alrededor de un 30% de los niños van al colegio sin desayunar. Está demostrado que, en muchas ocasiones, el fracaso escolar y la obesidad, derivan de esta mala costumbre. En efecto, si el niño no desayuna, no tiene energía suficiente cuando más lo necesita, lo que disminuye su concentración. Además, al no desayunar, tiene más hambre el resto del día, lo que le condiciona a que pique más y acabe engordando. Todos los niños deben desayunar lo que sea, siendo preferente lácteos y alimentos que tengan cereales como pan, cereales dulces, bollería casera, etc.
¿Por qué está aumentando tanto el colesterol entre los más pequeños?
El colesterol aumenta en los niños porque se está comiendo más grasa saturada que deriva de la bollería industrial, alimentos precocinados y fritos de bolsa, y del incremento de la ingesta de carne. La información es engañosa ya que la mayoría de ellos anuncian que están fabricados con grasa vegetal sin especificar que es grasa saturada, que es la que produce el colesterol.
Pensando en los más pequeños…¿Cuál sería la dieta ideal?
La dieta ideal de un niño de 2 a 7 años, sería una dieta de unas 1500-1700 calorías, rica en lácteos (medio litro de leche al día), con abundantes hidratos de carbono (pan, pasta, arroz, cereales), legumbres y frutas. Como fuente de proteínas usar las de alto valor biológico (carne, pescado o huevos) siendo suficiente que lo coman una vez al día, y siempre de postre fruta. No creo que haya que forzar la ingesta de verdura pero sí ir introduciéndola en guisos o preparaciones que les gusten y, sobre todo, que vean comerla a sus padres.
Un consejo
A mi juicio, es que se debe cuidar la alimentación intentando volver a la dieta tradicional, pero no sólo en el tipo de alimentos, sino en las costumbres. Tenemos que comer de todo, incrementando fruta y verdura y demás hidratos de carbono, disminuyendo todo tipo de grasa. No se debe abusar de las proteínas ni olvidarse de los lácteos.