Zopranol 30 mg 28 comprimidos
Acción y mecanismo
– [ANTIHIPERTENSIVO], [INHIBIDOR DE LA ANGIOTENSINA CONVERTASA]. El zofenopril es un profármaco que se hidroliza rápidamente en el organismo a su metabolito activo zofenoprilato. Éste es un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina, responsable de la transformación de la angiotensina I en angiotensina II, por lo que se va a oponer a los efectos de ésta, dando lugar a una disminución de la presión arterial a través de un doble mecanismo:
* Vasodilatación arteriovenosa, con la consiguiente reducción de la resistencia periférica.
* Disminución de la producción de aldosterona, y por lo tanto de la reabsorción de sodio y agua, con la consiguiente disminución de la volemia.
Además, se barajan otros mecanismos de acción, como podrían ser el incremento de los niveles de la bradicinina, un potente vasodilatador sustrato también de la ECA que incrementa la producción de prostaglandinas vasodilatadoras y la producción endotelial de NO; la inhibición del tono simpático central y periférico; la reducción de los niveles de aldosterona y vasopresina; o la inhibición de las acciones centrales de la aldosterona II.
Además de este efecto antihipertensivo, el zofenopril reduce la precarga, al producir vasodilatación venosa y disminuir la presión telediastólica, y la postcarga, por la vasodilatación arterial, disminuyendo las resistencias periféricas. Incrementa por lo tanto el gasto cardíaco en el corazón insuficiente, a la vez que reduce el tono simpático que parece estar aumentado en este cuadro.
Además muestra una interesante actividad cardioprotectora, debido a las siguientes causas:
* Reduce la hipertrofia ventricular y de la lámina media vascular debido a la disminución de la presión arterial y al bloquear los efectos proliferativos de la angiotensina II.
* Presenta un efecto antiarrítmico al reducir el tono simpático y las demandas miocárdicas de oxígeno, y al aumentar el flujo coronario y la kalemia.
* Muestra una actividad antiaterogénica debido a la reducción de la presión arterial, a sus efectos antiproliferativos e inhibidores de la adhesión endotelial de los monocitos.
* Disminuye la agregación plaquetaria, con el consiguiente efecto antitrombótico.
Farmacocinética
Vía oral:
– Absorción: El zofenopril se absorbe rápida y completamente en el intestino, metabolizándose por primer paso hepático a la forma activa zofenoprilato, cuya Cmax se alcanza al cabo de 1,5 horas.
Alimentos: La administración junto con alimentos del zofenopril tuvo como consecuencia una reducción de la velocidad de absorción, pero la cantidad de zofenopril absorbida no se vio afectada, y el AUC de zofenoprilato se mantuvo similar tras la administración en ayunas como postpandrial.
– Distribución: El zofenopril se une fuertemente a proteínas plasmáticas (88%). El Vd es de 96 l.
– Metabolismo: El zofenopril es metabolizado en el hígado, dando lugar a una serie de metabolitos. De ellos, el más importante y mayoritario es el zofenoprilato (22%), que a su vez se metaboliza en el hígado a través de reacciones de glucuronidación, (17%), ciclación y glucuronidación (13%), conjugación con cisteína (9%) y metilación del grupo tiólico (8%).
– Eliminación: El zofenopril se elimina rápidamente por metabolismo. El zofenoprilato sufre metabolismo y posterior eliminación a través de la orina (76% iv; 69% po) y heces (16% iv; 26% po). La semivida del zofenoprilato es de 5,5 horas, con un aclaramiento total de 1300 ml/minuto. Al igual que el resto de todos los IECA y como consecuencia de la prolongada unión a la ECA, presenta una fase de eliminación prolongada de pequeñas cantidades de zofenopril, con una semivida superior a 24 horas, pero que no da lugar a acumulación del fármaco.
Farmacocinética en situaciones especiales:
– Insuficiencia renal: No se han observado diferencias farmacocinéticas significativas entre pacientes con funcionalidad renal normal y pacientes con insuficiencia renal leve (CLcr entre 45-90 ml/minuto). Por su parte, en los pacientes con insuficiencia renal de moderada a grave (CLcr entre 7-44 ml/minuto) se produjo una reducción de la velocidad de eliminación, con una semivida casi del doble que en pacientes con funcionalidad renal normal. Por su parte, en pacientes con insuficiencia renal terminal sometidos a hemodiálisis o diálisis peritoneal se redujo la velocidad de eliminación a un 25% de lo normal.
– Insuficiencia hepática: En pacientes con cirrosis hepática, el AUC fue de alrededor del doble que en pacientes con funcionalidad hepática normal.
Indicaciones
– [HIPERTENSION ARTERIAL]. Tratamiento de la hipertensión arterial esencial de gravedad leve a moderada.
– [POSTINFARTO DE MIOCARDIO]. Tratamiento a corto plazo, dentro de las 24 horas posteriores al infarto de miocardio, de pacientes hemodinámicamente estables con o sin signos de insuficiencia cardiaca, que no hayan recibido terapia con trombolíticos.
Posología
DOSIFICACIÓN:
– Adultos, oral: Se recomienda individualizar la dosis en función de las características del paciente y de la respuesta clínica. Aún así, las dosis recomendadas son:
* Hipertensión arterial: Se recomienda iniciar el tratamiento con una dosis de inicio de 15 mg/24 horas. Esta dosis podrá aumentarse progresivamente en intervalos de cuatro semanas hasta una dosis de mantenimiento de 30 mg/24 horas. La dosis máxima es de 60 mg/24 horas, administrados en dosis única o fraccionados en dos tomas.
El zofenopril puede combinarse con otros fármacos antihipertensivos en caso de no poder controlar la presión arterial por sí solo.
* Postinfarto de miocardio: El tratamiento con zofenopril debe iniciarse dentro de las 24 horas siguientes al infarto de miocardio, continuándose durante las siguientes seis semanas. Se recomienda seguir la siguiente pauta posológica:
1. Días 1 y 2 de tratamiento: 7,5 mg/12 horas.
2. Días 3 y 4 de tratamiento: 15 mg/12 horas.
3. A partir del día 5 de tratamiento: 30 mg/12 horas.
Además del zofenopril, los pacientes pueden recibir otros fármacos destinados al tratamiento postinfarto, como nitratos, ácido acetilsalicílico o beta-bloqueantes.
Si el paciente experimenta una presión arterial sistólica menor de 120 mm de Hg, se recomienda no incrementar la dosis administrada. Si se experimentase hipotensión (presión arterial sistólica menor a 100 mm de Hg), se continuará el tratamiento con la dosis previa tolerada por el paciente. En caso de hipotensión severa (presión arterial sistólica menor de 90 mm de Hg en dos medidas consecutivas separadas al menos una hora), se recomienda suspender el tratamiento con zofenopril.
Se recomienda evaluar la eficacia del tratamiento cada seis semanas, evaluando la funcionalidad ventricular. En caso de aparecer signos de disfunción ventricular izquierda o de insuficiencia cardíaca, se recomienda suspender el tratamiento. Si los signos se mantienen, el tratamiento se podrá continuar a largo plazo.
– Niños, oral: No se ha evaluado completamente la eficacia y seguridad del zofenopril en niños y adolescentes, por lo que no se recomienda su utilización.
– Ancianos, oral: Puede ser necesario proceder a un reajuste posológico en función del grado de funcionalidad renal.
Posología en situaciones especiales:
– Insuficiencia renal: En pacientes con insuficiencia renal puede ser necesario un reajuste posológico según la funcionalidad renal:
* Insuficiencia renal moderada a grave (CLcr menor de 45 ml/minuto): Se recomienda administrar una dosis de la mitad de la dosis normal (dosis de inicio de 7,5 mg/24 horas; dosis de mantenimiento de 15 mg/24 horas).
* Pacientes sometidos a hemodiálisis: Se recomienda administrar una dosis de un cuarto de la dosis normal (dosis de inicio de 3,75 mg/24 horas; dosis de mantenimiento de 7,5 mg/24 horas).
– Cirrosis: En pacientes con cirrosis se recomienda iniciar el tratamiento con una dosis de inicio de 7,5 mg/24 horas.
– Pacientes pretratados con un diurético: Se recomienda suspender la administración del diurético al menos 2-3 días antes de la administración de zofenopril, o un período de tiempo superior en función de la duración de los efectos del diurético, para disminuir el riesgo de hipotensión. Si el control de la enfermedad con zofenopril solo no fuera el adecuado, se procederá a reinstaurar de nuevo el diurético, ajustando la posología. Si no fuera posible suspender la administración del diurético, se recomienda iniciar el tratamiento con dosis de zofenopril de 7,5 mg/24 horas, controlando la función renal y los niveles sanguíneos de potasio.
NORMAS PARA LA CORRECTA ADMINISTRACIÓN:
El zofenopril debe administrarse en una única toma diaria, más o menos a la misma hora todos los días. En caso de utilizar dosis altas, la dosis diaria puede fraccionarse en dos tomas.
Contraindicaciones
– [ALERGIA A INHIBIDORES DE LA ECA] o a cualquier componente del medicamento.
– [ANGIOEDEMA]. El zofenopril ha dado lugar en ocasiones a angioedema grave, con afectación de lengua, glotis o laringe, por lo que se recomienda evitar su utilización en pacientes que hayan desarrollado dicho angioedema previamente, tanto en el caso de que éste se pueda asociar a un IECA como si no, así como en caso de [ANGIOEDEMA HEREDITARIO] o idiopático.
– Pacientes con infarto agudo de miocardio sometidos a hemodiálisis, insuficiencia renal (creatinina sérica mayor a 2,1 mg/dl y proteinuria mayor a 500 mg/24 horas) o con insuficiencia hepática. No se ha establecido su seguridad y eficacia.
– Pacientes con infarto agudo de miocardio hemodinámicamente inestables, como en el caso de presión arterial sistólica menor de 100 mm de Hg o con [SHOCK CARDIOGENICO].
– Trasplante de riñón reciente. No se ha evaluado la seguridad y eficacia, por lo que no se recomienda su utilización.
– Segundo y tercer trimestre de embarazo. El uso de IECA está contraindicado durante el segundo y tercer trimestre del embarazo debido al riesgo de reacciones adversas embriotóxicas (véase EMBARAZO).
ADVERTENCIAS SOBRE EXCIPIENTES:
– Este medicamento contiene lactosa. Los pacientes con [INTOLERANCIA A LACTOSA] o [INTOLERANCIA A GALACTOSA], insuficiencia de lactasa de Lapp o malaabsorción de glucosa o galactosa, no deben tomar este medicamento.
Precauciones
– [INSUFICIENCIA RENAL]. En pacientes con insuficiencia renal moderada a grave (CLcr menor de 45 ml/minuto) se produce una disminución de la eliminación del zofenopril. Se recomienda proceder a un reajuste posológico (Véase Posología y forma de administración).
De igual manera, se han descrito casos de disminución de la funcionalidad renal transitoria en pacientes tratados con IECA, debido a una disminución de la velocidad de filtración glomerular como consecuencia de la hipotensión glomerular. Normalmente suele cursar con oliguria, azotemia progresiva e incremento de los niveles de nitrógeno ureico (BUN) y creatinina sérica. Muy raramente evoluciona hacia insuficiencia renal aguda. Esta insuficiencia renal es especialmente frecuente en pacientes con daño renal preexistente, [INSUFICIENCIA CARDIACA], [CIRROSIS HEPATICA], [HIPERTENSION RENAL], [ESTENOSIS RENAL], ya sea bilateral como de la arteria de un único riñón funcionante, tal y como ocurre en caso de trasplante renal, o uso conjunto con diuréticos.
No se ha evaluado la seguridad y eficacia del zofenopril en pacientes sometidos a trasplante de riñón reciente, ni e caso de pacientes con infarto de miocardio e insuficiencia renal, por lo que se recomienda evitar su utilización (Véase Contraindicaciones).
En pacientes con alto riesgo de sufrir esta insuficiencia renal transitoria se recomienda comenzar el tratamiento con las dosis más bajas, interrumpiendo previamente el tratamiento con diuréticos, y extremar las precauciones al aumentar la posología. Además se evaluará periódicamente la funcionalidad renal mediante la determinación del aclaramiento de creatinina y la determinación del nitrógeno ureico (BUN). En caso de apreciarse un empeoramiento de la funcionalidad renal, podría ser necesario disminuir la dosis de zofenopril o suspender el tratamiento.
– [HEPATOPATIA] como [HEPATITIS] o [INSUFICIENCIA HEPATICA]. En pacientes tratados con IECA se han descrito en ocasiones reacciones adversas hepáticas graves, caracterizadas por daño hepático, ictericia colestática y en ocasiones fallo hepático fatal. Se desconoce el mecanismo por el que aparece esta reacción adversa, por lo que se recomienda extremar las precauciones en pacientes con daño hepático previo, y suspender el tratamiento si el paciente presenta ictericia o incremento de los niveles de transaminasas.
No se ha evaluado la seguridad y eficacia del zofenopril en pacientes con infarto agudo de miocardio e insuficiencia hepática, por lo que se recomienda evitar su utilización (Véase Contraindicaciones).
– Pacientes con [ESTENOSIS AORTICA] o [MIOCARDIOPATIA HIPERTROFICA OBSTRUCTIVA]. Los IECA, al igual que otros vasodilatadores, podrían reducir teóricamente el riego de las coronarias, con el consiguiente riesgo de isquemia, debido a que no disminuyen la postcarga tanto como otros fármacos antihipertensivos. Se recomienda extremar las precauciones.
– [TOS]. Se han descrito casos de tos seca y persistente característica en pacientes tratados con un IECA, especialmente entre las mujeres. Esta tos suele aparecer en las primeras semanas de tratamiento y se muestra refractaria al tratamiento con antitusivos. La tos por IECA sólo suele desaparece al abandonar el tratamiento, al cabo de 1-7 días, aunque en algunas ocasiones la reducción de la posología o la administración de fármacos como cromoglicato sódico inhalado, bupivacaína inhalada o baclofeno oral se han mostrado eficaces. Por su parte, la sustitución de zofenopril por otro IECA no parece ser eficaz. En caso de aparecer tos durante el tratamiento, se recomienda investigar su causa, y si estuviese relacionada con el zofenopril y fuera molesta e imposible de eliminar, suspender el tratamiento. Los ARAII suelen ser una alternativa válida en estos pacientes.
– [HIPERPOTASEMIA]. En raras ocasiones se ha observado la aparición de hiperpotasemia en pacientes tratados con IECA, aunque en la mayoría de los casos fue leve y revirtió a los pocos días, incluso en pacientes que continuaron el tratamiento. Los pacientes con insuficiencia renal, diabetes mellitus, dieta con sustitutos de sal común que lleven potasio o aquellos tratados con fármacos que incrementen los niveles de potasio (Véase Interacciones), tienen mayor riesgo de sufrir hiperpotasemia. Se recomienda evaluar periódicamente los niveles de potasio.
– [DIABETES]. El zofenopril, así como otros IECA, pueden mejorar la sensibilidad de la insulina y la captación de glucosa por parte del músculo esquelético, aumentando los efectos de los antidiabéticos orales y la insulina. En pacientes diabéticos se recomienda controlar los niveles de glucosa durante el primer mes tras iniciar un tratamiento con un IECA, y si fuera necesario, proceder a un reajuste posológico del antidiabético.
– [DISCRASIA SANGUINEA]. El captopril ha dado lugar a fenómenos hematológicos como [ANEMIA], [NEUTROPENIA], [AGRANULOCITOSIS] o [TROMBOPENIA], especialmente en pacientes con insuficiencia renal, [COLAGENOSIS] ([LUPUS ERITEMATOSO], [ESCLEROSIS SISTEMICA]), o en pacientes tratados con inmunosupresores, alopurinol o procainamida. Aunque no existen suficientes datos que permitan asociar estas discrasias a otros IECA como el zofenopril, se recomienda realizar recuentos hematológicos en estos pacientes antes de iniciar el tratamiento, cada dos semanas durante los primeros tres meses, y posteriormente de forma periódica. De igual manera, se aconseja realizar dicho recuento en pacientes en los que aparezca fiebre, dolor de garganta, o cualquier otro signo de infección. Si apareciese neutropenia, se recomienda suspender el tratamiento.
– [PICADURAS DE INSECTOS]. Se han registrado varios casos de pacientes tratados con IECA que presentaron reacciones de hipersensibilidad graves de tipo anafilactoide al ser picados por diferentes insectos, como los himenópteros, o en caso de tratamientos de desensibilización con venenos de abeja o avispa. Estas reacciones anafilácticas desaparecieron al suspender el tratamiento, pero reaparecieron al reiniciarlo.
– [PSORIASIS]. Los IECA se han asociado en ocasiones a brotes de psoriasis, por lo que los pacientes con esta enfermedad deberán extremar las precauciones y comunicar a su médico cualquier empeoramiento que observen en su enfermedad.
– [HIPERALDOSTERONISMO] primario. Los pacientes con hiperaldosteronismo primario no suelen responder bien a fármacos que actúan a través de la inhibición del sistema renina-angiotensina-aldosterona, como los IECA o los ARAII, por lo que no se recomienda su utilización.
– Hipotensión. Es raro que los IECA den lugar a hipotensión en pacientes hipertensos no complicados. Sin embargo, se han descrito casos de hipotensión severa tras la primera dosis en determinados pacientes tratados con zofenopril, especialmente aquellos con insuficiencia cardiaca (especialmente en los casos más graves), hipertensión arterial grave dependiente de renina, pacientes con hipertensión renovascular, personas con depleción hidrosalina, como en caso de [HIPOVOLEMIA], [HIPONATREMIA] o situaciones que predispongan a estos desequilibrios, como [VOMITOS], [DIARREA], tratamiento intensivo con diuréticos o pacientes sometidos a hemodiálisis, y en pacientes sometidos a [CIRUGIA] a los que se administró un anestésico general. La hipotensión podría reducir la funcionalidad renal (Véase Precauciones: insuficiencia renal), o favorecer la aparición de un infarto agudo de miocardio o de una vasculopatía cerebral por lo que se aconseja extremar las precauciones y evitar situaciones de hipotensión en pacientes con [INSUFICIENCIA CORONARIA] o [ISQUEMIA CEREBRAL].
Antes de iniciar un tratamiento con un IECA se recomienda normalizar los niveles hidroelectrolíticos, reduciendo la dosis o suspendiendo el tratamiento con diuréticos al menos 2-3 días antes, o un período de tiempo superior en función de la duración de los efectos del diurético. Se deben extremar las precauciones en estos pacientes, comenzando el tratamiento con dosis menores, administrándolas preferiblemente al acostarse, y aumentándolas cuidadosamente hasta la dosis de mantenimiento adecuada. Se recomienda monitorizar estrechamente tanto el inicio de la terapia como el ajuste de la dosis, en las dos semanas posteriores, o por lo menos en las dos horas siguientes tras la nueva dosis, hasta que la presión arterial se estabilice.
En caso de que se observase la aparición de hipotensión sintomática, se recomienda colocar al paciente en posición supina, y si fuera necesario, administrar fluidos parenterales o expansores plasmáticos. Si la hipotensión persistiese tras varias dosis, podría ser necesario reducir la posología del IECA o incluso suspender el tratamiento.
Es importante controlar la presión arterial en pacientes que han sufrido un infarto de miocardio y reciben zofenopril. Si el paciente experimenta una presión arterial sistólica menor de 120 mm de Hg, se recomienda no incrementar la dosis administrada. Si se experimentase hipotensión (presión arterial sistólica menor a 100 mm de Hg), se continuará el tratamiento con la dosis previa tolerada por el paciente. En caso de hipotensión severa (presión arterial sistólica menor de 90 mm de Hg en dos medidas consecutivas separadas al menos una hora), se recomienda suspender el tratamiento con zofenopril.
– [ANGIOEDEMA]. En raras ocasiones los pacientes tratados con un IECA como el zofenopril pueden desarrollar angioedema de extremidades, cara, labios, glotis, laringe, lengua y otras membranas mucosas. El angioedema aparece normalmente al inicio del tratamiento, aunque no se puede descartar que se produzca en cualquier momento, y suele ser leve. El angioedema intestinal puede cursar con dolor abdominal, por lo que en caso de aparición de dolor abdominal de origen desconocido, se recomienda realizar un diagnóstico diferencial por escáner TC o ultrasonografía abdominal. El angioedema desaparece normalmente al suspender el IECA, y si no fuera así, suele responder bien al tratamiento con antihistamínicos o corticoides. Sin embargo, en ocasiones puede ser grave e incluso potencialmente fatal, especialmente si afecta a la lengua, glotis o laringe, produciendo la asfixia del paciente. En este caso, se recomienda suspender el IECA, instaurar un tratamiento de urgencia con epinefrina subcutánea 1:1000 (0,3-0,5 ml) o intravenosa lenta 1 mg/ml, e incluso hospitalizar al paciente, manteniéndole bajo estrecha vigilancia de 12-24 horas, controlando el ECG y la presión arterial hasta la desaparición completa de los síntomas. Este angioedema parece ser especialmente frecuente en pacientes de raza negra, por lo que se recomienda vigilarlos estrechamente. De igual manera, los pacientes con angioedema hereditario o idiopático muestran especial predisposición a padecerlo, por lo que se recomienda evitar la utilización del zofenopril en estos pacientes (Véase Contraindicaciones).
– Reacciones de hipersensibilidad. Se han descrito casos de reacciones anafilactoides en pacientes sometidos a [HEMODIALISIS] con membranas de diálisis de alto flujo de poliacrilonitrilo metilsulfato como el AN69, utilizadas especialmente en caso de diálisis de urgencia o hemofiltración. Estas reacciones se han comunicado además en pacientes con hiperlipidemia, tratados con eliminación extracorpórea por aféresis de LDL con columnas de sulfato de dextrano. Por lo tanto, en estos casos se recomienda utilizar otras técnicas más seguras.
– [REACCIONES DE FOTOSENSIBILIDAD]. Se han descrito algunos casos de reacciones de fotosensibilidad con IECA, por lo que se recomienda evitar la exposición directa a la luz del sol o a la ultravioleta sin protección adecuada (filtros solares, ropa) hasta comprobar la tolerabilidad del medicamento.
– Diferencias étnicas. En general, se considera que los fármacos activos en el sistema renina-angiotensina-aldosterona (IECA y ARAII) son poco eficaces en pacientes de raza negra, como consecuencia de que los pacientes de esta raza suelen presentar niveles bajos de renina. Se recomienda seleccionar otro tipo de antihipertensivos en estos pacientes, y si fueran necesarios, vigilar estrechamente su eficacia.
De igual manera, en estos pacientes es más común la aparición de angioedema.
ADVERTENCIAS SOBRE EXCIPIENTES:
– Este medicamento contiene lactosa. La ingesta de cantidades superiores a 5 g diarios deberá ser tenida en cuenta en pacientes con diabetes mellitus y con intolerancia a ciertos azúcares.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– El zofenopril no debe ser utilizado por mujeres embarazadas. La paciente abandonará el tratamiento cuanto antes al quedarse embarazada o si tuviera la intención de hacerlo, sustituyendo el zofenopril por otro medicamento que decida el médico.
– El tratamiento con zofenopril no supone que no deban seguirse las recomendaciones higiénico-sanitarias (restricción de sal, evitar alcohol y tabaco, hacer dieta y ejercicio).
– Se recomienda evitar la utilización de sustitutos de sal sin ponerlo en conocimiento del médico.
– El zofenopril debe tomarse todos los días a la misma hora, con o sin las comidas.
– Se recomienda administrar la primera dosis por la noche, antes de acostarse.
– Los efectos del zofenopril pueden tardar en aparecer varias semanas, por lo que no se debe suspender su administración sin prescripción médica.
– No se debe cambiar la posología del zofenopril sin prescripción médica.
– En el caso de que aparezca tos seca y persistente, especialmente por la noche, se debe evitar utilizar fármacos antitusivos, acudiendo inmediatamente al médico.
– Se debe notificar al médico si el paciente nota mareos, dolor abdominal persistente de origen desconocido, inflamación de la lengua o la garganta, dificultad para respirar, ictericia, fiebre o dolor de garganta.
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– Se recomienda iniciar el tratamiento con la mínima dosis eficaz, aumentándola progresivamente en períodos de al menos cuatro semanas. Asimismo, antes de iniciar el tratamiento, el paciente deberá estar adecuadamente hidratado Puede ser necesario suspender el tratamiento con diuréticos al menos 2-3 días antes de iniciar el tratamiento con zofenopril o comenzar con la menor dosis posible del mismo.
– Se recomienda realizar las siguientes monitorizaciones:
* Funcionalidad renal (aclaramiento de creatinina, BUN) antes de iniciar el tratamiento y posteriormente de forma periódica.
* Niveles de potasio de forma periódica, especialmente en pacientes con insuficiencia renal, diabetes mellitus o tratados con fármacos que puedan incrementar la kalemia, como diuréticos ahorradores de potasio o suplementos de potasio.
* Recuento hematológico antes del tratamiento, cada dos semanas durante los primeros tres meses y posteriormente de forma periódica en pacientes con insuficiencia renal, enfermedades del colágeno o que desarrollen síntomas de infección.
– Es aconsejable evaluar la eficacia del tratamiento cada 4-6 semanas.
– Si apareciese dolor abdominal de origen desconocido, se realizará un diagnóstico diferencial por escáner TC o ultrasonografía abdominal, para descartar la presencia de angioedema intestinal.
– En caso de angioedema severo, especialmente si afecta a lengua, glotis o laringe, se recomienda suspender el tratamiento y vigilar estrechamente al paciente durante 12-24 horas. Puede ser necesario administrar antihistamínicos, corticoides o incluso en los casos más graves, epinefrina subcutánea o intravenosa.
– Si el paciente desarrollase ascitis, ictericia, incremento significativo de las transaminasas o cualquier otro signo de daño hepático, se recomienda suspender el tratamiento y vigilar la funcionalidad hepática.
– Se recomienda un estudio ecográfico completo de la funcionalidad renal y de las estructuras craneales en mujeres embarazadas que hayan recibido zofenopril durante el segundo trimestre del embarazo.
Interacciones
– AINE. La administración prolongada de un AINE, incluido el ácido acetilsalicílico a dosis superiores a 3 g/24 horas, podría incrementar el riesgo de hiperpotasemia e insuficiencia renal reversible asociada a los IECA, y reducir los efectos antihipertensivos de los IECA, al reducir la síntesis de prostaglandinas vasodilatadoras y favorecer la retención de sodio y agua.
– Aliskiren. En pacientes diabéticos, se ha visto que los efectos hiperkalemicos de ambos pueden ser aditivos, con el considerable aumento del riesgo de hiperkalemia. Se recomienda monitorizar los niveles de potasio y electrolitos, así como la función renal, especialmente en pacientes diabéticos o aquellos con la función renal alterada.
– Alcohol. El alcohol podría potenciar la disminución de la presión arterial, aunque hay algún estudio en el que se ha registrado una posible inhibición del efecto hipotensivo.
– Anestésicos generales. Los anestésicos podrían potenciar la hipotensión inducida por zofenopril. Se recomienda extremar las precauciones.
– Antidepresivos tricíclicos. Los IECA podrían potenciar los efectos hipotensores de ciertos antidepresivos tricíclicos.
– Antidiabéticos (insulina, antidiabéticos orales). Se han descrito algunos casos clínicos muy raros e imprevisibles de pacientes en los que se produjo una hipoglucemia clínicamente relevante al combinar un antidiabético junto con un IECA, especialmente en pacientes con insuficiencia renal. Hasta ahora sólo existen registros con captopril, enalapril, lisinopril o perindopril, pero no se puede descartar para otros IECA. Se recomienda por tanto evaluar la glucemia durante el primer tras iniciar un tratamiento con un IECA. Si se observase hipoglucemia, puede ser necesario un reajuste posológico.
– Antihipertensivos. A pesar de que los IECA se han asociado con éxito a otros antihipertensivos para el tratamiento de la hipertensión, se puede potenciar el riesgo de hipotensión, especialmente con la primera dosis.
– Capsaicina. Existe un caso clínico en el que se apreció un aumento de la incidencia de tos seca al administrar conjuntamente un IECA sin especificar, junto con capsaicina tópica. Estos datos confirman el hecho de que los IECA incrementan la tos inducida por capsaicina inhalada en animales de experimentación.
– Diuréticos. Aunque la combinación de diuréticos tiazídicos o del asa junto con IECA mejora el control de la presión arterial y se ha utilizado muy frecuentemente con éxito, existe un mayor riesgo de padecer hipotensión de primera dosis o insuficiencia renal, especialmente en pacientes de riesgo (Véase Precauciones). Por regla general se recomienda suspender el tratamiento con diuréticos al menos 2-3 días antes de iniciar el tratamiento con un IECA, introduciéndolos de nuevo pasados unos días. Si no fuera posible suspender el diurético, es aconsejable reducir su dosis o iniciar el tratamiento con una dosis menor de IECA, administrándolas preferiblemente al acostarse. Se debe vigilar estrechamente al paciente durante las primeras dosis, e instaurar un tratamiento de soporte en caso de aparecer hipotensión grave. De igual manera es aconsejable controlar periódicamente la función renal.
– Fármacos hipercalemiantes, como diuréticos ahorradores de potasio, heparina, suplementos de potasio o eplerenona. Se han descrito casos de hiperpotasemia al combinar un IECA junto con un suplemento de potasio o con un fármaco que incremente sus niveles, como los diuréticos ahorradores de potasio. Esta interacción es especialmente importante en pacientes con insuficiencia renal. Se recomienda monitorizar los niveles de potasio periódicamente.
– Fenotiazinas. Se ha descrito un caso de un paciente tratado con captopril y clorpromazina que desarrolló un cuadro de hipotensión severa y ortostática. No se han realizado estudios con zofenopril, pero se recomienda precaución.
– Litio. Se han descrito casos de toxicidad por litio, especialmente en pacientes tratados con IECA y diuréticos tiazídicos. Se recomienda evitar la asociación, y si no fuera posible, monitorizar los niveles de litio.
– Nitroglicerina y otros vasodilatadores. La administración conjunta de zofenopril junto con nitroglicerina en pacientes con infarto agudo de miocardio incrementa el riesgo de hipotensión.
– Simpaticomiméticos. Podrían antagonizar la actividad antihipertensiva del zofenopril.
Análisis clínicos
– Bilirrubina. Aumento de sus niveles en plasma.
– Creatinina. Aumento de sus niveles en plasma, reversibles al suspender el tratamiento, y especialmente en pacientes con insuficiencia renal, insuficiencia cardíaca o hipertensión renovascular.
– Eritrocitos. Posible disminución de sus niveles en plasma, aunque no se ha establecido una relación de causalidad.
– Glucosa. Disminución de sus niveles en plasma.
– Hematocrito. Disminución de sus niveles en plasma.
– Hemoglobina. Disminución de sus niveles en plasma.
– Leucocitos. Posible disminución de sus niveles en plasma, aunque no se ha establecido una relación de causalidad.
– Plaquetas. Posible disminución de sus niveles en plasma, aunque no se ha establecido una relación de causalidad.
– Potasio. Aumentos de sus niveles en plasma. En la mayoría de los casos la hiperpotasemia revirtió al cabo de varios días, sin necesidad de suspender el zofenopril.
– Proteínas en orina. Posibles aumentos, especialmente en caso de insuficiencia renal o utilizando altas dosis de zofenopril.
– Sodio. Disminución de sus niveles en plasma, sobre todo si el paciente está tratado con diuréticos y con una dieta pobre en sodio.
– Transaminasas. Aumento de sus niveles en plasma.
– Urea. Aumento de sus niveles en plasma, reversibles al suspender el tratamiento, y especialmente en pacientes con insuficiencia renal, insuficiencia cardíaca o hipertensión renovascular.
– Velocidad de sedimentación globular. Aumento de la VSG.
Embarazo
Categoría C de la FDA (1er trimestre), categoría D de la FDA (2º y 3er trimestre). En ensayos realizados con ratas y conejas, el zofenopril dio lugar a toxicidad fetal y postnatal a dosis tóxicas para la madre. Tras administrar dosis de 90-270 mg/kg se apreció una disminución dosis-dependiente de la tasa de crecimiento fetal, nefrotoxicidad y reducción de la viabilidad postnatal.
Los datos obtenidos en un ensayo clínico notifican un incremento de la incidencia de malformaciones congénitas, especialmente malformaciones cardíacas, en niños de madres tratadas con IECA durante el primer trimestre de embarazo. No se han confirmado estos hallazgos en estudios posteriores. Por ello, no se recomienda el uso de IECA o ARAII durante el primer trimestre de embarazo.
La exposición prolongada a los IECA durante el segundo o tercer trimestre ha dado lugar a efectos embriotóxicos (disminución de la funcionalidad renal e incluso anuria, oligohidramnios que se ha asociado con contracturas fetales, deformación craneal e hipoplasia pulmonar, hipotensión fetal, retraso de la osificación craneal, muerte fetal) y neonatales (insuficiencia renal reversible o irreversible, hipotensión, hipercalemia). También se han notificado casos de prematuridad, retraso del crecimiento intrauterino y persistencia del ductus arteriosus, pero se desconoce si es como consecuencia de la administración del IECA o de la propia enfermedad de la madre. Estos efectos podrían deberse al efecto directo sobre el sistema renina-angiotensina-aldosterona, que determina la circulación renal fetal durante el segundo trimestre de gestación, y a la isquemia placentaria producida por la hipotensión materna. El zofenopril no está recomendado durante el primer trimestre del embarazo. Cuando se planifique o se confirme un embarazo, el tratamiento deberá cambiarse a una terapia alternativa tan pronto como sea posible.
Esta contraindicado durante el segundo y tercer trimestre del embarazo, y en caso de exposición se recomienda un estudio ecográfico de la función renal y de las estructuras craneales.
En casos extremadamente raros, no existen alternativas terapéuticas a los IECA en determinadas mujeres embarazadas. En caso de que sea necesario utilizarlos, se advertirá a las pacientes sobre los riesgos potenciales para el feto. Se recomienda realizar ecografías frecuentes para detectar oligohidramnios, pero teniendo en cuenta que en ocasiones éste puede detectarse cuando ya exista daño fetal irreversible. En el caso de aparecer oligohidramnios, se recomienda interrumpir el tratamiento con zofenopril, salvo que sea vital para la madre.
Se recomienda vigilar estrechamente a los neonatos de madres que hayan recibido zofenopril durante el embarazo, vigilando especialmente la presión arterial, la concentración sérica de potasio y la funcionalidad renal.
Lactancia
El zofenopril se excreta con la leche materna, aunque se desconocen las posibles consecuencias que esto tiene para el lactante. Ante el riesgo de una hipotensión grave, se recomienda evitar su utilización o suspender la lactancia materna.
Niños
No se ha evaluado la seguridad y eficacia del zofenopril en niños y adolescentes menores de 18 años, por lo que no se recomienda su utilización.
Ancianos
No se han descrito problemas específicos en este grupo de edad, pero los pacientes ancianos pueden ser más susceptibles a las reacciones adversas del zofenopril, especialmente a la hipotensión. Se recomienda extremar las precauciones al utilizar zofenopril en estos pacientes, especialmente entre los mayores de 75 años y en caso de insuficiencia cardíaca. En caso de que el paciente experimente una reducción fisiológica de la funcionalidad renal, podría ser necesario proceder a un reajuste posológico en función del grado de funcionalidad renal.
Efectos sobre la conducción
El zofenopril, al igual que otros tratamientos antihipertensivos, pueden dar lugar a mareos, somnolencia, sensación de inestabilidad o fatiga, especialmente al inicio del tratamiento o al cambiar la dosis. Se recomienda que el paciente extreme las precauciones al conducir o manejar maquinaria peligrosa hasta que conozca los efectos que tiene el tratamiento sobre él.
Reacciones adversas
El zofenopril presenta un perfil de reacciones adversas similar al resto de IECA, siendo por lo general bien tolerado. Debido a la ausencia de grupo sulfhidrilo que aparece en el captopril, es menos probable que aparezcan reacciones adversas como las alteraciones del gusto, las reacciones cutáneas o la proteinuria. La mayor parte de las reacciones adversas del zofenopril son leves y transitorias, y desaparecen al suspender el tratamiento.
– Digestivas. Es frecuente (1-10%) la presencia de [NAUSEAS], [VOMITOS]. También aparece [DOLOR ABDOMINAL], [DIARREA], [ESTREÑIMIENTO] o [SEQUEDAD DE BOCA]. Existe alguna notificación de [TRASTORNOS DEL GUSTO], [ILEO PARALITICO] y [PANCREATITIS].
– Hepáticas. Raramente se ha observado un [INCREMENTO DE LOS VALORES DE TRANSAMINASAS] e [HIPERBILIRRUBINEMIA]. En casos puntuales se ha notificado un síndrome que cursa con [ICTERICIA COLESTATICA], y que puede progresar a [INSUFICIENCIA HEPATICA] con [NECROSIS HEPATICA] fulminante y a veces mortal, por lo que si el paciente presenta ictericia o incremento importante de los niveles de transaminasas se recomienda suspender el tratamiento.
– Neurológicas/psicológicas. Es frecuente (1-10%) la presencia de [MAREO] y [CEFALEA]. Raramente [DEPRESION] y cambios de humor, trastornos del sueño con [SOMNOLENCIA], [VERTIGO], [CONFUSION].
– Cardiovasculares. Se han descrito casos de [HIPOTENSION] severa, incluidos algunos casos de [HIPOTENSION ORTOSTATICA], normalmente al iniciar el tratamiento o al aumentar la dosis. Más raramente ((0,1-1%) [TAQUICARDIA], [DOLOR PRECORDIAL], [PALPITACIONES], [ARRITMIA CARDIACA], [ANGINA DE PECHO], [INFARTO AGUDO DE MIOCARDIO], [ICTUS] y [HEMORRAGIA CEREBRAL].
– Genitourinarias. En casos excepcionales puede aparecer una disminución de la funcionalidad renal, que de incluso lugar a [INSUFICIENCIA RENAL] reversible. Se produce muy raramente [IMPOTENCIA SEXUAL].
– Respiratorias. Es frecuente (1-10%) que se produzca [TOS SECA] e irritativa, que puede dar lugar a [RONQUERA] y [AFONIA], y que suele empeorar al acostarse. También se han descrito casos de [DISNEA], [SINUSITIS], [RINITIS], [BRONQUITIS] y [ESPASMO BRONQUIAL].
– Alérgicas/dermatológicas. Raramente (0,1-1%) se ha producido [REACCIONES HIPERSENSIBILIDAD]con [ERUPCIONES EXANTEMATICAS] y [PRURITO]. También aparecen reacciones como [PSORIASIS] y [ALOPECIA]. En raros casos (0,01-0,1%) se produce [ANGIOEDEMA] (0,1%), en ocasiones potencialmente fatal, sobre todo si afecta a lengua, laringe o glotis. La erupción cutánea puede ser grave en ocasiones puntuales (<0,01%), desarrollándose casos de [SINDROME DE STEVENS-JOHNSON], [ERITEMA MULTIFORME], [NECROLISIS EPIDERMICA TOXICA] o [PENFIGO].
– Osteomusculares. En raras ocasiones (0,1-1%) podría aparecer [CALAMBRES MUSCULARES], [MIALGIA] y [DOLOR OSTEOMUSCULAR].
– Oculares. En muy raras ocasiones se ha producido [VISION BORROSA].
– Oídos. Existen notificaciones de [TINNITUS] y [ALTERACIONES DEL EQUILIBRIO].
– Hematológicas. Raramente se ha observado una disminución no sintomática de los niveles de hemoglobina y del hematocrito. En casos aislados se han descrito casos de [ANEMIA], incluyendo casos de [ANEMIA HEMOLITICA] en pacientes con déficit de glucosa-6-fosfato-deshidrogenasa, [LEUCOPENIA] con [NEUTROPENIA] o [AGRANULOCITOSIS].
– Metabólicas. Se han descrito casos poco frecuentes (0,1-1%) de [HIPERPOTASEMIA], [HIPERURICEMIA], [INCREMENTO DE LOS VALORES DE CREATININA SERICA]. Es más rara (0,01-0,1%) la aparición de [HIPONATREMIA], y aún más extraña (<0,01%) la de [HIPOGLUCEMIA].
– Generales. Se han descrito casos frecuentes (1-10%) de [ASTENIA], y más raramente (0,1-1%) [MALESTAR GENERAL].
Sobredosis
Síntomas: No se dispone de gran experiencia clínica de sobredosificación con zofenopril, pero es de esperar que en caso de sobredosis aparezca una hipotensión severa, bradicardia, alteraciones electrolíticas con hiperpotasemia e hiponatremia e insuficiencia renal aguda.
Tratamiento: En caso de ingestión reciente, inferior a 30 minutos, se procederá a llevar a cabo las medidas habituales de eliminación, como lavado gástrico, administración de carbón activo y laxantes salinos como sulfato sódico.
La hipotensión deberá contrarrestarse colocando al paciente en posición de shock y administrando rápidamente una solución de cloruro sódico al 0,9% para aumentar la volemia. En los casos más graves se considerará administrar angiotensina II.
La bradicardia y otras reacciones vagales importantes se pueden tratar con atropina, y en casos graves se considerará administrar un marcapasos.
Se desconoce si el zofenopril se elimina mediante hemodiálisis.
Referencias bibliográficas
– Drug Interaction Facts. Facts and Comparison, Saint Louis. 2007
– Ficha técnica, zofenopril (Zofenil, Menarini, 2004).
– Martindale. The Complete Drug Reference. Pharmaceutical Press, London. 33rd Edition, 2002.
– Stockley. Interacciones Farmacológicas. Pharma Editores, Barcelona. 1ª Edición, 2004.
Fecha de aprobación/revisión de la ficha
Octubre, 2006.