La acetona o propanona es un compuesto químico de fórmula química CH3(CO)CH3 del grupo de las cetonas que se encuentra naturalmente en el medio ambiente. Es un líquido incoloro de olor característico. Se evapora fácilmente, es inflamable y es soluble en agua. La acetona sintetizada se usa en la fabricación de plásticos, fibras, medicamentos y otros productos químicos, así como disolvente de otras sustancias químicas, como por ejemplo el esmalte de uñas.
La acetona es uno de los muchos disolventes que se usan como droga inhalada ya sea directamente del envase o impregnando un pañuelo con el producto. Los efectos inmediatos son: mareo, somnolencia, pérdida de equilibrio, apariencia de estar borracho, lentitud de movimientos, falta de concentración, alteración de la memoria.
Después aparece una fase de excitación que se caracteriza por desinhibición, agitación, tensión muscular, habla incoherente, náuseas, vómitos, pérdida de apetito. Como consecuencias tras varias inhalaciones seguidas destacan: convulsiones, síncopes, coma, arritmias, síndrome de muerte súbita por inhalación, problemas respiratorios, cardiovasculares y cerebrales.
Por último, a largo plazo, la inhalación de disolventes provoca dificultades en el aprendizaje a consecuencia de la muerte neuronal que provoca la droga, así como agresividad, trastornos visuales, parálisis musculares, daño pulmonar, infertilidad, impotencia, daño ovárico, trastornos psiquiátricos como depresión o ansiedad.