Se ha observado que los fumadores presentan un deterioro más rápido de sus funciones cerebrales.
Durante años se ha creído que el consumo de tabaco podía tener un efecto protector frente a esta enfermedad, sin embargo, según un estudio publicado recientemente en la revista BMC Geriatrics, los adultos mayores que fuman tendrían más riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer que el resto de la población, un 79% más, así como otros tipos de enfermedades neurodegenerativas.