Apenas se sabe nada sobre el mecanismo de la cefalea tensional. La cefalea tensional presenta diversos subtipos y se produce, al igual que la migraña, en ataques episódicos que no suelen durar más de unas horas, pero que también pueden llegar a prolongarse durante varios días.
La cefalea tensional crónica es menos común que la cefalea tensional episódica pero puede producirse de forma intermitente durante periodos muy largos de tiempo. Esta variedad es, pues, mucho más discapacitante. En ambos casos, el dolor suele ser de leve a moderado y siempre generalizado, aunque también puede focalizarse en un único lado de la cabeza.
Los pacientes lo describen como una presión, parecida a colocar una cinta apretada alrededor de la cabeza, que a veces se extiende al cuello. Al contrario que en el caso de la migraña, este tipo de cefalea no presenta síntomas asociados. La cefalea tensional suele iniciarse en la adolescencia y afecta a tres mujeres por cada dos hombres, alcanzando sus niveles más altos en la treintena. La cefalea tensional episódica es la cefalea más común y se diagnostica en hasta el 70% de algunos grupos de población.