Enfermedad producida por la contracción con demasiada fuerza o con poca fuerza de los intestinos, lo que hace que la comida se mueva muy rápido o muy despacio a través de ellos. Las principales causas de esta alteración son las situaciones de tensión o estrés: los cambios de rutina (por ejemplo, los viajes) pueden desencadenar o empeorar los síntomas.
También el hecho de comer rápido, de no masticar bien, de tomar bebidas con gas o de masticar chicle, ya que aumentan la cantidad de aire en el intestino.
Es una enfermedad muy frecuente y molesta, pero no es grave. No empeora con la edad y tampoco produce complicaciones destacables. Las molestias más frecuentes son gases, sensación de plenitud ("tripa llena"), y en ocasiones diarrea, estreñimiento, dolores abdominales, urgencia para ir a defecar, y sensación de necesidad de defecar después de haberlo hecho.