Hormona ovárica responsable de los caracteres sexuales femeninos y de los cambios uterinos asociados con la menstruación y el embarazo.

Es un compuesto esteroideo femenino que produce el estro. Se produce en el ovario y en la placenta.

Las células de los ovarios, por la función del hipotálamo, se encargan de la producción de estrógenos y progesterona. Los estrógenos son segregados continuamente, aunque variando la cantidad en función de la etapa del ciclo menstrual. Durante los primeros días, en concreto hacia el quinto, comienza a desarrollarse el óvulo y a madurar en el ovario.

Es en este momento cuando te puedes sentir con más energía y vitalidad.  A partir del día 14 se produce la ovulación y comienza la producción de progesterona que tiene la función de preparar al útero para el embarazo favoreciendo la secreción de mucosas para que anide el óvulo fecundado. Probablemente en este momento te encontrarás más relajada por el efecto tranquilizante de la progesterona, conciliarás mejor el sueño y te será más fácil alejarte de los problemas.

Si el óvulo no se ha fecundado, descienden los niveles de progesterona y de estrógenos y comienza la menstruación. El desequilibrio en los niveles de estas hormonas será el causante del síndrome premenstrual. Si eres de las que lo sufre con frecuencia, durante estos días camina una hora al día, monta en bicicleta o nada, ejercicios que te ayudarán a relajarte, toma menos sal, azúcar, café y alcohol y mantén una alimentación rica en fibra. Verás como mejoras.

Los estrógenos, aparte de su función reguladora del ciclo menstrual, favorecen la hidratación de la piel, protegen contra la arteriosclerosis y sobre todo favorece la síntesis del calcio. Por ello, cuando llega la menopausia y dejamos de producir estrógenos, se corre más riesgo de sufrir osteoporosis.