Es una inflamación de la mucosa gástrica que no suele venir acompañada de problemas de secreción.

Las podemos clasificar en agudas y crónicas. Las más habituales son las agudas y se deben a la acción de algún agente irritante que actúa directamente sobre la mucosa, como pueden ser fármacos, tóxicos, alcohol, tabaco o situaciones de estrés. El tratamiento dietético suele ser una dieta liquida de 24 horas seguida de una dieta más o menos libre según el estado del paciente.