Acebo (ilex aquifolium)
Partes usadas
Hojas y excepcionalmente las sumidades floridas.
Descripción
Es un arbusto o arbolito de hasta 10 m de altura, con una corteza lisa de color pardo grisáceo, mientras que en las ramas jóvenes es de un color verde brillante. Tanto las ramas como las hojas son glabras. Las inflorescencias son cimas axilares de 1-3 flores blancas. El cáliz es pequeño y está formado por 4-5 puntas. La corola está formada por cinco pétalos. Tiene un ovario súpero y 4-5 estambres. El fruto es una baya rojiza con 4-5 semillas en su interior.
Las hojas son alternas, coriáceas, ovales o elípticas y con margen espinoso.
Composición
– Saponinas.
– Flavonoides. Glucósidos de rutina, camferol, quercetina.
– Ácidos fenólicos derivados del ácido cinámico. Ácido clorogénico.
– Triterpenos. Alfa y beta-amirina, ácido ursólico.
– Esteroides. Beta-sitosterol, estigmasterol.
– Nitrilos glucosilados. Menisdaurina.
– Alcaloides derivados de la purina. Bases xánticas como teobromina (trazas).
Acción y mecanismo
– Diurético. Tradicionalmente se ha utilizado el acebo como diurético, si bien no se han realizado estudios que lo confirmen.
Indicaciones
– Indicaciones aprobadas por la Comisión E: No se han descrito.
– Indicaciones tradicionales:
* Diurético para favorecer la producción y eliminación de orina, y como coadyuvante en trastornos urinarios leves.
* Reumatismo.
* Gota.
Posología
DOSIFICACIÓN:
– Adultos, oral:
* Droga en infusión: 1 cucharada de postre por taza, 2-3 veces al día.
– Niños, oral: No se ha evaluado la seguridad y eficacia.
NORMAS PARA LA CORRECTA ADMINISTRACIÓN:
Se recomienda tomar el acebo después de las comidas.
Se aconseja aportar una adecuada cantidad de agua durante el tratamiento (unos dos litros diarios) para favorecer los efectos diuréticos del acebo.
Contraindicaciones
– Hipersensibilidad al acebo.
– Situaciones en las que se aconseje una ingesta de líquidos reducida, como patologías cardiacas o renales graves. El efecto diurético del acebo podría agravar estos cuadros.
Precauciones
– Infecciones urinarias. El efecto diurético del acebo podría arrastrar a microorganismos y enmascarar las infecciones urinarias. En caso de aparecer síntomas como fiebre, espasmos, disuria o sangre en la orina, se aconseja consultar con el médico.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– Se aconseja beber una cantidad adecuada de agua (hasta dos litros) durante el tratamiento.
– Se recomienda consultar con el médico si aparece fiebre, dolores espasmódicos o sangre en la orina.
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– Si el paciente presenta fiebre, dolores espásticos o sangre en la orina, se investigará la existencia de una infección urinaria.
Interacciones
– Diuréticos. El acebo podría potenciar los efectos diuréticos de otros fármacos como los diuréticos tiazídicos o los del asa. Se aconseja evitar la asociación, ante el riesgo de desequilibrio hidroelectrolítico.
Embarazo
No se dispone de estudios adecuados y bien controlados en mujeres embarazadas, por lo que la utilización de acebo durante el embarazo sólo se acepta en el caso de que no existiendo alternativas terapéuticas más seguras, los beneficios superen a los posibles riesgos.
Lactancia
Se desconoce si los componentes del acebo se excretan con la leche materna, y las posibles consecuencias que esto pudiera tener para el lactante. Se aconseja suspender la lactancia materna o evitar la utilización de acebo durante la lactancia.
Niños
No se ha evaluado la seguridad y eficacia en niños, por lo que se recomienda evitar su utilización.
Ancianos
No se han descrito problemas específicos en ancianos.
Reacciones adversas
No se han descrito reacciones adversas a las dosis terapéuticas recomendadas.
Sobredosis
Especie vegetal incluida en la Orden SCO/190/2004, de 28 de Enero, del Ministerio de Sanidad y Consumo (BOE 27/01/2004) por la que se establece la lista de plantas cuya venta al público queda prohibida o restringida por razón de su toxicidad.
Síntomas: Las hojas de acebo no presentan toxicidad, pero las bayas son altamente tóxicas. En caso de sobredosis (ingestión de 5 bayas o más) se produce un cuadro caracterizado por náuseas, vómitos, diarrea, gastritis e incluso se han producido casos de muerte (ingestión de 20-30 bayas). La gravedad de la sobredosis es mayor en niños.
Sin embargo, la probabilidad de intoxicación por el consumo de las infusiones es muy baja.
Tratamiento: Se instaurará un tratamiento sintomático. Se debe realizar un lavado gástrico con administración de carbón activado y favorecer la eliminación intestinal con sulfato sódico. En caso necesario se recurrirá a la intubación y a la respiración asistida si ésta fuese necesaria.
En caso de sobredosis o ingestión accidental, acudir a un centro médico o consultar al Servicio de Información Toxicológica, indicando el producto y la cantidad ingerida.
Fecha de aprobación/revisión de la ficha
Septiembre, 2008.