Avaglim “8 mg/4 mg” 28 comprimidos recub pelicular
Acción y mecanismo
– [ANTIDIABETICO ORAL]. Combinación de dos antidiabéticos orales con mecanismo de acción complementario, el maleato de rosiglitazona (tiazolidíndionas) y glimepirida (sulfonilurea).
La glimepirida estimula la producción de insulina en la célula beta pancreática al unirse a un receptor específico acoplado al canal de potasio dependiente de ATP, produciendo su cierre y disminuyendo la permeabilidad de la membrana a dicho ion. Esto desencadena la aparición de un potencial de membrana que estimula la apertura de canales de calcio dependientes de voltaje, con el consiguiente aumento del calcio intracitoplasmático que favorece la liberación de insulina.
Además de este efecto estimulante, las sulfonilureas parecen mejorar a la larga la sensibilidad a la insulina.
Por su parte, la rosiglitazona se comporta como agonista selectivo de los receptores nucleares PPAR-gamma (receptor gamma activado por el proliferador de peroxisomas). La unión de la rosiglitazona a estos receptores favorece la expresión de genes que codifican proteínas que intervienen en la regulación del metabolismo de la glucosa y de los lípidos, mejorando la sensibilidad de la insulina.
En los estudios realizados, se ha podido comprobar el sinergismo entre ambos fármacos, presentando la asociación un efecto hipoglucemiante mayor que el de cada fármaco por separado, con una mejora en el control de la diabetes.
Indicaciones
– [DIABETES MELLITUS TIPO 2]. Tratamiento de los pacientes con diabetes mellitus de tipo 2, que no consiguen un control adecuado de la glucemia y de su enfermedad con la dosis óptima de sulfonilureas en monoterapia, y para los que además el tratamiento con metformina sola sea inadecuada como consecuencia de una contraindicación o una intolerancia.
Posología
DOSIFICACIÓN:
– Adultos, oral: El tratamiento se iniciará con 1 comprimido/24 horas de la presentación de 4 mg/4 mg. En caso de que no se lograse un control adecuado de la glucemia en el período de 8 semanas, se podrá aumentar la dosis de rosiglitazona, administrando 1 comprimido/24 horas de la presentación 8 mg/4 mg.
Si el paciente estaba previamente siendo tratado con glimepirida (normalmente 4 mg/24 horas), y el control de la glucemia era deficiente, el paso a este medicamento podrá hacerse directamente; en el caso de que estuviese siendo tratado con otra sulfonilurea diferente a glimepirida (y a clorpropamida), se recomienda previamente añadir a su tratamiento 4 mg/24 horas de rosiglitazona, hasta lograr un adecuado control de la glucemia, y una vez alcanzado éste, comenzar el tratamiento con este medicamento a su dosis mínima.
Los pacientes comenzarán a tomar este medicamento para sustituir un tratamiento concomitante previo con rosiglitazona y otra sulfonilurea siempre y cuando el control glucémico sea insuficiente y se haya utilizado al menos la mitad de la dosis máxima de la sulfonilurea.
Si apareciesen síntomas de hipoglucemia, se recomienda volver al tratamiento concomitante previo, ajustando a continuación adecuadamente la dosis de glimepirida.
– Niños, oral: No se ha evaluado la seguridad y eficacia de este medicamento en niños y adolescentes menores de 18 años.
NORMAS PARA LA CORRECTA ADMINISTRACIÓN:
Los comprimidos deben ingerirse poco antes o durante una comida.
Si se olvidase tomar una dosis, la siguiente no debe incrementarse.
Contraindicaciones
– [ALERGIA A SULFONILUREAS], alergia a rosiglitazona o hipersensibilidad a cualquier otro componente del medicamento. También en caso de [ALERGIA A SULFAMIDAS] o [ALERGIA A TIAZIDAS] ante el riesgo de reacciones alérgicas cruzadas.
– Insuficiencia renal grave (CLcr inferior a 30 ml/minuto). No se ha evaluado su seguridad y eficacia en estos pacientes, por lo que no se recomienda su uso.
– [INSUFICIENCIA HEPATICA] o enfermedad hepática activa, incluida [HEPATITIS] o [CIRROSIS HEPATICA]. No se ha evaluado la seguridad y eficacia en estos pacientes, por lo que ante el riesgo de acumulación orgánica de glimepirida, fenómenos de hepatotoxicidad por rosiglitazona y/o hipoglucemia grave, se recomienda evitar su utilización.
– Insuficiencia cardiaca o historia de insuficiencia cardiaca (clases I a IV NYHA). La rosiglitazona puede producir retención de líquidos, con el consiguiente riesgo de empeorar la funcionalidad cardiaca.
– Síndrome coronario agudo. No se recomienda la utilización de rosiglitazona en pacientes con [CARDIOPATIA ISQUEMICA] y/o [ARTERIOPATIA PERIFERICA].
ADVERTENCIAS SOBRE EXCIPIENTES:
– Este medicamento contiene lactosa. Los pacientes con [INTOLERANCIA A LACTOSA] o [INTOLERANCIA A GALACTOSA], insuficiencia de lactasa de Lapp o malaabsorción de glucosa o galactosa, no deben tomar este medicamento.
Precauciones
– [INSUFICIENCIA RENAL] leve o moderada (CLcr entre 30-90 ml/minuto). Los pacientes con insuficiencia renal leve a moderada (CLcr entre 30-90 ml/minuto) tienen más riesgo de sufrir hipoglucemia, retención de líquidos y/o insuficiencia cardíaca. Se recomienda evaluar frecuentemente la glucemia y el estado de estos pacientes.
– [CETOACIDOSIS DIABETICA] con o sin [COMA DIABETICO], y en pacientes hiperglucémicos sometidos a intervenciones quirúrgicas o en los que aparezca infección severa o traumatismo grave. En estos pacientes, es poco probable que la asociación glimepirida/rosiglitazona pueda controlar la hiperglucemia, por lo que se recomienda tratarlos previamente con insulina antes de utilizar la glimepirida.
– [INSUFICIENCIA CARDIACA] y en pacientes con retención de líquidos, como [EDEMA] o [HIPERTENSION ARTERIAL]. Rosiglitazona puede causar retención de líquidos lo que podría exacerbar o desencadenar signos o síntomas de insuficiencia cardiaca congestiva. Rosiglitazona puede causar retención de líquidos dosis-dependiente. Deben controlarse los signos y síntomas de reacciones adversas relacionadas con la retención de líquidos, incluidos el aumento de peso y la insuficiencia cardiaca en todos los pacientes, particularmente en aquellos que reciben terapia en combinación con sulfonilurea, aquellos con riesgo de insuficiencia cardiaca y aquellos con reserva cardiaca reducida. El tratamiento con rosiglitazona debe interrumpirse si se produce un deterioro de la función cardiaca. De igual manera, no se debe iniciar la terapia con rosiglitazona en pacientes con insuficiencia cardiaca o historial de insuficiencia cardiaca de grado I a IV (Véase Contraindicaciones).
– Daño hepático. Algunas tiazolidíndionas se han mostrado hepatotóxicas. Aunque parece que la rosiglitazona no lo es, no se puede descartar, por lo que se recomienda controlar periódicamente cada dos meses las transaminasas y suspender el tratamiento ante cualquier síntoma de daño hepático (náuseas o vómitos sin explicación, dolor abdominal, fatiga, anorexia, color oscuro de la orina). No se recomienda comenzar un tratamiento en pacientes con niveles de transaminasas superiores a 2,5 veces los niveles normales o en pacientes con enfermedad hepática activa (Véase Contraindicaciones).
– [OBESIDAD] o [SOBREPESO]. La rosiglitazona y las sulfonilureas se han asociado con incrementos del peso del paciente. Por su parte, la obesidad se ha relacionado fuertemente con la aparición de resistencia a la insulina. Se recomienda controlar el peso del paciente periódicamente, y valorar la necesidad del tratamiento si éste se viese aumentado.
– [ANEMIA]. La rosiglitazona se ha asociado con reducciones dosis-dependientes de los niveles de hemoglobina. Por lo tanto, se recomienda controlar periódicamente el hemograma, especialmente en pacientes anémicos.
– Diabetes mellitus tipo 1 o cuadros en los que exista un déficit de insulina. Tanto la glimepirida como la rosiglitazona precisan de la insulina para ejercer sus efectos, por lo que no son eficaces en diabetes mellitus tipo 1.
– Mujeres en edad fértil. En mujeres en edad fértil, el aumento de la sensibilidad a la insulina podría eliminar la anovulación que suele aparecer, con el consiguiente riesgo de embarazo. Se recomienda tomar medios anticonceptivos si no se desea un embarazo, y si esto sucediese, cambiar este medicamento por insulina.
– Los datos procedentes de ensayos clínicos controlados indican que existe un riesgo incrementado de [FRACTURA OSEA] en mujeres tratadas con rosiglitazona.
– [EDEMA MACULAR]. Estudios post-autorización han mostrado aparición o empeoramiento del edema macular diabético en el tratamiento con tiazolidindionas incluyendo rosiglitazona.
ADVERTENCIAS SOBRE EXCIPIENTES:
– Este medicamento contiene lactosa. La ingesta de cantidades superiores a 5 g diarios deberá ser tenida en cuenta en pacientes con diabetes mellitus y con intolerancia a ciertos azúcares.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– Los pacientes deben continuar con su dieta habitual, con una distribución regular de la ingesta de glúcidos. En caso de sobrepeso, se debe continuar la dieta de restricción calórica.
– Se aconseja realizar ejercicio de forma moderada pero frecuente.
– Se recomienda tomar los comprimidos poco antes o durante una comida.
– Se debe avisar al médico si el paciente presenta náuseas o vómitos sin explicación, dolor abdominal, fatiga, anorexia, color oscuro de la orina o cualquier otro posible síntoma de daño hepático.
– Se debe notificar al médico cualquier síntoma de insuficiencia cardiaca, como aumento de peso excepcional, aparición de edemas en los tobillos o dificultad para respirar.
– Se debe acudir al médico si el paciente presenta síntomas de hiperglucemia (visión borrosa, cansancio, exceso de orina, náuseas) o de hipoglucemia (sudoración, nerviosismo, hambre, palpitaciones, alteraciones visuales).
– Al mejorar la sensibilidad de la insulina, puede producir estimulación de la ovulación, con el consiguiente riesgo de embarazo en mujeres en edad fértil.
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– Antes de iniciar el tratamiento con este medicamento, se recomienda evaluar el riesgo de hipoglucemia.
– Este medicamento se utilizará sólo en el caso de que el paciente no pueda controlar su enfermedad con una sulfonilurea en monoterapia y cuando no pueda emplear metformina.
– Si el paciente estaba en tratamiento previo con glimepirida, el paso a este medicamento podrá realizarse directamente.
– Si el paciente estaba en tratamiento previo con otra sulfonilurea, siempre y cuando no fuera clorpropamida, se recomienda pasar a este medicamento cuando se haya controlado la glucemia añadiendo a su tratamiento previo rosiglitazona.
– En el caso de que aparezca hipoglucemia al iniciar este tratamiento, se recomienda volver a la terapia previa y ajustar cuidadosamente la posología de glimepirida.
– Se recomienda iniciar el tratamiento con la dosis mínima; si esta dosis fuera insuficiente para controlar la glucemia, se podrá aumentar la dosis al cabo de 8 semanas.
– Se deben controlar periódicamente los niveles de glucemia y de hemoglobina glicosilada para determinar la eficacia del tratamiento y su posible interacción con otros tratamientos del paciente.
– Se recomienda monitorizar los niveles de transaminasas al iniciar el tratamiento y cada dos meses. No se debe iniciar el tratamiento en pacientes con niveles de transaminasas superiores a 2,5 veces los normales.
– Se aconseja controlar la funcionalidad cardiaca periódicamente en pacientes con insuficiencia renal, historial de insuficiencia cardiaca o ancianos.
– No debe combinarse este medicamento con insulina debido al riesgo de insuficiencia cardiaca.
– Es común la presencia de anemia al iniciar el tratamiento o al aumentar la dosis, aunque suele ser debida a una hemodilución.
– Debe tenerse en cuenta el incremento de riesgo de fracturas óseas en las mujeres tratadas con rosiglitazona o en las que se esté considerando el inicio de un tratamiento que contenga este principio activo. Se ha observado que la mayoría de estas fracturas óseas se presentan en extremidades, desconociéndose el mecanismo involucrado en este efecto. Además, este aumento en el número de fracturas óseas asociadas al tratamiento con rosiglitazona en relación con un comparador (placebo o tratamiento activo) sólo afecta a las mujeres sin que se observen estas diferencias entre los hombres.
Interacciones
La rosiglitazona se metaboliza intensamente por la isoenzima CYP2C8, por lo que cualquier fármaco que interaccione con dicha isoenzima podría modificar los niveles de rosiglitazona. Además de esta posible interacción, se han descrito interacciones con los siguientes fármacos:
– Acidificantes urinarios (cloruro de amonio). Podría reducir la eliminación de glimepirida, con el riesgo de hipoglucemia.
– Alcalinizantes urinarios (bicarbonato sódico). Podría aumentar la eliminación de glimepirida, con el riesgo de fracaso terapéutico.
– Alcohol etílico. El alcohol puede dar lugar a variaciones impredecibles de la glucemia, siendo especialmente peligrosa la hipoglucemia. Además, se han descrito casos de reacciones tipo antabús, probablemente debidas a una respuesta anormal de los vasos sanguíneos pequeños inducida por la glimepirida, no estando relacionada esta respuesta con la acumulación de acetaldehído. Se aconseja evitar la asociación.
– Alopurinol. Podría aumentar la semivida de las sulfonilureas. Se aconseja monitorizar los niveles de glucemia y reajustar la dosis de glimepirida si fuera necesario.
– Anabolizantes hormonales. Los anabolizantes hormonales podrían potenciar los efectos hipoglucemiantes.
– Antagonistas de los canales de calcio. Se han dado casos de hiperglucemia en pacientes tratados con antagonistas del calcio, debidos probablemente al bloqueo de la liberación de la insulina. Estos fármacos podrían disminuir los efectos de las sulfonilureas, por lo que se recomienda monitorizar periódicamente la glucemia y reajustar la dosis del antidiabético si fuera necesario.
– Anticoagulantes orales (acenocumarol, warfarina). Los anticoagulantes orales podrían potenciar los efectos de las sulfonilureas debido probablemente a un desplazamiento de la sulfonilurea de sus sitios de unión a proteínas plasmáticas. No parece necesario tomar ninguna medida farmacológica.
– Anticonceptivos orales estrogénicos. Se han descrito casos clínicos en los que la administración de un anticonceptivo estrogénico disminuye los efectos de las sulfonilureas, con el consiguiente riesgo de hiperglucemia, sobre todo con etinilestradiol. Se recomienda controlar la glucemia y reajustar las dosis de glimepirida si fuera necesario.
– Antidepresivos tricíclicos. Se han descrito casos en los que los antidepresivos podrían potenciar los efectos de las sulfonilureas, con el consiguiente riesgo de hipoglucemia. No se conoce el mecanismo.
– Antifúngicos azólicos (fluconazol, ketoconazol). La administración de antifúngicos azólicos podría aumentar el AUC de las sulfonilureas, dándose en ocasiones algunos casos de hipoglucemia. El efecto podría deberse a una inhibición del metabolismo de la sulfonilurea. Podría ser necesario un reajuste posológico del antidiabético.
– Azúcares (glucosa, fructosa, sacarosa). La administración de glucosa o azúcares susceptibles de ser transformados metabólicamente en glucosa, a pacientes tratados con sulfonilureas podría dar lugar a una reducción del efecto de estas.
– Barbitúricos. En estudios con animales se ha podido comprobar que la glimepirida podría prolongar los efectos de los barbitúricos, por lo que se recomienda extremar las precauciones en caso de que ambos fármacos se combinasen.
– Beta-bloqueantes. Se han descrito casos en los que los beta-bloqueantes daban lugar a hipoglucemia, y en ocasiones hiperglucemia, cuando se administraban con sulfonilureas. El efecto podría deberse a la interferencia con el mecanismo regulador de la glucemia mediado por catecolaminas y por la inhibición de la glucogenolisis estimulada por la hipoglucemia. También se han descrito casos de hipertensión arterial, debido a la estimulación de la liberación de catecolaminas asociada a la hipoglucemia inducida por sulfonilureas. Se aconseja por lo tanto evitar la asociación, y si fuera imprescindible, vigilar la glucemia y controlar la presión arterial, o utilizar un beta-bloqueante cardioselectivo.
– Carbón activado. Se han observado en estudios farmacocinéticos que la administración de carbón activado a altas dosis (50 g) junto con una sulfonilurea podría producir una adsorción de la misma, con disminuciones de la absorción oral de hasta el 90%. Sin embargo, debido al riesgo importante de ausencia de efectos terapéuticos se recomienda evitar la asociación o distanciar la toma de ambos medicamentos al menos dos horas.
– Ciclosporina. La administración de sulfonilureas aumentaba los niveles séricos de ciclosporina, con el consiguiente riesgo de nefrotoxicidad. El efecto podría ser debido a la inhibición del metabolismo hepático de la ciclosporina. Se recomienda disminuir las dosis de ciclosporina un 25%.
– Cimetidina. Se han descrito casos clínicos en los que la administración de cimetidina con sulfonilureas daba lugar a una potenciación de los efectos farmacológicos, con riesgo de hipoglucemia, debido a la inhibición enzimática del citocromo P450. No parece probable que la sustitución de cimetidina por otro antagonista histamínico H2 anule la interacción, por lo que se recomienda monitorizar la glucemia y reajustar la posología de la sulfonilurea si fuera necesario.
– Clofibrato. Se han descrito casos en los que la administración de clofibrato con sulfonilureas dio lugar a fenómenos de hipoglucemia. Se desconoce cuál es el mecanismo de la interacción, pero podría deberse a un desplazamiento de la unión a proteínas de la sulfonilurea por parte del clofibrato, a una disminución a la resistencia a la acción de la insulina o a una competición con la eliminación renal. Se recomienda monitorizar la glucemia y reajustar la posología de la sulfonilurea si fuera necesario.
– Cloranfenicol. La administración de cloranfenicol a pacientes en tratamiento con sulfonilureas dio lugar a un aumento de la semivida plasmática de éstas, con el consiguiente riesgo de hipoglucemia. El efecto podría deberse a la inhibición del metabolismo hepático de la sulfonilurea. Se recomienda monitorizar la glucemia y reajustar la posología de la sulfonilurea si fuera necesario.
– Corticoides. Se han descrito casos de falta de efectos terapéuticos en pacientes tratados con corticoides y sulfonilureas. Los corticoides presentan efectos diabetógenos, por lo que podrían disminuir los efectos de las sulfonilureas. Se recomienda monitorizar la glucemia y reajustar la posología de la sulfonilurea o del corticoide si fuera necesario.
– Diazóxido. Al administrar diazóxido a pacientes en tratamiento con una sulfonilurea podría producirse una disminución de los efectos de los antidiabéticos, debido al parecer al efecto diabetógeno del diazóxido, que inhibe la secreción pancreática de insulina. Se recomienda monitorizar la glucemia y reajustar su posología si fuera necesario.
– Diuréticos tiazídicos. La administración conjunta de una sulfonilurea junto con un diurético tiazídico podría dar lugar a una pérdida del control glucémico. Los diuréticos tiazídicos parecen inhibir la producción de insulina por un mecanismo desconocido, aunque podría ser debido a la depleción de los niveles de potasio. Se recomienda vigilar la glucemia y en caso de aparecer una hipoglucemia, suspender la administración del diurético, reajustar la posología de la sulfonilurea o administrar suplementos de potasio.
– Eritromicina. Se ha publicado un estudio en el que se ha registrado una potenciación de la toxicidad hepática, por un mecanismo desconocido.
– Fenfluramina. La fenfluramina parece aumentar la captación de glucosa por parte del músculo esquelético, por lo que podría presentar acción hipoglucemiante intrínseca. Existe riesgo de potenciar por tanto los efectos terapéuticos de las sulfonilureas, con el consiguiente riesgo de hipoglucemia, por lo que se aconseja evitar la asociación.
– Fenitoína. La fenitoína a altas dosis parece disminuir la liberación de insulina al disminuir los niveles de sodio por estimulación de la bomba sodio-potasio. Podría dar lugar a una disminución de los efectos terapéuticos de las sulfonilureas, con el riesgo de pérdida del control de la diabetes. Podría ser necesario disminuir las dosis de la fenitoína o aumentar la de las sulfonilureas.
– Fenotiazina. La administración de fenotiazina se ha asociado con una disminución de la liberación de insulina, por lo que existe un riesgo teórico de que se produzca una disminución en la eficacia de las sulfonilureas.
– Gemfibrozilo. Hay algún estudio en el que se ha registrado una posible potenciación de la acción y/o toxicidad de la glimepirida.
– Heparina. Se han descrito casos de hipoglucemia en pacientes tratados con sulfonilureas y heparina, debidos probablemente al desplazamiento de la sulfonilurea de sus sitios de unión a proteínas. Se recomienda evaluar la glucemia y si fuera necesario, reajustar la posología.
– IECA. Se han descrito casos de hipoglucemia en pacientes tratados con antihipertensivos del tipo de los IECA y sulfonilureas, por un mecanismo desconocido. Se recomienda evaluar los niveles de glucemia, sobre todo al inicio del tratamiento.
– IMAO. Aunque se desconoce el mecanismo exacto, parece ser que los IMAO podrían potenciar los efectos de los antidiabéticos, favoreciendo la aparición de hipoglucemia. Se recomienda extremar las precauciones cuando se administren conjuntamente ambos fármacos, y disminuir la dosis de la sulfonilurea si fuera necesario.
– Insulina. La combinación de insulina con rosiglitazona podría dar lugar a insuficiencia cardiaca, sobre todo en pacientes ancianos, tratados con dosis de rosiglitazona superiores a 8 mg/24 horas o con una diabetes mellitus antigua. No se recomienda combinar insulina con rosiglitazona.
– Isoniazida. La isoniazida parece afectar a la formación de glucógeno, reduciendo la utilización de la glucosa, y podría disminuir la producción de insulina, con el consiguiente riesgo de disminuir la eficacia de las sulfonilureas. Se recomienda controlar periódicamente la glucemia y reajustar la posología si fuera necesaria.
– Pirazolonas (fenilbutazona, oxifenbutazona). Hay estudios en los que se ha registrado una posible potenciación del efecto de la sulfonilurea por inhibición de su aclaramiento renal, así como por desplazamiento de su unión a proteínas plasmáticas. Se recomienda controlar la glucemia y reajustar la dosis de la sulfonilurea si fuera necesario.
– Probenecid. La administración de probenecid ha dado lugar a aumentos de la semivida plasmática de hasta el 40%, debidos probablemente a la competición de ambos fármacos por su eliminación renal. Se recomienda evitar la combinación.
– Rifampicina. La rifampicina podría inducir el metabolismo hepático de las sulfonilureas, con la posibilidad de una disminución de los efectos del antidiabético. Se aconseja monitorizar la glucemia y reajustar la posología de la sulfonilurea si fuera necesario.
– Sales de magnesio. Se han descrito casos de hipoglucemia en pacientes tratados con sulfonilureas y antiácidos con magnesio, debidos probablemente a variaciones del pH gástrico.
– Salicilatos. Se han descrito casos clínicos de hipoglucemia, al administrar una sulfonilurea junto con un salicilato, sobre todo a altas dosis. La interacción parece deberse al desplazamiento de la unión a proteínas plasmáticas de la sulfonilurea. Se aconseja monitorizar la glucemia y reajustar la posología si fuera necesario. Se puede sustituir el salicilato por ibuprofeno, que no parece afectar tanto a la farmacocinética de las sulfonilureas.
– Sulfamidas. Se han descrito multitud de casos en los que los efectos de las sulfonilureas podrían ser potenciados por las sulfamidas. La interacción podría deberse al desplazamiento de la sulfonilurea de sus sitios de unión a las proteínas plasmáticas, a la inhibición del metabolismo de la sulfonilurea y/o a la competición por la eliminación renal entre ambos fármacos. Existe un mayor riesgo de hipoglucemia, por lo que se aconseja controlar la glucemia y reajustar la dosis de sulfonilurea si fuera necesario.
– Tetraciclinas. Las tetraciclinas han dado lugar a potenciación de los efectos de los antidiabéticos, debido probablemente a un efecto hipoglucemiante intrínseco de las tetraciclinas al bloquear el efecto hiperglucemiante de las catecolaminas. Además podrían aumentar la semivida de los antidiabéticos.
Análisis clínicos
– Creatinina. Aumento en sangre.
– Fosfatasa alcalina. Aumento fisiológico.
– Lactato-deshidrogenasa. Incremento moderado en sangre.
– Lípidos. Mejora del perfil lipídico, con aumento del HDL-colesterol y reducción del LDL-colesterol y de los triglicéridos.
– Nitrógeno ureico. Ocasionalmente pueden aparecer elevaciones moderadas del nitrógeno ureico.
– Transaminasas. Incremento moderado en sangre.
Embarazo
Se ha comunicado que rosiglitazona atraviesa la placenta humana y que se detecta en tejidos fetales.
No existen datos suficientes sobre la utilización de cualquiera de los principios activos (rosiglitazona y
glimepirida) en mujeres embarazadas. Por lo tanto no se debe utilizar este medicamento durante el embarazo y se recomienda el uso de insulina. Si una paciente desea quedarse embarazada o se confirma el embarazo, debe interrumpirse el tratamiento con este medicamento.
Lactancia
La glimepirida se excreta con la leche materna, con el consiguiente riesgo de producir hipoglucemia en el lactante. Se desconocen los posibles efectos de la rosiglitazona. Se recomienda suspender la lactancia materna o evitar la administración de este medicamento.
Niños
No se ha evaluado la seguridad y eficacia de este medicamento en niños y adolescentes menores de 18 años, por lo que no se recomienda su utilización.
Ancianos
Los pacientes ancianos son especialmente susceptibles de sufrir reacciones adversas tales como hipoglucemia al comenzar a usar este medicamento, como consecuencia de su menor funcionalidad renal y hepática. Se recomienda extremar las precauciones y vigilar estrechamente a estos pacientes al iniciar el tratamiento y al ajustar la posología.
Efectos sobre la conducción
Este medicamento puede dar lugar en ocasiones a hipoglucemia, afectando sustancialmente a la capacidad para conducir y/o manejar maquinaria. Los pacientes deberán evitar manejar maquinaria peligrosa, incluyendo automóviles, hasta que tengan la certeza razonable de que el tratamiento farmacológico no les afecta de forma adversa.
Se aconseja detener el vehículo tan pronto como se detecten los primeros síntomas de hipoglucemia y tomar sacarosa inmediatamente. Los pacientes que sufran pérdidas del estado de alerta asociadas a hipoglucemia o los que presenten crisis frecuentes de hipoglucemia, no deberían conducir.
Reacciones adversas
En ensayos clínicos se ha podido comprobar que la asociación entre la glimepirida y la rosiglitazona presenta un perfil de reacciones adversas equivalente a la suma de las de ambos principios activos por separado.
-Cardiovasculares: en estudios postautorización se ha notificado [INSUFICIENCIA CARDIACA] en raras ocasiones (0,1-1,0%). En un análisis retrospectivo de datos agrupados de ensayos clínicos, la incidencia global de eventos que se asocian típicamente con isquemia cardiaca fue superior en los tratamientos que incluían rosiglitazona, (1,99%) respecto de los comparadores, (1,51%) [Hazard ratio 1.31 (95% intervalo de confianza 1,01-1,70)].
– Digestivas. Es rara (0,1-1,0%) la presencia de [FLATULENCIA], y en casos puntuales (<0,01%) [NAUSEAS] y [VOMITOS], [DIARREA], [DOLOR ABDOMINAL] y otros trastornos inespecíficos gastrointestinales, que en ocasiones obligan a suspender el tratamiento.
– Hepáticas: En ocasiones se ha observado un [INCREMENTO DE LOS VALORES DE TRANSAMINASAS], y casos puntuales (<0,01%) de daño hepático, con [ICTERICIA COLESTATICA], [HEPATITIS] o [INSUFICIENCIA HEPATICA], que obligan a suspender el tratamiento.
– Neurológicas/psicológicas: Es frecuente (1-10%) la aparición de [VERTIGO], y más raramente (0,1-1,0%) [PARESTESIA].
– Respiratorias: Raramente (0,1-1,0%) [DISNEA].
– Alérgicas/dermatológicas: Se han notificado [REACCIONES HIPERSENSIBILIDAD] con [PRURITO], [ERUPCIONES EXANTEMATICAS], [URTICARIA] y [EDEMA] facial. Muy raramente (<0,01%) [REACCIONES DE FOTOSENSIBILIDAD], y casos de [VASCULITIS] alérgica y reacciones alérgicas graves, con disnea, [HIPOTENSION] y [SINCOPE].
– Oculares: En ocasiones [TRASTORNOS DE LA VISION] transitorios como consecuencia de los cambios de la visión.
– Hematológicas: Es frecuente (1-10%) la presencia de [ANEMIA], normalmente por hemodilución, y [TROMBOPENIA]. En más raras ocasiones (0,1-1,0%) [LEUCOPENIA], [GRANULOCITOPENIA], [AGRANULOCITOSIS], [ANEMIA HEMOLITICA], [PANCITOPENIA], que normalmente son reversibles al suspender el tratamiento.
– Metabólicas: Es frecuente (1-10%) la [HIPOGLUCEMIA] e [HIPERCOLESTEROLEMIA]. La hipoglucemia cursa con cefalea, [SENSACION DE HAMBRE] intensa, náuseas, vómitos, [SOMNOLENCIA], [NERVIOSISMO], [AGRESIVIDAD], [REDUCCION DE LA CONCENTRACION], [DEPRESION SISTEMA NERVIOSO CENTRAL], [CONFUSION], [TEMBLOR], vértigos, [EXCESO DE SUDORACION], [TAQUICARDIA], [ANSIEDAD], [HIPERTENSION ARTERIAL], [PALPITACIONES], [ARRITMIA CARDIACA], [DELIRIO], [CONVULSIONES] y [BRADICARDIA]. Con menor frecuencia (0,1-1,0%) [DISLIPEMIA] e [HIPERTRIGLICERIDEMIA].
– Analíticas: Muy raramente (<0,01%) [HIPONATREMIA].
– Generales: Es común (1-10%) que se produzca un [AUMENTO DEL APETITO] con [AUMENTO DE PESO]. En raras ocasiones (0,1-1,0%) [ASTENIA].
– Osteomusculares: [FRACTURA OSEA], frecuente (9,3%), los datos procedentes de ensayos clínicos controlados (estudio ADOPT) indican que existe un riesgo incrementado de fracturas óseas en mujeres tratadas con rosiglitazona en relación con aquellas tratadas con un comparador (tratamiento activo con metformina o glibenclamida).
Sobredosis
Síntomas: No se dispone de datos de sobredosis con este medicamento, y apenas existen casos de intoxicación por rosiglitazona. La administración de dosis orales únicas de rosiglitazona de hasta 20 mg fue bien tolerada. Por su parte, la intoxicación por una sulfonilurea puede ocasionar una hipoglucemia potencialmente fatal, con una duración de 12-72 horas en el caso de la glimepirida. El riesgo de hipoglucemia podría aumentarse como consecuencia de los efectos de la rosiglitazona.
Tratamiento: La hipoglucemia leve o moderada, en la que no existe pérdida de la conciencia se trata con la administración de glucosa por vía oral y el reajuste posológico de la sulfonilurea. Se aconseja monitorizar al paciente hasta lograr una estabilización de su glucemia.
La hipoglucemia severa, aunque es rara, requiere hospitalización. Si aparece coma hipoglucémico, se recurrirá a la administración intravenosa en bolus de glucosa concentrada al 50%, y posteriormente al mantenimiento de los niveles de glucemia con una infusión de glucosa al 10%, de forma que se alcance una glucemia alrededor de 100 mg/dl. En ocasiones puede ser precisa la administración de glucagón o corticoides intravenosos. Se debe monitorizar al paciente durante 3-5 días, debido a la gran semivida de la glimepirida y a que la hipoglucemia podría recurrir.
La administración de charcoal activado puede reducir la absorción de las sulfonilureas.
Referencias bibliográficas
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– PDR. Thomson, Montvale. 59th Edition, 2005.
– Stockley. Interacciones Farmacológicas. Pharma Editores, Barcelona. 1ª Edición, 2004.
Fecha de aprobación/revisión de la ficha
Enero, 2007.