Cardem 200 mg 60 comprimidos
Acción y mecanismo
– [ANTIHIPERTENSIVO], [ANTIANGINOSO], [ANTIARRITMICO (TIPO II)]. Celiprolol es un bloqueante selectivo de los receptores beta-1 adrenérgicos (cardioselectivo), que posee una suave acción simpaticomimética intrínseca (actividad beta-2 agonista) y produce un débil bloqueo de receptores alfa-2, lo que le confiere una cierta acción vasodilatadora periférica. El celiprolol carece efecto estabilizante de la membrana. El bloqueo beta le confiere actividad cronotropa e inotropa negativa, base fundamental de sus principales efectos farmacológicos.
– Acción antianginosa: Inhiben de forma competitiva y reversible las acciones de las catecolaminas mediadas a través de la estimulacion de los receptores beta-adrenérgico. El aumento del tono simpático produce cardiopatía isquémica, ya que aumenta la contractilidad, la frecuencia y las demandas miocárdicas de O2 y disminuye el flujo coronario subendocárdico (la taquicardia reduce el intervalo diastólico, y el aumento de la contractilidad incrementa la compresión de los vasos coronarios subendocárdicos por el músculo cardiaco). Los beta-bloqueantes disminuyen la frecuencia y la contractilidad cardiacas, la postcarga (disminuyen las resistencias vasculares periféricas) y las demandas miocárdicas de oxígeno.
– Acción antihipertensiva: la acción antihipertensiva se debe a que reducen el gasto cardiaco (disminuyen la fuerza contráctil del miocardio así como la frecuencia cardiaca), reducen el volumen sistólico, inhiben la secreción de renina (con la disminución consecuente de la angiotensina II), ejercen un efecto antisimpaticolítico central y estimulan la liberación del péptido natriurético atrial.
– Acción antiarrítmica: los beta-bloqueantes aplanan la inclinación de la fase 4 de las células automáticas disminuyendo la frecuencia sinusal y suprimiendo los marcapasos ectópicos. La reduccion de la frecuencia es tanto más marcada cuanto mayor es el tono simpático. Contrarrestan todos los efectos proarritmogénicos de las catecolaminas, que son consecuencia de un aumento de la entrada de Ca2+ a través de canales tipo L estimulada por el agonismo beta-adrenérgico. Disminuyen la conducción y prolongan el periodo refractario del nodo AV (tejido Ca2+-dependiente). Se ha demostrado que su administración en las primeras 24 horas postinfarto de miocardio reduce la muerte súbita, el área de infarto y la incidencia de fibrilación ventricular, por lo que se les considera de eleccion en la prevencion secundaria de la cardiopatía ísquémica.
Farmacocinética
Vía (Oral): Su biodisponibilidad depende de la dosis: el 30 % ( con 100 mg) y el 74% (con 400 mg). Es absorbido moderadamente, obteniéndose concentraciones plasmáticas máximas a las 2-3 h. El grado de unión a proteínas plasmáticas es del 25%. Es metabolizado en el hígado, siendo eliminado con la orina, el 50% de forma inalterada. Su semivida de eliminación es de 4-5 h (aumenta en insuficiencia renal).
Indicaciones
[HIPERTENSION ARTERIAL]: tratamiento de la hipertensión ya sea empleado sólo o en combinación con otros agentes antihipertensivos, especialmente del grupo de las tiacidas.
[ANGINA DE PECHO]: [ANGINA ESTABLE] crónica.
Posología
Vía oral:.
– Hipertensión: dosis inicial usual, 200 mg/24 h, pudiendo aumentar en caso de respuesta insuficiente a 400 mg/24 h. La adición de un diurético debe considerarse antes de incrementar la dosis a 600 mg diarios.
– Angina de pecho: 200-400 mg/24 h.
– Normas para la correcta administración: Administrar preferentemente en una sola toma, por la mañana, antes del desayuno.
Contraindicaciones
– Alergia al medicamento y en general a los betabloqueantes.
– [BLOQUEO CARDIACO DE SEGUNDO GRADO],[BLOQUEO CARDIACO DE TERCER GRADO]: Debido a su efecto negativo en el tiempo de conducción, únicamente se empleará y bajo vigilancia clínica en pacientes con bloqueo cardiaco de primer grado.
– [BRADICARDIA] intensa (< 45-50 bpm): puede inducir bradicardia. La dosis se debe reducir si el ritmo cardiaco disminuye a valores inferiores a 50-55 pulsaciones por minuto en reposo y el paciente experimenta síntomas relacionados con la bradicardia.
– [SHOCK CARDIOGENICO], ante el riesgo de aumento de la depresión miocárdica.
– Fallo cardiaco no controlado
– Síndrome sinusal (incluyendo bloqueo sinu-auricular).
– Feocromocitoma no tratado
– [ACIDOSIS METABOLICA]: el bloqueo de los receptores beta puede provocar una disminución del tono simpático necesario para conservar las funciones vitales.
– [HIPOTENSION].
– Alteraciones circulatorias periféricas graves
– Asma grave y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas graves, tal como obstrucción de las vías aéreas.
Precauciones
– [CIRUGIA]: Cuando se decida interrumpir el tratamiento con betabloqueantes antes de una intervención quirúrgica, la terapia se debe interrumpir durante al menos 24 horas. La continuación del bloqueo beta reduce el riesgo de arritmias durante la inducción e intubación, sin embargo, también puede aumentar el riesgo de hipotensión. Si se continúa con el tratamiento, se debe tener precaución con el uso de ciertos anestésicos(como ciclopropano, tricloroetileno o éter, con efectos depresores miocárdicos). Se puede proteger al paciente de reacciones vagales mediante la administración intravenosa de atropina.
– [ASMA] u otras enfermedades broncoespásticas: los betabloqueantes pueden favorecer el bronconcoespasmo. Aunque en general se desaconseja el uso de betabloqueantes en estas enfermedades, puede estar aceptada la utilización de determinados betabloqueantes cardioselectivos en ausencia de una alternativa terapéutica.
– [CARDIOPATIA ISQUEMICA]: evitar la supresión brusca del tratamiento ante el riesgo de exacerbación de la angina pectoris. La dosis se debe reducir gradualmente, por ej. durante 1-2 semanas, iniciando al mismo tiempo una terapia de sustitución si es necesario, para prevenir la exacerbación de la angina de pecho. Además, puede desarrollarse hipertensión y arritmias. Existe también riesgo de infarto de miocardio y muerte súbita.
– [DEPRESION]: aunque la asociación de betabloqueantes con depresión no ha sido totalmente establecida, se recomienda precaución en estos pacientes.
– [DIABETES]: Los betabloqueantes pueden enmascarar los principales síntomas asociados a un cuadro de hipoglucemia, lo que podría impedir la adopción de medidas compensatorias. Además, pueden provocar directamente hiperglucemia, al estimular la glucogenolisis hepática. Todo ello aconseja utilizar este grupo de medicamentos de forma muy precautoria.
– [ENFERMEDAD DE RAYNAUD], [CLAUDICACION INTERMITENTE] y otras enfermedades vasculares periféricas: los betabloqueantes pueden disminuir la circulación periférica.
– [FEOCROMOCITOMA]: existe riesgo de hipertensión si no se alcanza antes un bloqueo alfa adrenérgico eficaz. Los beta bloqueantes se deben administrar a pacientes con feocromocitoma tratado, con monitorización de la presión arterial.
– [HIPERTIROIDISMO]: el bloqueo beta adrenérgico tiende a revertir con rapidez muchos de los síntomas de hipertiroidismo (taquicardia, temblores, ansiedad, etc.), enmascarando, por tanto, los síntomas del hipertiroidismo.
– [MIASTENIA GRAVE]: los betabloqueantes pueden potenciar un estado miasténico, incluyendo debilidad muscular y visión doble.
– [ANGINA DE PRINZMETAL]: puede aumentar el número y la duración de los ataques de angina en pacientes con angina de Prinzmetal debido a una vasoconstricción arterial coronaria mediada por un receptor-alfa sin oposición. Sólo se empleará en estos pacientes bajo estricta supervisión clínica.
– [PSORIASIS]: Los beta-bloqueantes pueden exacerbar la psoriasis, por lo que estos pacientes sólo deben tomar este medicamento tras cuidadosa consideración clínica.
– Historial de hipersensibilidad: debe administrarse con precaución a pacientes con un historial de graves reacciones de hipersensibilidad, así como a pacientes sometidos a una terapia de desensibilización puesto que los betabloqueantes pueden aumentar tanto la sensibilidad frente a los alergenos como la gravedad de las reacciones anafilácticas.
– Insuficiencia cardiaca: No se debe emplear un beta-bloqueante en situación clínica inestable, es decir, la IC grave (que requiere una compensación o estabilización previa con los fármacos clásicos) o la que se ha agravado y ha necesitado cambios en el tratamiento o en las dosis durante el último mes. El tratamiento debe iniciarse a dosis bajas. No es excepcional que al principio empeore la sintomatología, debido al efecto depresor del bloqueo beta. El efecto beneficioso se manifiesta habitualmente después de varias semanas. Durante este período conviene mantener un control clínico estricto.
ADVERTENCIAS SOBRE EXCIPIENTES:
– Este medicamento contiene manitol. Dosis diarias superiores a 10 g pueden producir cierto efecto laxante leve.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– Aconseje al paciente para que se tome diariamente el pulso y que avise a su médico si este es menor de 55 pulsaciones/minuto.
– Advierta al paciente que se pónga en contacto con su médico o farmacéutico si experimenta dificultad respiratoria.
– No suspenda bruscamente el tratamiento sin el consentimiento de su médico.
– Los pacientes diabéticos deben controlar la glucemia varias veces a lo largo del día, debido a que el medicamento puede reducir los síntomas de la hipoglucemia.
– Excepcionalmente puede ocasionar mareo y fatiga, por lo que se aconseja mucho cuidado al conducir, sobre todo al comienzo del tratamiento.
– Advierta al paciente que al comienzo del tratamiento no se levante repentinamente, con el fin de prevenir la hipotensión ortostática.
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– Este medicamento produce bradicardia por lo se aconseja controlar el pulso. Si este es menor de 55 latidos/min, considere la suspensión del tratamiento.
– Puede disminuir la taquicardia originada por episodios hipoglucémicos y por la tirotoxicosis.
– Pregunte sobre el historial de reacciones alérgicas. Puede provocar una reacción más grave frente a una variedad de alergenos cuando se administra a pacientes con un historial de reacción anafiláctica a tales alergenos. Estos pacientes pueden no responder a las dosis habituales de adrenalina empleadas en el tratamiento de las reacciones alérgicas.
– En pacientes con enfermedad coronaria, la interrupción del tratamiento se deberá realizar reduciendo la dosis de forma gradual, a lo largo de dos semanas, a fin de evitar el riesgo de un empeoramiento de los síntomas anginosos.
Interacciones
– Antagonistas del calcio (verapamilo, diltiazem): se ha observado que algunos betabloqueantes (celiprolol, propranolol, metoprolol) pueden incrementar la toxicidad (depresión miocárdica, arritmias) al adicionar ambos su acción cardiodepresora.
– Antidiabéticos: se ha observado que algunos betabloqueantes (acebutolol, propranolol) pueden provocar variaciones en los niveles de glucemia, al antagonizarse sus acciones.
– Antiinflamatorios no esteroídicos: se ha observado que algunos betabloqueantes (atenolol, oxprenolol, propranolol) pueden ver disminuido su efecto por acción del antiinflamatorio no esteroídico, debido a la inhibición de la síntesis de prostaglandinas.
– Barbitúricos: se ha observado que algunos betabloqueantes (carvedilol, metoprolol, oxprenolol, propranolol) pueden ver disminuido su efecto debido a la inducción de su metabolismo hepático.
– Inhibidores enzimáticos (cimetidina, quinidina): se ha observado que algunos betabloqueantes (labetalol, metoprolol) pueden ver potenciada su acción debido a una inhibición de su metabolismo.
– Simpaticomiméticos de acción directa: se ha observado que algunos betabloqueantes (propranolol, timolol) pueden potenciar la toxicidad (hipertensión, bradicardia), debido a su antagonismo a nivel de los receptores beta.
– Clonidina: aumento del riesgo de “hipertensión rebote” así como disminución exagerada de la frecuencia y conducción cardíacas.
– Inhibidores de la monoaminooxidasa (excepto inhibidores de la MAO-B): aumentan los efectos hipotensores del beta bloqueante, pero también el riesgo de crisis hipertensivas.
– Fármacos antiarrítmicos de clase I (p.ej. disopiramida, quinidina): puede verse potenciado el efecto sobre el tiempo de conducción atrial e incrementarse el efecto inotrópico negativo. (Se requiere una estricta monitorización clínica y del ECG). Se aconseja vigilancia clínica.
Fármacos antiarrítmicos de clase III (p. ej. amiodarona): el efecto sobre el tiempo de conducción atrial puede estar potenciado. Se aconseja vigilancia clínica.
Antagonistas del calcio (derivados de dihidropiridina): aumento del riesgo de hipotensión. En pacientes con insuficiencia cardíaca latente el uso concomitante de agentes beta-bloqueantes puede dar lugar a una insuficiencia cardíaca.
– Parasimpaticomiméticos (incluyendo tacrina): el tiempo de conducción atrio-ventricular puede aumentar.
– Agentes anestésicos: atenuación de la taquicardia reflejo y aumento del riesgo de hipotensión.
La continuación del bloqueo reduce el riesgo de arritmia durante la inducción e intubación. El anestesista debe ser informado si el paciente está tomando este medicamento.
– Glucósidos digitálicos: disminución de la frecuencia cardíaca, aumento del tiempo de conducción atrio-ventricular.
– Derivados de la ergotamina: exacerbación de los transtornos de la circulación periférica. Uso precautorio.
– Baclofeno: aumento de la actividad antihipertensiva.
– Productos de contraste yodados: los beta-boqueantes pueden impedir las reacciones cardiovasculares compensatorias asociadas con hipotensión o shock inducido por productos de contraste yodados.
– Mefloquina: aumento del riesgo de bradicardia.
– Corticosteroides: disminución del efecto antihipertensivo debido a la retención de agua y sodio.
Embarazo
No existen estudios adecuados y bien controlados en humanos. Aunque el uso de beta-bloqueantes parece seguro durante el embarazo, se aconseja no usar durante el primer trimestre, emplear las menores dosis, interrumpir al menos 2 o 3 días antes del parto (si es posible), y usar aquellos con cardioselectividad, actividad simpaticomimética intrínseca o actividad alfa-bloqueante. Estos fármacos están considerados como tratamiento de segunda línea en embarazadas.
Lactancia
Se ignora si este medicamento se excreta con la leche materna. Aunque el riesgo parece ser pequeño, se debe controlar a los lactantes en busca de signos de bloqueo beta adrenérgico: bradicardia, hipotensión, distrés respiratorio e hipoglucemia. Uso no recomendado.
Niños
La seguridad y eficacia no han sido establecidas en niños. Uso no recomendado en menores de 18 años.
Ancianos
Los bloqueantes beta-adrenérgicos se han usado con seguridad y eficacia en ancianos. No obstante, estos pacientes suelen ser más susceptibles a los efectos adversos de estos fármacos, especialmente dolor de cabeza, somnolencia, bradicardia, hipotensión e hipotermia, por lo que es importante individualizar la dosis en cada paciente. Los beta-bloqueantes de elección en estos pacientes suelen ser los cardioselectivos y de vida corta.
Efectos sobre la conducción
Se aconseja precaución durante la conducción de vehículos o el manejo de maquinaria peligrosa o de precisión, por la posible aparición de mareos y/o fatigas, especialmente al comienzo del tratamiento.
Reacciones adversas
En la mayoría de los casos los efectos adversos están íntimamente relacionados con las acciones farmacológicas.
– Cardiovascular: Ocasionalmente, [BRADICARDIA], deterioro de la insuficiencia cardíaca, [HIPOTENSION ORTOSTATICA], [FRIALDAD EN LAS EXTREMIDADES]. En pacientes predispuestos: precipitación del [BLOQUEO CARDIACO], exacerbación de la [CLAUDICACION INTERMITENTE] si ya está presente, fenómeno de Raynaud.
– Sistema nervioso central: Ocasionalmente, Excepcionalmente, [CONFUSION], [MAREO], [MIGRAÑA], [ALTERACIONES DEL HUMOR], [PESADILLAS], [PSICOSIS] y [ALUCINACIONES], [SOMNOLENCIA], [DEPRESION], [ANSIEDAD],, [INSOMNIO], [PARESTESIA].
– Gastrointestinal: [SEQUEDAD DE BOCA], [DIARREA], [NAUSEAS], [DOLOR ABDOMINAL].
– Genitourinario: [POLIURIA].
– Metabólicos: Excepcionalmente, [HIPERGLUCEMIA].
– Musculo-esquelético: [MIALGIA].
– Piel y mucosas: Excepcionalmente, [SEQUEDAD DE OJOS], [ERUPCIONES PSORIASIFORMES], exacerbación de la psoriasis, [ERUPCIONES EXANTEMATICAS].
– Reproductor: excepcionalmente, [REDUCCION DE LA LIBIDO], [IMPOTENCIA SEXUAL].
– Respiratorio: Se puede producir [ESPASMO BRONQUIAL] en pacientes con asma bronquial o un historial de episodios asmáticos.
– Otras: [ASTENIA], [ASTENIA].
Sobredosis
– Síntomas: Los síntomas de intoxicación pueden incluir bradicardia, hipotensión, insuficiencia cardíaca aguda y broncoespasmo.
– Tratamiento: El tratamiento general deberá constar de: Estrecha vigilancia, tratamiento en cuidados intensivos, empleo de lavado gástrico, carbón activado y un laxante para prevenir la absorción de cualquier resto de fármaco aún presente en el tracto gastrointestinal, empleo de plasma o de sustitutos del mismo para tratar la hipotensión y el shock.
La excesiva bradicardia puede contrarrestarse con 1-2 mg de atropina intravenosa y/o un marcapasos cardíaco. Si fuera necesario, puede administrarse a continuación una dosis, en bolus, de 10 mg de glucagón por vía intravenosa. Si se requiere, se puede repetir esta operación o bien administrar una infusión intravenosa de 1-10 mg/hora de glucagón, dependiendo de la respuesta. Si ésta no se produjera o no se dispusiera de este fármaco, se puede administrar un estimulante ß-adrenérgico como dobutamina (2,5 a 10 µg/kg/minuto) por infusión intravenosa. Ya que dobutamina posee un efecto inotrópico positivo, también se podría emplear para tratar la hipotensión y la insuficiencia cardíaca aguda. Si la intoxicación ha sido grave, es probable que estas dosis no sean apropiadas para revertir los efectos cardíacos del bloqueo ß; por tanto, se aumentará la dosis de dobutamina, si fuera necesario, para obtener la respuesta requerida según la condición clínica del paciente.
Dopajes
El celiprolol está prohibido durante la competición en los siguientes deportes:
Automovilismo, billar, bobsleigh, bolos, bridge, curling, deportes aéreos, esquí/snowboard (saltos, acrobacias y half-pipe estilo libre de esquí y halfpipe y big air de snowboard), gimnasia, lucha, motociclismo, motonáutica, pentatlon moderno en disciplinas con tiro, nueve bolos, tiro (prohibido también fuera de la competición), tiro con arco (prohibido también fuera de la competición), vela (solo para timoneles de match-race).
Todos los betabloqueantes se consideran sustancias específicas y, por tanto, una violación de la norma en la que esté involucrada esta sustancia puede ocasionar una reducción de sanción siempre y cuando el deportista pueda demostrar que el uso de la sustancia específica en cuestión no fue con intención de aumentar su rendimiento deportivo.
Fecha de aprobación/revisión de la ficha
Julio de 2004.