Celestone oral 0.5 mg/ml gotas 30 ml
Acción y mecanismo
[HORMONA CORTICOSUPRARRENAL], [ANTIALERGICO], [INMUNOSUPRESOR], [ANTIINFLAMATORIO]. Glucocorticoide sintético de acción prolongada. Una dosis de betametasona de 0.6 mg equivale a 5 mg de prednisona y a 20 mg de hidrocortisona.
– Mecanismo de acción: El mecanismo de acción de los esteroides se basa en la interacción de éstos con unos receptores citoplasmáticos intracelulares específicos. Una vez formado el complejo receptor-glucocorticoide, éste penetra en el núcleo, donde interactúa con secuencias específicas de ADN, que estimulan o reprimen la trascripción génica de ARNm específicos que codifican la síntesis de determinadas proteínas en los órganos diana, que, en última instancia, son las auténticas responsables de la acción del corticoide
– Acción antiinflamatoria: Son los antiinflamatorios más eficaces. Su acción es independiente de la etiología (infecciosa, química, física, mecánica, inmunológica) y conlleva la inhibición de las manifestaciones inmediatas (rubor, calor, dolor, tumefacción) y tardías de la inflamación (proliferación fibroblástica, formación de fibrina, cicatrización). Los glucocorticoides inducen la síntesis de lipocortina-1, que inhibe la activación de la fosfolipasa A2, (enzima que libera los ácidos grasos poliinsaturados precursores de las prostaglandinas y leucotrienos y factor de agregación plaquetaria (PAF), todos ellos potentes mediadores del proceso inflamatorio.
– Acción inmunodepresora: Producen una disminución de la respuesta inmunológica del organismo al interferir en las señales interleucocitarias mediadas por las linfoquinas. Inhiben la interacción macrófago-linfocito y la posterior liberación de IL-2; como resultado, suprimen la activación de los linfocitos T producida por antígenos y la síntesis de citoquinas por los linfocitos T activados.
– Acciones Metabólicas: Metabolismo hidrocarbonado: disminuyen la captación de glucosa por los tejidos, excepto en el cerebro y el corazón, y estimulan la gluconeogénesis hepática, pues facilitan la conversión de aminoácidos, ácidos grasos y glicerol en glucosa. Como consecuencia, producen hiperglucemia y glucosuria, aumentan la resistencia a la insulina, agravan la situación metabólica del paciente diabético. Además, aumentan el depósito de glucógeno en el hígado y el músculo esquelético.
Metabolismo Proteico: inhiben la síntesis proteica, aumentan la actividad proteolítica y estimulan la degradación de las proteínas del músculo esquelético, hueso y tejido conjuntivo, en aminoácidos que se utilizan en la síntesis de glucosa (neoglucogénesis).
Inhiben la proliferación de los fibroblastos y la síntesis de colágeno, lo que produce fragilidad capilar, retrasa la cicatrización de las heridas, adelgaza el grosor de la piel y facilita la aparición de estrías cutáneas.
Metabolismo lipídico: Aumentan el apetito y la ingesta calórica, estimulan la lipolisis. Por otro lado, aumentan la lipogénesis, efecto que podría estar mediado por la insulina liberada en respuesta a la hiperglucemia. El resultado de estos efectos contrapuestos es una redistribución anormal de la grasa corporal, promoviendo su acumulación en la cara, cuello y abdomen, mientras que las extremidades permanecen delgadas debido a la hipotrofia muscular. En tratamientos crónicos, dosis altas de glucocorticoides pueden aumentar los niveles plasmáticos de colesterol total y de triglicéridos.
Inhiben la proliferación de los fibroblastos y la síntesis de colágeno, lo que produce fragilidad capilar, retrasa la cicatrización de las heridas, adelgaza el grosor de la piel y facilita la aparición de estrías cutáneas.
Metabolismo hidroelectrolítico: Los glucocorticoides presentan un cierto efecto mineralocorticoide, produciendo retención de sodio y agua, edemás, hipertensión arterial e hipopotasemia, que contribuye a la debilidad muscular. El metabolismo del calcio también se modifica. Los glucocorticoides inhiben la acción de la vitamina D (disminuyen la absorción intestinal de Ca2+), aumentan la eliminación renal de Ca2+ e inhiben la actividad osteoblástica formadora de matriz ósea. Como consecuencia producen hipocalcemia.
La betametasona no posee actividad mineralocorticosteroidea clínicamente significativa.
– Acciones sobre el Sistema Nervioso Central: Tienden a producir una elevación del estado de ánimo con sensación de bienestar y euforia. En tratamientos crónicos producen insomnio, irritabilidad y, en ocasiones, ansiedad, depresión, manía, reacciones psicóticas.
Farmacocinética
– Absorción: Vía oral, im, iv: glucocorticoide de acción prolongada. Su biodisponibilidad es del 70%. Es absorbido ampliamente. Las concentraciones plasmáticas máximas se alcanzan 2 horas después de la administración oral. Betametasona fosfato disódico el altamente soluble, tiene un rápido comienzo de acción, y puede administrase por vía iv.
– Distribución: Su volumen aparente de distribución es de 1,4 l/kg, siendo distribuido en el organismo de forma amplia. Difunde a través de la barrera placentaria y lactosanguínea. El grado de unión a proteínas plasmáticas es del 65%.
– Metabolismo: Es metabolizada en el hígado, conjugándose con el ácido glucurónico y sulfato, sin actividad farmacológica.
– Eliminación: es eliminada mayoritariamente con la orina, un 5% en forma inalterada. Cantidades insignificantes se excretan con las heces. Su aclaramiento total es de 3 ml/min/kg y su semivida de eliminación es de 5,5 h y la semivida biológica de 36-54 h.
Aparentemente, el nivel corticosteroideo biológicamente eficaz está más relacionado con la fracción de corticosteroide libre que con la concentración plasmática total de corticosteroide.
– Insuficiencia hepática: En pacientes con hepatopatías, el aclaramiento de betametasona era más lento que en sujetos normales.
Indicaciones
– Terapia de reemplazo: [ENFERMEDAD DE ADDISON], [DEFICIENCIA CORTICOSUPRARENAL SECUNDARIA], [HIPERPLASIA SUPRARRENAL CONGENITA]. Insuficiencia corticosuprarrenal aguda, en el preoperatorio o en caso de traumatismo o enfermedad grave en pacientes con insuficiencia suprarrenal conocida o cuando las reservas corticosuprarrenales son dudosas, shock que no responde al tratamiento convencional si existe o se sospecha de insuficiencia corticosuprarrenal, adrenalectomía bilateral.
– [TIROIDITIS] aguda, tiroiditis no supurante y crisis tiroideas.
– [HIPERCALCEMIA] asociada con cáncer. – [SINCOPE]: el principio del tratamiento con corticostroide coadyuvante en el shock se basa en los efectos farmacológicos, más bien, que en un reemplazo fisiológico.
– Shock endotóxico: tratamiento coadyuvante con antibacterianos. El uso concomitante de dosis elevadas de corticosteroides puede mejorar los índices de supervivencia.
– [EDEMA CEREBRAL] (aumento de la presión intracraneal): tratamiento coadyuvante a neurocirugía. Parecen reducir o impedir el desarrollo de edema cerebral asociado con traumatismo quirúrgico u otro traumatismo cerebral, accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades malignas cerebrales primarias o metastásicas.
– [TRASPLANTE]: Episodios de rechazo de aloinjertos renales. Se ha demostrado eficacia en el tratamiento del rechazo primario agudo y del rechazo tardío clásico, conjuntamente con tratamiento convencional.
– Prevención del [DISTRES RESPIRATORIO] en neonatos prematuros: se utiliza antes del parto (antes de la 32 semana de gestación) como tratamiento profiláctico de la enfermedad de membranas hialinas en neonatos prematuros.
– Trastornos osteomusculares: como tratamiento coadyuvante para administración a corto plazo en casos de [ARTRITIS PSORIASICA], [ARTRITIS REUMATOIDE] (ciertos casos pueden necesitar tratamiento de mantenimiento a dosis bajas), [ARTROSIS] (después de traumatismo o sinovitis), [ESPONDILITIS ANQUILOSANTE], [BURSITIS] aguda y subaguda, tenosinovitis no específica aguda, artritis gotosa, [FIEBRE REUMATICA] aguda, fibrositis, [EPICONDILITIS], [MIOSITIS], hieloma y [SINOVITIS]. La forma inyectable también podrá utilizarse en el tratamiento de tumores císticos de una aponeurosis o tendón (ganglios).
– Enfermedades del colágeno: durante una exacerbación, o como tratamiento de mantenimiento en ciertos casos de [LUPUS ERITEMATOSO SISTEMICO], carditis reumática aguda, [ESCLEROSIS SISTEMICA] y [POLIMIOSISTIS].
– Enfermedades dermatológicas: [PENFIGO], [DERMATITIS HERPETIFORME] ampollar, eritema multiforme severo ([SINDROME DE STEVENS-JOHNSON]), [DERMATITIS EXFOLIATIVA], [MICOSIS FUNGOIDE], [PSORIASIS] graves, [DERMATITIS ALERGICA], [URTICARIA]. La administración intralesional está indicada para el tratamiento de [QUELOIDES], lesiones hipertróficas localizadas, inflamatorias del [ERUPCIONES LIQUENIFORMES], placas psoriásicas, [GRANULOMA ANULAR] y liquen simple crónico (neurodermatitis), [LUPUS ERITEMATOSO DISCOIDE], necrobiosis lipoide, de los diabéticos, alopecia areata.
– Estados alérgicos: control de afecciones alérgicas severas o incapacitantes, refractarias a intentos adecuados de tratamiento convencional, como [RINITIS ALERGICA ESTACIONAL] o [RINITIS ALERGICA PERENNE], [POLIPOS NASALES], [ASMA] bronquial (incluso estado asmático), [DERMATITIS POR CONTACTO], [DERMATITIS ATOPICA] (neurodermatitis), [REACCIONES HIPERSENSIBILIDAD] farmacológicas y del suero, [EDEMA LARINGEO] agudo no infeccioso.
– Enfermedades oftálmicas: procesos alérgicos e inflamatorios severos, agudos y crónicos que afectan a los ojos y sus anexos, como [CONJUNTIVITIS ALERGICA], [QUERATITIS], [ULCERA CORNEAL] marginal alérgica,, [IRITIS] e [IRIDOCICLITIS], [CORIORRETINITIS], inflamación del segmento anterior, [UVEITIS] posterior difusa y [COROIDITIS], [NEURITIS OPTICA] y oftálmica simpática, [RETINITIS] central, [NEURITIS] retrobulbar.
– Enfermedades respiratorias: [SARCOIDOSIS] sintomática, síndrome de Loeffler que no pueda tratarse por otros medios, [BERILIOSIS] beriliosis, [TUBERCULOSIS] pulmonar fulminante o diseminada cuando es acompañada concurrentemente por quimioterapia antituberculosa apropiada, [NEUMONIA POR ASPIRACION], [ENFISEMA PULMONAR], [FIBROSIS PULMONAR].
– Trastornos hemáticos: [TROMBOPENIA] idiopática y secundaria en adultos, [ANEMIA HEMOLITICA] adquirida (autoinmune), eritroblastopenia (anemia eritrocítica), y [ANEMIA APLASICA] (eritroide) congénita, reacciones de transfusión.
– Enfermedades gastrointestinales: para ayudar al paciente durante periodos críticos de [COLITIS ULCEROSA], [ENFERMEDAD DE CROHN].
– Enfermedad neoplásica: para tratamiento paliativo de [LEUCEMIA] y [LINFOMA] en adultos y de leucemia aguda en niños.
– Estados edematosos: para inducir la diuresis o remisión de proteinuria en el [SINDROME NEFROTICO] síndrome nefrótico sin uremia, de tipo idiopático o el debido al lupus eritematoso, [ANGIOEDEMA].
– Trastornos diversos: [MENINGITIS BACTERIANA AGUDA] (tuberculosa) con bloqueo subaracnoide o bloqueo inminente cuando la administración se acompaña concomitantemente con quimioterapia antituberculosa apropiada,[PARALISIS DE BELL], [TRIQUINOSIS] con intención neurológica o miocárdica.
Posología
Vía iv, im, intraarticular, intralesional o en tejidos blandos:.
– Adultos: la dosis inicial puede llegar hasta 8 mg/día.
– Niños: La dosis inicial intramuscular varía de 0,02- 0,125 mg/kg/dia o de 0,6 mg -3,75 mg/m2 /cada 12 a 24 horas.
Después de obtenerse una respuesta favorable, la dosis de mantenimiento deberá determinarse disminuyendo la dosis inicial en pequeñas cantidades a intervalos de tiempo adecuados hasta que se determine la dosis más baja capaz de mantener una respuesta clínica adecuada. La exposición del paciente a situaciones de sobrecarga o «stress» ajenas a la enfermedad existente puede necesitar una
dosis mayor de glucocorticoide. Si el tratamiento va a suspenderse después de una terapia prolongada, la dosis deberá disminuirse gradualmente.
Dosis recomendadas según enfermedad:
– Edema cerebral: 2-4 mg de betametasona. Pacientes comatosos pueden recibir dosis convencionales que varían de 2-4 mg cuatro veces al día.
– Episodios de rechazo de transplantes renales: vía intravenosa por medio de goteo endovenoso constante, siendo la dosis inicial de 60 mg durante las primeras 24 horas. Circunstancias individuales pueden requerir variaciones menores de la dosis.
– Tétanos: Los resultados óptimos se pueden obtener por vía intravenosa. La dosis diaria combinada de Inyectable y oral es de 25 mg.
– Prevención del síndrome de dificultad respiratoria: Cuando el parto prematuro se hace inevitable antes de la 32.ª semana de gestación, o cuando se cree necesario inducir el parto antes de la 32.ª semana de gestación, se recomienda vía im 4-6 mg/12 horas durante las 24 a 48 horas (de 2 a 4 dosis) precedentes a la hora esperada del parto. El Inyectable debe considerarse en el tratamiento profiláctico si el feto presenta un índice bajo de lecitina/esfingomielina. En esta situación debe emplearse el mismo régimen de dosificación anteriormente recomendado.
– Enfermedades osteomusculares: Las dosis recomendadas dependerán del tamaño de la articulación o del lugar que va a ser tratado.
* Articulaciones grandes (cadera): 2-4 mg
* Articulaciones pequeñas: 0,8-2 mg
* Bolsas: 2-3 mg.
* Vainas tendinosas: 0.4-1 mg.
* Heloma (callo): 0,4-1 mg
* Tejidos Blandos: 2-6 mg
*Ganglión: 1-2. mg
– Reacciones postransfusionales: 4-8 mg por vía intravenosa inmediatamente antes de la transfusión de sangre. No deberá mezclarse el corticosteroide con la sangre. Si la transfusión de sangre se repite, puede administrarse la misma dosis hasta un total de cuatro veces esta dosis en 24 horas.
– Administración subconjuntival: 0,5 ml (2 mg).
– Normas para la correcta administración: Aunque puede administrarse por las vías indicadas, utilizar la vía iv en situaciones de urgencia. También puede administrarse diluido en solución salina o glucosada mediante infusión intravenosa. Deberá añadirse a la solución endovenosa en el momento de la administración. Las soluciones no empleadas deberán refrigerarse inmediatamente y usarse dentro de las 24 horas siguientes.
Vía oral:.
– Adultos: Dosis inicial, 0,25-8 mg/día, según enfermedad específica. La dosis inicial deberá mantenerse o ajustarse hasta respuesta satisfactoria. Si se suspende el tratamiento, la dosis se deberá reducir gradualmente.
– Niños: Dosis inicial, 17,5-250 mcg/kg/día (0,5-7,5 mg/m2/día). Se deberá ajustar la dosis en valores pequeños en intervalos apropiados hasta alcanzar la dosis menor eficaz. Si se interrumpe el tratamiento, la dosis se deberá reducir gradualmente.
Dosis recomendadas según enfermedad:
– Artritis reumatoidea y otros trastornos reumáticos: dosis inicial de 1-2,5 mg hasta respuesta satisfactoria (generalmente a los 3-4 días) o durante 7 días. Podrá recurrirse a dosis mayores para lograr la respuesta incial adecuada. Si no hay respuesta dentro de los 7 días, reevaluar el diagnóstico. Si hay respuesta favorable, reducir la dosis en 0,25 mg cada 2-3 días hasta dosis de mantenimiento apropiada (generalmente, 0,5-1,5 mg/día. En ataque agudo de gota, el tratamiento sólo se continuará unos días tras desaparición de los síntomas.
– Fiebre reumática aguda: dosis inicial, 6-8 mg/día. Cuando se logre el control, reducir la dosis diaria en 0,25-0,5 mg diariamente, hasta nivel de mantenimiento satisfactorio durante 8 semanas o más. El tratamiento se reinstaurará si hay reactivación de la enfermedad.
– Bursitis: inicialmente, 1-2,5 mg/día en dosis divididas durante 2-3 días en los que generalmente se observa respuesta, después de lo cual se reducirá la dosis gradualmente y posteriormente se suspende. Normalmente, sólo se necesita un curso corto de tratamiento, aunque se podrá instituir un segundo curso si hay recurrencia.
– Estado asmático: 3,5-4,5 mg/día durante 1-2 días para combatir el ataque. Posteriormente, la dosis se reduce en 0,25-0,5 mg por día hasta nivel de mantenimiento satisfactorio.
– Enfisema o fibrosis pulmonar: inicialmente, 2-3,5 mg/día, en dosis divididas durante varios días hasta mejoría. Posteriormente, reducir la dosis diaria en 0,5 mg cada 2-3 días hasta nivel de mantenimiento satisfactorio, generalmente entre 1-2,5 mg/día.
– Fiebre del heno (polinosis) refractaria: 1,5-2,5 mg/día en dosis divididas durante el primer día, disminuyendo posteriormente la dosis diaria total en 0,5 mg por día hasta desaparición de los síntomas. La dosis se ajustará entonces manteniendo este nivel durante la época de mayor concentración de polen (generalmente, no más de 10-14 días) y se suspenderá posteriormente. La betametasona se utilizará siempre como suplemento.
– Lupus eritematoso diseminado: inicialmente, 1-1,5 mg/8 h durante varios días, aunque pueden necesitarse en ciertos casos dosis mayores. La dosis entonces se reducirá gradualmente hasta una posología adecuada para el tratamiento (generalmente 1-3 mg/día).
– Afecciones dermatológicas: inicialmente, 2,5-4,5 mg/día hasta control satisfactorio, después de lo cual, se reducirá la dosis diaria en 0,25-0,5 mg cada 2-3 días hasta posología de mantenimiento satisfactoria. En trastornos autolimitantes a corto plazo, generalmente el tratamiento podrá suspenderse sin peligro de recaídas, después que el proceso se haya mantenido bajo control durante varios días. En caso de afecciones que necesiten tratamiento prolongado, los programas posológicos varían.
– Enfermedad ocular inflamatoria (del segmento posterior): inicialmente, 2,5-4,5 mg/día hasta control satisfactorio o durante 7 días. Posteriormente, disminuir la dosis en 0,5 mg diarios hasta alcanzar el nivel de mantenimiento para aquellos trastornos crónicos que requieran tratamiento continuo. En estados autolimitados o agudos, se suspenderá el tratamiento después del periodo adecuado.
– Síndrome adrenogenital: ajustar la posología para mantener una concentración urinaria de 17-cetosteroides dentro de los límites normales (generalmente es eficaz 1-1,5 mg/día, en dosis divididas).
– Normas para la correcta administración: Los alimentos no interfieren la absorción del fármaco. En caso de molestias gástricas es preferible tomarlo con alimentos. Los comprimidos se pueden tomar enteros o fraccionados, con un poco de líquido.
* Administración una vez al día: para comodidad del paciente y para asegurar un mejor cumplimiento terapéutico, la dosis diaria total de mantenimiento puede administrarse una vez al día, por la mañana temprano (preferible antes de las 9 h).
* Tratamiento a días alternos: no se recomienda la administración de betametasona a días alternos, porque este corticosteroide tiene una semivida biológica prolongada (36 a 54 horas), con efectos depresores del eje HHS asociados. Si es necesaria la administración oral a largo plazo para el tratamiento de la enfermedad, se debe considerar la posibilidad de una pauta de administración a días alternos con esteroides corticosuprarrenales de acción intermedia (como prednisona, prednisolona o metilprednisolona
Contraindicaciones
– [ALERGIA A CORTICOIDES]. Algunos casos de reacciones de hipersensibilidad atribuidos a los corticoides parenterales, han sido motivados por la presencia de parabenos en la fórmula.
– La administración de vacunas vivas, o vivas atenuadas, está contraindicada en pacientes que reciben dosis inmunosupresoras de corticoides.
– [MICOSIS SISTEMICAS]. Pueden exacerbar una infección sistémica. No utilizar corticoides, excepto para controlar las reacciones anafilácticas por anfotericina B.
ADVERTENCIAS SOBRE EXCIPIENTES:
– Este medicamento contiene sorbitol. Los pacientes con [INTOLERANCIA A FRUCTOSA] hereditaria no deben tomar este medicamento.
ADVERTENCIAS SOBRE EXCIPIENTES:
– Este medicamento contiene sacarosa. Los pacientes con [INTOLERANCIA A FRUCTOSA] hereditaria, malaabsorción de glucosa o galactosa, o insuficiencia de sacarasa-isomaltasa, no deben tomar este medicamento.
Precauciones
– [ENFERMEDAD DE ADDISON]: La administración prolongada de dosis suprafisológicas de corticoides puede inhibir el eje hipotalamo-hipofisario-suprarrenal con disminución de la secreción hipofisaria de corticotropina, y por tanto de la síntesis endógena de corticoides. Si la administración ha superado las 2 semanas, la suspensión brusca puede ocasionar una insuficiencia suprarrenal aguda. El grado de insuficiencia está condicionado por variaciones interindividuales, las dosis empleadas y la duración del tratamiento. En algunos pacientes el restablecimiento normal del eje se puede prolongar hasta 1 año. El estrés, cirugía, quemaduras o infecciones, entre otras causas, pueden agravar los síntomas de la insuficiencia o precipitar síntomas de una insuficiencia ya controlada.
La inhibición del eje es menor con la terapia alternante o con preparados de acción intermedia (prednisona, prednisolona y metilprednisolona).
Para evitar el síndrome de retirada se aconseja:
* Reducir la dosis lentamente, tanto más cuanto más se haya prolongado la administración.
* Ajustar la dosis a lo largo de la terapia a la mínima efectiva.
* Cuando la situación clínica lo permita, pasar a la terapia alternante.
* Si durante la fase de retirada sobreviene una situación de estrés, infección aguda, etc, hay que vigilar posibles signos de hipocorticalismo y aumentar de nuevo la dosis de corticoide.
– [OSTEOPOROSIS]: los glucocorticoides disminuyen la absorción intestinal de calcio, inhiben la reabsorción tubular renal de calcio y promueven la movilización de calcio del hueso. Si la homeostasis del calcio no es mantenida, el riesgo de hipocalcemia es elevado. El riesgo de osteoporosis hay que considerarlo en pacientes que reciban dosis diarias de 5 mg de prednisona o dosis equivalentes de otros corticoides durante 3 meses o más. La pérdida ósea es mayor durante los primeros 6 meses de tratamiento.
La administración profiláctica de calcio+vitamina D3 o bifosfonatos y un adecuado programa de conservación de la masa muscular se han mostrado eficaces para prevenir la pérdida de calcio inducido por glucocorticoides.
-[INMUNODEFICIENCIA], [INFECCION]: los glucocorticoides, sobre todo a dosis elevadas, inhiben la formación de anticuerpos y la respuesta inmune, aumentando la susceptibilidad a las infecciones y enmascarando los signos de estas. El riesgo es mayor en pacientes que reciben terapia inmunosupresora. Los corticoides no deben ser usado en presencia de infecciones no controladas, excepto en situaciones que comprometan la vida. Los pacientes tratados con inmunosupresores y corticoides deben ser advertidos del riesgo que tienen de contraer algunas infecciones (ej: sarampión o rubéola).
– [TUBERCULOSIS]: tratamientos prolongados con corticoides pueden exacerbar la tuberculosis. Se aconseja adoptar las medidas quimioprofilácticas adecuadas en pacientes con historial de tuberculosis activa. El uso de corticoides en la tuberculosis activa debiera restringirse a aquellos casos de tuberculosis fulminante o diseminada en los que los corticoesteroides se usan para el manejo de la enfermedad junto con antituberculoso. Si los corticoesteroides están indicados en pacientes con tuberculosis latente o reactividad a tuberculina, se requiere una estrecha observación ya que podría ocurrir una reactivación de la enfermedad. Durante una terapia con corticoesteroides por tiempo prolongado, estos pacientes debieran recibir quimioprofilaxis.
– [AMEBIASIS INTESTINAL]: Los corticoides pueden reactivar una infección latente. Antes de administrar un corticoide hay que descartar la existencia de amebiasis en pacientes que han tenido diarrea inexplicable o han visitado los trópicos.
– [PALUDISMO]: el uso de corticoides ha sido asociado con prologación del coma y una mayor incidencia de hemorragia gastrointestinal en pacientes con malaria cerebral.
Inhibición del crecimiento en niños: El uso prolongado de glucocorticoides puede producir la inhibición de la secreción de la hormona del crecimiento y la disminución de la sensibilidad de los tejidos periféricos a esta hormona, con disminución del crecimiento.
– [CIRUGIA], [ESTRES], [TRAUMATISMO]: hay aumento de las necesidades de corticoides en situaciones que cursen con estrés, lo que debe tenerse en cuenta especialmente durante el periodo de cese gradual de la dosis. En pacientes con terapia de corticoesteroides sujetos a un inusual estrés, está indicada una dosificación aumentada de corticoesteroides de acción rápida antes, durante y después de la situación estresante.
– [MIASTENIA GRAVE]: hay descrito algún caso de debilidad muscular en pacientes tratados con fármacos anticolinesterasa que recibieron glucocorticoides.
-[TROMBOEMBOLISMO]: se han descritos casos aislados de aumento de la coagulabilidad con cortisona, que puede precipitar episodios de tromboembolismo.
– [HIPERTENSION ARTERIAL], [INSUFICIENCIA CARDIACA], [DESEQUILIBRIO ELECTROLITICO]: Los glucocorticoides tiene cierta acción mineralocorticoide con retención de sodio, formación de edemas, pérdida de potasio, que contribuye a la debilidad muscular, e hipertensión. En pacientes susceptibles puede originar insuficiencia cardiaca. Este efecto mineralocorticoide es mayor con hidrocortisona o cortisona y considerablemente menor con los corticoides de síntesis, excepto cuando se utilizan dosis elevadas. Puede precisar restricción de sal y suplementos de potasio.
– [HIPOCALCEMIA]: los glucocorticoides aumentan la excreción renal de calcio, con riesgo de hipocalcemia.
– [DIABETES]: los glucocorticoides disminuyen la captación de glucosa por los tejidos (excepto en el cerebro y el corazón) y estimulan la gluconeogénesis hepática, como consecuencia, producen hiperglucemia y glucosuria, aumentan la resistencia a la insulina, agravan la diabético y también pueden desenmascarar un cuadro de diabetes en pacientes con una pobre reserva de insulina.
– [CIRROSIS HEPATICA], [HEPATITIS] activa: el descenso de proteínas plasmáticas puede aumentar la fracción de corticoide libre con posible aumento de la acción y/o toxicidad. Los corticoides pueden ser útiles en pacientes con hepatitis B crónica activa.
– [HIPOTIROIDISMO]: el efecto glucocorticoide puede potenciarse debido a la disminución del metabolismo del corticoide.
– [ULCERA PEPTICA], [ESOFAGITIS]: No existe un acuerdo unánime sobre si los corticoesteroides son responsables de las úlceras pépticas encontradas durante la terapia; sin embargo, los glucocorticoides puede enmascarar los síntomas de úlcera péptica de modo que puede ocurrir perforación o hemorragia sin dolor significativo. La presencia de úlcera péptica no es una contraindicación absoluta de los corticoides, aunque su administración sistémica se debe limitar al tratamiento de situaciones graves.
– [HERPES SIMPLE OFTALMICO]: Hay riesgo de perforación de la córnea.
– [NEURITIS OPTICA]: el uso oral de glucocorticoides por vía oral no mejoraron la evolución del proceso.
– [INFARTO AGUDO DE MIOCARDIO]: hay evidencia que han asociado ruptura de pared libre del ventrículo izquierdo con el uso de corticoides.
-[DIVERTICULITIS]: Los esteroides debieran usarse con precaución en colitis ulcerosa inespecífica, si existe la probabilidad de una inminente perforación, absceso u otra infección piogénica; diverticulitis; anastomosis intestinal reciente.
– [PSICOSIS]: Pueden aparecer trastornos psíquicos cuando se utilizan corticoesteroides, los que van desde euforia, insomnio, cambios de humor, cambios de personalidad, y depresión severa, hasta francas manifestaciones psicóticas. Un historial de psicosis no parecen constituir un factor de riesgo predisponerte a psicosis por corticoides. El riesgo de psicosis parece relacionado con
ADVERTENCIAS SOBRE EXCIPIENTES:
– Este medicamento contiene propilenglicol. A dosis superiores a 200 mg/kg en niños y 400 mg/kg en adultos puede producir síntomas parecidos a los del alcohol, por lo que puede disminuir la capacidad para conducir o manejar maquinaria.
ADVERTENCIAS SOBRE EXCIPIENTES:
– Este medicamento contiene sorbitol. Dosis diarias superiores a 10 g de sorbitol por vía oral pueden tener un ligero efecto laxante.
ADVERTENCIAS SOBRE EXCIPIENTES:
– Este medicamento contiene sacarosa. La administración de cantidades superiores a 5 g diarios deberá ser tenida en cuenta en pacientes con diabetes mellitus.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– El paciente debe notificar a su médico, cirujano o anestesista si ha estado tratado con corticoides durante el año anterior.
– Advertir al paciente que comunique cualquier signo de infección (dolor de garganta, fiebre, etc), dolor articular (sobre todo de cadera u hombro), aumento de peso, debilidad muscular, heces negras, irregularidades menstruales u otras alteraciones inusuales que advierta durante el tratamiento y hasta 1 año después de que este haya finalizado.
– El paciente no debe interrumpir el tratamiento bruscamente sin el consentimiento del médico.
– Si presenta molestias de estómago, es mejor tomar el medicamento con alimento.
– Los pacientes que no han padecido la varicela deberán evitar cualquier contacto con esta enfermedad o con herpes herpes Zoster, ante el riesgo de reacciones graves.
– Algunas instituciones sanitarias aconsejan que los pacientes tratados con corticoides durante tratamientos prolongados lleven una tarjeta que identifique el corticoide que toma, la dosis y la duración del tratamiento.
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– Antes de iniciar una terapia prolongada (varios meses) con glucocorticoides y durante el transcurso de ésta se aconseja realizar controles periódicos de la presión arterial, test de tolerancia a la glucosa, peso, electrolitos en sangre, patrón del sueño, radiografía de tórax y columna, determinación de la función del eje hipotálamo-hipofisario-suprarrenal, determinación del crecimiento (en niños y adolescentes) y la presión intraocular. En diabéticos se aconsejan determinaciones periódicas de glucosa en sangre ante el riesgo de hiperglucemia.
– Como medida preventiva algunos clínicos aconsejan investigar la posibilidad de úlcera péptica (puede haber ausencia de dolor) durante tratamientos prolongados con corticoides.
– Si se utilizan dosis altas, se recomienda administrar antiácidos entre las comidas para reducir las complicaciones gástricas.
– En mujeres postmenopáusicas se debe valorar el riesgo de osteoporosis antes de iniciar el tratamiento con glucocorticoides, e instaurar el tratamiento oportuno para su prevención o tratamiento.
– Vigilar cualquier signo de infección.
– En pacientes jóvenes suele ser ocasional la aparición de osteonecrosis. Se aconseja realizar los controles oportunos para el diagnóstico prematuro de esta alteración.
– Se aconseja vigilar posibles signos de depresión o psicosis (ej: cambios en el patrón del sueño) durante tratamientos prolongados, especialmente en pacientes con historial de inestabilidad emocional.
– Mientras dure el periodo de retirada gradual del tratamiento el médico debe controlar que no hay recaídas de la enfermedad tratada.
– Con el fin de minimizar la incidencia de atrofia dérmica y subdérmica, se debe proceder con cuidado para no exceder la dosis recomendada en las inyecciones.
Si la duración del tratamiento es superior a 15 días, no se debe suspender de forma brusca. Realizar una pauta de retirada gradual.
Interacciones
– Anfotericina B: posible aumento de la hipokalemia, con riesgo de toxicidad. Vigilad los niveles plasmáticos de potasio.
– Anticoagulantes orales: posible aumento o reducción del efecto anticoagulante, haciéndose necesario un control de los indices de coagulación.
– Anticolinesterasa (neostigmina, piridostigmina): descritos casos de antagonismo del efecto de los anticolinesterasa, con depresión muscular. Los efectos no revirtieron con inhibidores de la acetilcolinesterasa. Algunos casos necesitaron ventilación mecánica. A pesar de la interacción, se han utilizado con éxito en miastenia grave. La terapia alternante con prednisona parece segura.
– Antidiabéticos: los glucocorticoides pueden aumentar los niveles de glucosa. Los pacientes tratados con antidiabéticos pueden precisar un ajuste de la dosis.
– Antiinflamatorios no esteroídicos (indometacina) y alcohol: posible aumento en la incidencia o incremento de la gravedad de úlceras gastroduodenales.
– Bloqueantes neuromuscular no despolarizantes: algunos informes describen que prednisona e hidrocortisona antagonizan el bloqueo neuromuscular en pacientes con insuficiencia corticosuprarrenal tratados con pancuronio.
– Ciclosporina: Se ha comunicado posible reducción del metabolismo hepático del corticoide. Estudios similares han evidenciado un aumento de las concentraciones plasmáticas mínimas de ciclosporina. La asociación de corticoides y ciclosporina es muy frecuente y beneficiosa. Vigilad posibles signos de toxicidad.
– Diuréticos eliminadores de potasio: posible potenciación de la toxicidad por aumento de la hipokalemia. Vigilad los niveles plasmáticos de potasio.
– Estrógenos, anticonceptivos orales: posible potenciación del efecto y/o toxicidad de los corticoides por una inhibición de su metabolismo hepático. Se aconseja vigilancia clínica, sobre todo durante el perido de reducción de la dosis del corticoide.
– Glucósidos cardiotónicos: Existe riesgo de hipokalemia con aumento de la toxicidad cardíaca. Vigilad al paciente.
– Inductores enzimáticos (carbamazepina, antiepilépticos como fenitoína, fenobarbital o primidona, rifampicina, rifabutina): algunos corticoides son metabolizados por el CYP3A4, por lo que los inductores enzimáticos pueden disminuir los niveles plasmáticos de corticoide.
– Inhibidores enzimáticos ( ketoconazol): posible aumento de las concentraciones plasmáticas de corticoide.
– Isoniazida: reducción de los niveles plasmáticos de isoniazida, con posible inhibición de su efecto por inducción de su metabolismo hepático.
– Resinas de intercambio iónico (colestiramina, colestipol): posible disminución la absorción oral del corticoide. Vigilad al paciente.
– Salicilatos: posible disminución de las concentraciones de salicilato, con pérdida de actividad, por posible aumento de su eliminación. La asociación conjunta de ambos fármacos puede aumentar la incidencia de úlcera gástrica o hemorragia intestinal. Vigilad al enfermo.
– Teofilina: posible alteración de la acción farmacológica de ambos fármacos.
– Toxoides y vacunas: Los corticoides disminuyen la respuesta inmunológica a vacunas y toxoides, también promueven la replicación de los gérmenes de las vacunas vivas atenuadas. La vacunación rutinaria debiera ser diferida en pacientes tratados con corticoides. Si no fuera posible, se aconseja realizar pruebas serológicas para conocer la respuesta inmunológica. La inmunización puede llevarse a cabo en caso de terapia de reemplazo.
– Plantas medicinales: Regaliz, equinácea: posible reducción de los efectos inmunosupresores del corticoide. Evitar el uso conjunto.
Análisis clínicos
La captación de algunos agentes de diagnóstico cerebral que utilicen pertecnetato (99mTc) puede disminuir en pacientes que tomen dosis levadas de glucocorticoides ya que estos reducen el edema cerebral.
La prueba del azul de nitrotetrazoilo para infecciones bacterianas puede producir resultados falsos negativos.
Pruebas cutáneas (incluyendo las de la tuberculina, histoplasmina y las pruebas con parches para la alergia): la administración de dosis elevadas durante un largo periodo puede inhibir la reacción cutánea.
Los glucocorticoides pueden disminuir las concentraciones séricas de calcio, potasio (más marcado con los glucocorticoides con marcada potencia mineralocorticoide).
Aumentan las concentraciones séricas de colesterol, glucosa, sodio, ácido úrico (en pacientes con leucemia. En el resto de pacientes puede disminuir ligeramente). El recuento de plaquetas puede aumentar o disminuir. Los leucocitos polimorfonucleares pueden aumentar.
Embarazo
Categoría C de la FDA. Los estudios sobre animales han registrado alteraciones congénitas importantes: microcefalia, hepatomegalia, disminución del tamaño de la médula suprarrenal y del timo. La betametasona atraviesa la placenta. Estudios preliminares sugirieron una asociación entre el uso de corticoides en embarazadas y una incidencia del 1% de hendiduras en el paladar, asociación que no ha podido esclarecerse por estudios posteriores más adecuados. El uso de estos medicamentos sólo se acepta en caso de ausencia de alternativas terapéuticas más seguras, no obstante, existe una amplia casuística que apoya el uso de corticosteroides en condiciones terapéuticas indispensables (tratamientos de restauración hormonal, etc.). En el caso de la betametasona, se ha utilizado en parto prematuro (24-36 semanas) para estimular la función pulmonar fetal.
Lactancia
La betametasona se excreta con la leche materna. Tratamientos prolongados con dosis elevadas (>1,5 mg) pudieran afectar a la función adrenal del lactante, por lo que se aconseja monitorización del mismo. Se recomienda utilizar corticoides con mínima excreción con la leche materna (prednisona, prednisolona) como alternativa terapéutica.
Niños
En niños existe riesgo de supresión adrenal y retraso del crecimiento con el uso crónico de corticoides y especialmente con los de acción prolongada (betametasona, dexametasona y parametasona). Como alternativa se propone utilizar tratamiento en días alternos con un corticoide de acción intermedia (metilprednisona, prednisona o triamcinolona). Dosis altas de corticoides pueden producir pancreatitis aguda que puede llegar a ser grave. También se han desarrollado en niños incrementos en la presión intracraneal (más frecuentemente tras reducción de la dosis o cambios del corticoide) que pueden causar papiledema, parálisis nerviosa oculomotor o abducens, pérdida visual y dolor de cabeza.
Se aconseja monitorización estricta debido al riesgo de disminución del crecimiento y desarrollo, a la aparición de necrosis avascular del fémur (osteonecrosis) y de cataratas.
Uso aceptado aunque se recomienda precaución.
Ancianos
En ancianos con tratamientos prolongados, existe riesgo de inhibición de la absorción digestiva de calcio y de la actividad osteoblástica, lo que podría exacerbar una osteoporosis incipiente o declarada, especialmente en mujeres postmenopáusicas. Además, tienden a incrementar la retención hidrosalina y la tensión arterial. Se recomienda precaución.
Reacciones adversas
Los efectos adversos de los glucocorticoides dependen en mayor grado de la duración del tratamiento que de la dosis empleada. Son raros aún con el empleo de dosis elevadas durante cortos periodos de tiempo. Por el contrario, tratamientos prolongados frecuentemente originan reacciones adversas considerables.
– Cardiovasculares: rara vez, [TROMBOEMBOLISMO] (descritos algunos casos con cortisona), [TROMBOFLEBITIS], [ARRITMIA CARDIACA] o cambios en el electrocardiograma (motivados por la hipopotasemia), empeoramiento de la [HIPERTENSION ARTERIAL], ruptura de pared libre del ventrículo izquierdo.
– Dermatológicas: tras la administración sistémicas de corticoides se puede originar [ATROFIA CUTANEA], adelgazamiento de la piel, reducción del colágeno subcutáneo, [ESTRIAS] dérmicas, [VITILIGO] o [HIPERPIGMENTACION CUTANEA] en el lugar de la inyección, [INFECCION DE PIEL], retraso en la cicatrización de heridas, [HIRSUTISMO], [ERITEMA] facial.
– Casos aislados de lipoatrofia tras la inyección intramuscular, ligado según parece a susceptibilidad individual, paniculitis, necrolisis epidérmica tóxica y síndrome de Stevens-Johnson. Casos aislados de Síndrome de Kaposi (remite después de cesar el tratamiento).
– Endocrinas/metabólicas: pueden producir disminución de la tolerancia a la glucosa, [HIPERGLUCEMIA], agravar o precipitar la [DIABETES], [GLUCOSURIA], balance nitrogenado negativo, motivado por un aumento del catabolismo de las proteínas, síndrome de hipercorticalismo o [SINDROME DE CUSHING] manifestado por redistribución anómala de la grasa corporal (cuello de búfalo, cara de luna llena, abdomen abultado), [AUMENTO DE PESO], supresión de la respuesta del eje hipotalamo-hipofiso-suprarrenal [DEFICIENCIA CORTICOSUPRARENAL SECUNDARIA], que puede persistir hasta 1 año después de abandonar un tratamiento prolongado), especialmente en momentos de estrés; [EXCESO DE SUDORACION]. [AMENORREA], [TRASTORNOS DEL CICLO MENSTRUAL] y otras irregularidades menstruales, [HIRSUTISMO], [RETRASO EN EL CRECIMIENTO] en niños.
– [DESEQUILIBRIO ELECTROLITICO] (retención de sodio y agua, [HIPOPOTASEMIA], [ALCALOSIS METABOLICA], [HIPOCALCEMIA], [INSUFICIENCIA CARDIACA] en pacientes susceptibles, [HIPERTENSION ARTERIAL].
– Gastrointestinales: [NAUSEAS], [VOMITOS], [AUMENTO DEL APETITO], que puede resultae en aumento de peso, [DOLOR ABDOMINAL], [PANCREATITIS], [GASTRITIS] y [ESOFAGITIS]. Hay datos contradictorios respecto al potencial ulcerogénico de los corticoides. Algunos estudios han confirmado un riesgo mayor (2.25% frente a 1.6% del control) de [HEMORRAGIA GASTROINTESTINAL], perforación o reactivación y retraso en la cicatrización de la úlcera. Casos aislados de colitis isquémica (dosis altas durante tratamientos intermitentes) y perforación intestinal, en presencia de enfermedad inflamatoria intestinal.
– Inmunológicas: [INFECCION], agravamiento y/o reactivación de infecciones latentes bacterianas, fúngicas o virales, tales como las causadas por Cándida, Mycobacterium, Toxoplasma, Pneumocystis, que pueden instaurarase y extenderse sin sigmnos de alarma. El uso de la menor dosis efectiva puede reducir el grado de la inmunodeficiencia.
– Músculo-esquelético: disminución de la densidad mineral ósea, pérdida ósea, [OSTEOPOROSIS] (principalmente en mujeres post-menopáusicas y en hombres mayores de 70 años), fragilidad ósea y aumento del riesgo de [FRACTURA OSEA] (incluyendo fracturas por compresión vertebral). El grado de afectación varía de unos pacientes a otros, propugnándose que puede haber cierta predisposición individual.
– [OSTEONECROSIS] (osteonecrosis): Es una alteración grave descrita frecuentemente (1-35%) con glucocorticoides, sobre todo durante tramientos prolongados con dosis altas. Afecta mayoritariamente a la cabeza del fémur y el húmero (más frecuente en jóvenes y menores de 50 años). La lesión puede ser unilateral o bilateral. Las fracturas por osteonecrosis son excepcionales. Se manifieta por dolor y cojera cuando afecta al fémur.
– En el músculo inhiben la síntesis proteica, aumentan la actividad proteolítica y estimulan la degradación de las proteínas del músculo esquelético, hueso y tejido conjuntivo, conduciendo a [MIOPATIA] que cursa con pérdida de masa muscular, [MIASTENIA], fatiga muscular, atrofia muscular y fibrosis. Los músculos que con mayor frecuencia se ven afectados son los de la cintura escapular y pelviana, y musculatura proximal de las extremidades. La incidencia es mayor en niños. Generalmente remite a los pocos meses de finalizado el tratamiento.
Hay notificados casos de [RUPTURA TENDINOSA], particularmente del tendón de Aquiles, más frecuentes con el uso de inyecciones intraarticulares.
– Oftalmológicas: [CATARATAS] subcapsular posterior, catarata nuclear (mayor riesgo en niños), aumento de la presión intraocular que puede derivar en [GLAUCOMA] y [EXOFTALMOS]. También se ha descrito conjuntivitis, riesgo de enmascaramiento de infecciones oculares y [OFTALMOPLEJIA], como consecuencia de la miopatía por esteroides. Se ha comunicado catarata subcapsular posterior tras el uso prolongado de esteroides sistémicos, motivada por una alteración de la permeabilidad de la cápsula que afecta la composición electrolítica y de mucopolisacáridos de la lente. No está bien establecida la relación entre dosis y duración del tratamiento con el desarrollo de la catarata, aunque puede haber susceptibilidad individual Algunos pacientes precisan cirugía para su corrección.
– Hipersensibilidad: las reacciones de hipersensibilidad son raras, debido a las propiedades inmunosupresoras. No obstante, pueden originar [ERUPCIONES EXANTEMATICAS], [DERMATITIS ALERGICA], [URTICARIA] y [ANGIOEDEMA]. Muy rara vez, reacciones anafilácticas con la administración parenteral.
– Sistema nervioso: [EUFORIA], [CEFALEA], [VERTIGO], [INSOMNIO], [NERVIOSISMO], intranquilidad, [PARESTESIA], [NEURITIS]. Rara vez, [CONVULSIONES]. Los glucocorticoides pueden producir [ALTERACIONES DEL HUMOR], con euforia o depresión, y [PSICOSIS], psicosis maniaco-depresiva o esquizofrenia, o agravar alteraciones psiquiátricas preexistentes. Se ha descrito [HIPERTENSION INTRACRANEAL] benigna con papiloedema, generalmente asociada a la suspensión brusca del tratamiento.
– Puede ocurrir insuficiencia renal aguda durante periodos de estrés (infecciones, cirugía, trauma, etc) o tras la suspensión brusca de tratamientos prolongados
Sobredosis
La intoxicación aguda o muerte por sobredosis es rara. Los síntomas que se observan por sobredosificación son: ansiedad, depresión, confusión mental, espasmos o hemorragias gastrointestinales, hiperglucemia, hipertensión arterial y edema. No hay antídoto específico. Tratamiento sintomático.
Dopajes
La betametasona administrada por vía oral, rectal, intravenosa o intramuscular se considera prohibida durante la competición. Su uso requiere la aprobación de una Autorización de Uso Terapéutico.
Otras vías de administración (inyección intraarticular, periarticular, peritendinosa, epidural, intradérmica y por inhalación) requieren una Autorización de Uso Terapéutico abreviada.
Todos los glucocorticoides se consideran sustancias específicas y, por tanto, una violación de la norma en la que esté involucrada esta sustancia puede ocasionar una reducción de sanción siempre y cuando el deportista pueda demostrar que el uso de la sustancia específica en cuestión no fue con intención de aumentar su rendimiento deportivo.
Fecha de aprobación/revisión de la ficha
Mayo de 2005.