Dolcopin 1 g 1 g 50 sobres
Composición
Por sobre: almasilato, 1 g; bicarbonato sódico; mágnesio trisilicato; ácido algínico; esencias de anis y menta.
Acción y mecanismo
El almasilato es un antiácido no absorbible. Derivado de aluminio y magnesio. Actúa neutralizando el ácido clorhídrico en el estómago, incrementando el pH gástrico, lo que reduce también la formación y la actividad de la pepsina. Además, adsorbe la pepsina formada.
Debido a la formulación especial del preparado, al verter sobre el agua para su administración, el ácido algínico reacciona con el bicarbonato sódico, formándose una solución viscosa de alginato sódico con desprendimiento de anhídrido carbónico; esta solución retiene el almasilato y el trisilicato de magnesio dando una suspensión. En el estómago el alginato sódico se transforma en ácido algínico, el cual flota sobre el contenido gástrico, englobando la mayor parte de almasilato y trisilicato de magnesio, permitiendo el contacto de estos antiácidos con la parte superior del estómago y la inferior del esófago. Todo ello, hace que este compuesto sea especialmente útil en la enfermedad por reflujo.
Indicaciones
– [ENFERMEDAD POR REFLUJO GASTROESOFAGICO], tal como en [HERNIA DE HIATO], etc.
– Esofagitis péptica y [DISPEPSIA BILIAR].
Posología
Adultos, oral: 1 sobre desleído en medio vaso de agua después de las comidas y al acostarse. Dosis mínima: 1 sobre después de la comida y otro al acostarse. Dosis máxima: 2 sobres cuatro veces al día.
Niños: adecuar la dosis a su peso y edad.
– Normas para la correcta administración: Disolver el contenido del sobre en medio vaso de agua.
Contraindicaciones
– [ALCALOSIS METABOLICA].
Precauciones
[INSUFICIENCIA RENAL]. En caso de insuficiencia renal se puede producir una acumulación del aluminio en el organismo, pudiendo producir osteomalacia, osteodistrofia o encefalopatía. También se puede producir una acumulación del magnesio y una hipermagnesemia.
– [HEMORRAGIA GASTROINTESTINAL].
– [HIPOFOSFATEMIA]. Debido al contenido de aluminio de este medicamento, puede producirse una disminución de la absorción del fosfato, existiendo riesgo de hipofosfatemia que cursa con anorexia, malestar general y debilidad muscular, apareciendo sobre todo en pacientes con dieta pobre en fosfatos, diarrea, malabsorción o trasplante renal. Se recomienda determinaciones bimensuales de los niveles séricos de fosfato, especialmente en pacientes sometidos a hemodiálisis.
– [HIPERMAGNESEMIA]. En caso de administración prolongada de este medicamento, se puede producir una acumulación de magnesio.
– Situaciones en las que el contenido de sodio del medicamento pueda empeorar la enfermedad.
Interacciones
– Antiinflamatorios no esteroídicos (ácido flufenámico o mefenámico, indometacina): hay estudios con algunos antiácidos (algeldrato, óxido magnesio, carbonato calcio) en los que se ha registrado disminución en su absorción.
– Betabloqueantes (propranolol, atenolol): hay estudios con algunos antiácidos (algeldrato, hidróxido magnesio) en los que se ha registrado disminución de la absorción debido a un descenso de la disolución del betabloqueante, por lo que se recomienda espaciar su administración.
– Digitálicos (digoxina, digitoxina): hay estudios con algunos antiácidos (algeldrato, hidróxido magnésico) en los que se ha registrado disminución en la absorción del digitálico, por lo que se recomienda espaciar su administración 2 ó 3 horas.
– Gabapentina. Se ha observado cierta disminución de los niveles de gabapentina al administrarlos conjuntamente o en las dos horas posteriores a la toma de otros antiácidos, por aumento del pH. Se recomienda administrar la gabapentina dos horas antes de un antiácido.
– Quelantes del hierro (deferasirox, deferiprona, deferoxamina). Posible reducción del efecto antiácido por formación de complejos insolubles con el aluminio.
– Quinolonas (ciprofloxacino): hay estudios en los que se ha registrado disminución de su absorción por formación de complejos insolubles no absorbibles a nivel intestinal, por lo que se recomienda separar su administración 2 ó 3 horas.
– Prednisona: hay estudios en los que se ha registrado una posible disminución en su absorción.
– Quinidina: hay estudios en los que se ha registrado posible potenciación de su toxicidad por disminución de su excreción debido a la alcalinización de la orina.
– Sales de hierro (citrato, fumarato, sulfato de hierro): hay estudios con algunos antiácidos (algeldrato, trisilicato magnesio) en los que se ha registrado disminución en la absorción por formación de complejos poco solubles, por lo que se recomienda espaciar la administración 2 ó 3 horas.
– Salicilatos (ácido acetilsalicílico): hay estudios con algunos antiácidos (almagato, trisilicato aluminio) en los que se ha registrado disminución de los niveles de salicilatos, por una mayor excreción debido a la alcalinización de la orina, especialmente a altas dosis de salicilato. Parece aconsejable la administración de antiácidos derivados de aluminio únicamente, ante su probable menor efecto.
– Tetraciclinas (clortetraciclina, demeclociclina, doxiciclina): hay estudios con algunos antiácidos (algeldrato, hidróxido aluminio) en los que se ha registrado posible formación de complejos no absorbibles a nivel gastrointestinal, disminuyendo así su absorción, por lo que se recomienda espaciar la administración 2 ó 3 horas.
Embarazo
Categoría B de la FDA. Algunos estudios preliminares con hidróxidos de aluminio, magnesio y calcio habían observado un posible aumento (al doble) de la incidencia de diversos tipos de anomalías congénitas en niños, no obstante, estudios posteriores no han confirmado estas observaciones. Aún así, se han detectado casos aislados de hipercalcemia y de hiper e hipomagnesemia, asociados al consumo crónico de antiácidos durante el embarazo. Asimismo, se han descrito casos aislados de aumento de reflejos tendinosos en los fetos y recién nacidos. Se recomienda evitar un consumo excesivo y durante periodos de tiempo prolongados.
Lactancia
Con el uso de antiácidos en general, se pueden excretar pequeñas cantidades de magnesio y aluminio con la leche materna, las cuales no parecen ser suficientes para provocar efectos adversos en el recién nacido. Uso aceptado, recomendándose evitar un uso crónico y/o excesivo.
Niños
No se recomienda el uso incontrolado de antiácidos en niños menores de 6 años ya que podrían enmascarar síntomas graves (apendicitis, etc.). Además, con los antiácidos magnésicos existe riesgo de hipermagnesemia en niños pequeños, especialmente si presentan síntomas de deshidratación o padecen insuficiencia renal.
Ancianos
El empleo prolongado de antiácidos alumínicos en ancianos puede conducir a la absorción sistémica de aluminio, produciendo acumulación orgánica, lo que podría agravar la osteoporosis presente en casi todos los ancianos debido a la depleción de fósforo y calcio, y a la inhibición de la absorción digestiva de fluoruros. También se deberá tener en cuenta una posible acumulación de magnesio, que podría causar hipermagnesemia y diarrea. No se recomienda el uso crónico y/o excesivo en ancianos, muy especialmente en pacientes con enfermedad de Alzheimer, ya que se ha sugerido un potencial papel etiológico del aluminio en esta enfermedad.
Reacciones adversas
Los efectos adversos de almasilato son, en general, leves y transitorios. Las reacciones adversas más características son:
-Excepcionalmente (<<1%): [ESTREÑIMIENTO] o [DIARREA] cuando se emplean dosis altas. En tratamientos prolongados con dosis altas o en pacientes con dietas bajas en fosfatos, puede inducir [HIPOFOSFATEMIA] y ocasionar [OSTEOMALACIA].